Creo que hemos compartido la madrugada, o eso dice mi instinto, esta ha sido mi madrugada.
Me despieto de súbito
Mi sangre se despierta
y pregunta por ti
por la fiebre que ondula
en tus cabellos ebrios , en tu piel.
Se desborda el espejo
y hecho rio
corre a buscar tu imagen.
A esta hora en tus brazos
serán dos ramas de amoroso sueño
de donde brotan flores
y hojas dormitan.
En el tejado arrullan las palomas.
Te persiguen mis cinco lebreles corporales
Mientras vuelves, voy a contemplar a las palomas.
Un beso