Dale vuelo a tu imaginacion
Nos encontramos en la sala de tu casa despues de cenar. Vemos placidamente un programa de television mientras alla atras tu hermana menor cuida de sus pequeños. Vemos la tele pero en realidad no la vemos por que constantemente nos lanzamos miradas llenas de intencion. Aprovechando la afortunada ausencia de tu hermana te acercas un poco mas a mi y con el movimiento forzado de tu cuerpo el limite de tu pequeña falda me permite apreciar un poco mas de la piel de tus muslos. Yo se lo que quierespor que tambien yo lo deseo.
Con mi brazo izquerdo rodeo tus hombros y te acerco hacia mi hasta sentir en mi nariz el delicado perfume de tu cabello suelto. Me acomodo un poco y mi mano derecha acaricia tu mejilla y hace a un lado tus cabellos justo antes de que mis labios se prendan de los tuyos que se encuentran semiabiertos incitadoramente. Roso apenas tu boca con la mia y nuestras lenguas se encuentran a medio camino y se abrazan en su humeda danza. Forcejean, ceden, avanzan y retroceden en sincronia como si nos hubieramos besado desde siempre. Como si nunca mas nos fueramos a besar.
Mi mano derecha desciende por la piel de tu cuello y en la palma puedo ya sentir la redondez de tu seno aun cubierto pero perfectamente delineado por la tenue tela de tu blusa. Tu respiracion se agita un poco al sentir mi caricia atrevida y la intensidad de tu beso humedo es mayor. De pronto, escuchamos ruidos allá atras, en las recamaras y nos detemos unos segundos agudizando los sentidos presintiendo peligro. Nada. Vuelve el ruido del volumen bajo de la television a rodearnos y nosotros volvemos a nuestra dulce tarea.
Mi mano sigue su trayecto hacia el sur y se pierde por debajo de tu falda recorriendo la suave piel de tus muslos hasta que mis dedos se encuentran con la frontera de tu ropa interior. En respuesta a mi caricia abres un poco mas las piernas y te resvalas sobre el sillón en un gesto de completa entrega a las mas voluptuosas sensaciones. Mi mano completa cubre la totalidad de tu panochita apenas cubierta por tu tanga y en ella puedo percibir tu humedad. Tienes los ojitos cerrados y gimes levemente disfrutando del momento. De pronto levantas tus caderas y con rapido movimiento te despojas de tu leve prenda dejando completa libertad a las acricias traviesas de mis dedos en tu entrepierna.
Mi dedo medio se hunde entre tus labios mayors y a duras penas puedes reprimir un gemido de mayor placer. Con mi lengua delineo tus labios abiertos y te beso con fuerza al mismo tiempo que mis dedos medio e indice se delizan en tu interior impregnandose de tu calida humedad. Te incorporas rapidamente y mi mano queda aldescubierto, mojada port us jugos. Me tiendes la mano y me haces una señal de silencio. Te sigo sigiloso yl a alfombra del pasillo amortigua el ruido de nuestros pasos mientras me guias hacia tu recamara.
Una vez ocultos entre esas cuatro paredes damos rienda suelta a la pasion contenida y nuestras manos vuelan y se revuelven prodigando caricias. Mientras te beso me desvisto y tu me ayudas desesperada. Entre las penumbras nuestras ropas caen y, por fin, ante mi queda tu Hermosa desnudes que se perfila apenas por la tenue luz exterior. Te empujo sobre la cama y quedas a mi merced. Me acomodo entre tus piernas para rosar con mi verga endurecida tu panochita recien rasurada y humeda. Mis besos bajan port u cuello y se detienen en tus pechos cuyos pezones erectos piden atención a gritos.
Con mis labios aprisiono tu pezon derecho mientras que mi lengua le prodiga caricias humedas. Ocultas tus dedos entre mis cabellos mientras me jalas hacia ti y mueves tyus caderas en inutiles intentos de devorar mi virilidad. Bajo mi cabeza y con mi lengua voy dejando rastros de saliva que pasan por tu vientre. Beso con ternura cada centimetro de tu piel, penetro tu ombligo con la lengua, aspiro profundo y lleno mis sentidos con ese delicado aroma que mana de tu entrepierna.
Saboreo el salado sudor mezclado con tus jugos que escurre por tus muslos y tu me sostienes unos segundos sujetando mi cara en la tenaza de tus piernas. Con suavidad las separo y continuo el recorrido de mi lengua sobre tu piel que cada vez es mas caliente. Desde alla te miro y solo veo los mas variados gestos de placer. Tus ojos apretados y tus dientes mordiendo tu labio inferior me indican que voy por buen camino.
Mordisqueo un poco tus pantorrillas y me incorporo sujetando tu pie izquierdo entre mis manos. Acerco mi boca a el y uno a uno tus deditos reciben la humeda visita de mis labios. Imposible de evitar ya, de tu boca surge una ahogada exclamacion: Aaah!!. Acomodo mis manos en el doblés de tus rodillas y empujo hacia tu cuerpo obligando a que tu panochita quede totalmente expuesta a mis deseos. Acomodo mis rodillas a cada lado de mi cuerpo y restriego mi verga entre tus labios jugosos disfrutando la sensacion. Mmmhhh! Estas tan humeda y rica!
Estiras tus brazos y sujetas tus piernas para ayudarme con la maniobra. Sujeto con por el tronco mi verga y golpeteo con ella tu clitoris que se encuentra erguido y en su punto. Acomodo la cabecita de mi palo entre los labios de tu panochita y muy lentamente me voy deslizando en tu interior. Solo la mitad se encuentra dentro de ti y puedo ver en tu frente dibujadas esas arrugas que solo el placer extremo es capaz de provocar. Sin previo aviso, te dejo ir el resto de mi carne hasta escuchar el chasquido de mi cuerpo chocando con el tuyo. Mmmmh! Tu abres la boca en busca de aire y abres los ojos enormes y sorpendidos. Me quedo alli unos Segundo y empiezo a salir de tu cuerpo con lentitud. Una y otra vez la dosis se repirte y la intensidad de mis embestidas aumenta provocando tus grititos agudos de placer.
Engolosinado con tu cuerpo y tus exclamaciones de placer se me olvida que podriamos ser descubiertos y mis embestidas furiosas provocan que la cabecera de tu cama choque contra la pared. A una seña tuya dejo de moverme encima de ti. Me salgo de tu cuerpo y, mientras mi verga endurecida y mojada por completo con tus jugos cuelga, te bajas de la cama y me indicas que me acueste sobre la alfombra. Lo hago y de inmediato te echas sobre mi dandome la espalda y clavandote tu misma en mi verga que de nuevo se pierde en tu humeda cuevita de placer. Tus pies se apoyan en el suelo y sujetandote de mis rodillas comienzas a subir y bajar dejandote caer con fuerza para sentir como te llego hasta el fondo una y otra ves. Tu respiracion se agita y, justo en el momento en que llegas a tu orgasmo, te quedas inmovil apretando tus nalgas y entre ellas mi verga. Todo tu cuerpo tiembla y yo disfruto sabiendo que eres feliz en la cima del éxtasis.
Poco a poco tu alma regresa a tu cuerpo y, mientras te recuperas, mis manos acarician tus nalgas y tu espalda. Abro tus nalgas sudorosas y puedo ver como los labios de tu vagina rodean el tronco de mi verga y el liquido cristalino y cálido producto de tu orgasmo. Con habilidad le das la vuelta a tu cuerpo sin sacar mi verga de tu interior y ahora son tus tetas hermosas las que quedan al alcance de mis manos. Tu cabello cae sobre mi rostro y aun en la penumbra puedo adivinar esa sonrisa de satisfacción que se dibuja en tu cara. reinicias tus movimientos de cadera y comienzas el bombeo y bamboleo disfrutando cada centímetro de mi cuerpo. Tus movimientos y sobre todo la imagen de tu cuerpo sobre el mio logran que toda mi piel se erice. Mi boca se llena con la carne de tus pechos y mis mano te ayudan con los movimientos sintiendo la inminente eyaculación.
No puedo mas y, tras el ultimo empujón de mi cuerpo, estallo dentro de ti llenando tu panochita rica con mi leche. Dos, tres y hasta cuatro chorros de semen se estrellan contra el fondo de tu vagina y tu aprietas el cuerpo para retenerme dentro de ti. El placer es tanto que casi es doloroso. Dejas caer tu cuerpo sobre mi cuerpo agotado y nos fundimos en un abrazo tan profundo que somos como uno. Yo dentro de ti. Tu encima de mi.
De pronto te levantas y me miras traviesa. Me incorporo y comienzo a vestirme para salir. Me llevas de la mano y abres la puerta de tu casa y, antes de irme me dices al oído : "Soy tuya!".
Lo disfrutaste?
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