Mi situación fue parecida:
Mis padres tampoco querían que me fuera a vivir con mi novio, y al igual que tú me moría por estar siempre con él.
Yo fui valiente, y por un tiempo la relación con mis padres no iba bien, porque se sentían tristes de que no estuviera en casa con ellos (tuve que romper el cascarón).
Yo también les echaba algo de menos, pero a los pocos meses les fui demostrando que era feliz, y que no por vivir con mi novio iba a dejar mis responsabilidades de lado, entonces cambiaron y se relajaron y aceptaron la situación.
Lo que te aconsejo es que seas valiente y te arriesgues a hacer aquello que tu corazón te manda.
Valora tu relación y a ti misma, si crees que es el momento adecuado, y te sientes preparada... Adelante y no te preocupes, que con el tiempo, las tiranteces se arreglan!
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