¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos hombres son tan superiores a otros a la hora de conquistar mujeres? No es porque sean más atractivos, inteligentes o porque sus billeteras sean más abultadas. Probablemente, ellos tengan dos características que trabajan a su favor en esta materia: confianza y persistencia.
Aunque muchos hombres poseen estas características naturalmente, no es necesario haber nacido como un Don Juan para ser exitoso en la conquista del sexo femenino. Sin embargo, sí es necesario que sigas algunas guías importantes.
A continuación, enplenitud te ofrece siete reglas que te pondrán en el centro de la escena de la conquista. Estas reglas no sólo te ayudarán a incrementar tu éxito con las mujeres, sino que te permitirán dejarlas rendidas a tus pies con tu nueva actitud segura y caballeresca.
Antes de acercarte haz contacto ocular
¿Conoces la forma más segura de saber si tu acercamiento será exitoso? Intenta efectuando un contacto ocular preliminar para ver cómo responde. Si ella mantiene la mirada (o, mejor aún, si sonríe) ve a hablarle.
Por el contrario, si ella evita tu mirada, las posibilidades son pocas. En cualquier caso, no olvides realizar un trabajo de investigación previo. Recorre el área y notarás cuáles son las mujeres que están dispuestas a conocer hombres.
Aunque parezca obvio, vale decir que una mujer que está mirando a los hombres a su alrededor está más abierta que una que sólo presta atención a las amigas con las que vino. Recuerda lo siguiente: las mujeres dicen demasiado a través de su lenguaje corporal; por lo tanto, si quieres incrementar tus posibilidades, presta atención.
No muestres interés en ella y en sus amigas
Apuntar a más de una mujer dentro del mismo circulo social es una táctica que lleva al desastre. No sólo conseguirás parecer un juerguista, sino que estás olvidando un factor primordial: si quieres conquistar con éxito a una mujer debes hacerla sentir especial.
Y mostrar interés por sus amigas no es la mejor forma de hacerlo. De modo que, aunque te sientas atraído por más de una mujer en el grupo, elige una y aférrate a ella. De lo contrario, seguro que te irás a casa solo.
Hazla sentir como si fuera la mujer más sexy del mundo
Con frecuencia, una mujer queda prendada de un hombre por una razón: le gusta cómo la hace sentir. Así que si la haces sentir como la más bonita del lugar, existirá la posibilidad de que quiera verte otra vez.
Asimismo, esta táctica será favorable a largo plazo, dado que si ella se siente cómoda contigo, lograrás beneficios en todos los aspectos de la relación. No obstante, esta regla tiene una contraindicación: evita los halagos si ella ya tiene un gran ego; no querrás que se crea lista para subir a las pasarelas (aunque tal vez lo esté).
No evites hacer cumplidos porque piensas que ya los ha escuchado todos
En otras palabras, no dejes de abordarla y de hacerle cumplidos sólo porque piensas que no eres el primero en hacerlo. Probablemente pienses que no vale la pena acercarte a esa hermosa mujer parada junto a la puerta. Es posible que creas que incontable cantidad de hombres ya le han hablado.
Pero, considera lo siguiente: la mayoría de los hombres han pensado lo mismo que ti. Las mujeres más lindas suelen ser piropeadas hasta el cansancio por la calle, pero no son muchos los hombres que las abordan seriamente.
Entonces, no te intimides ni asumas que ella ya ha escuchado lo que tienes para decir. En cambio, si haces las cosas de modo sencillo, ella podría quedar agradecida por otorgarle la posibilidad de una conversación sincera.
No utilices clichés ni frases prefabricadas
Nunca, jamás hagas esto. Usar un cliché sólo logrará hacerte ver como si estuvieras haciendo un intento desesperado o como una persona sin experiencia con las mujeres (lo que es incluso peor). Por el contrario, mantente simple y sólo trata de ser sincero.
De este modo, evitarás todas las formalidades y te diferenciarás de los hombres que emplean frases prefabricadas con las mujeres, que, aunque parezca difícil de creer, hay muchos que todavía las usan.
Aproxímate en sitios que no sean bares ni clubes nocturnos
En bares y en clubes nocturnos, las mujeres suelen ser abordadas por docenas de hombres, por lo que ya tienen una armadura puesta. Esto significa que, simplemente, te pueden rechazar por el hecho de haberte acercado después de un hombre que la hizo disgustar, o porque fuiste el último de una larga lista de hombres que le habló.
Además, en los clubes nocturnos, dado que las mujeres esperan ser flirteadas, forman escudos defensivos contra los hombres no deseados. Esto, obviamente, trabaja en tu contra.
Si te acercas a ella en otros sitios, además, el factor sorpresa jugará a tu favor. En un supermercado o en un café, ella no estará esperando ser flirteada y podría quedar gratamente sorprendida con tu gesto. Sin embargo, piensa un poco antes de lanzarte a la conquista de una mujer que, por ejemplo, está comprando en pantalones de jogging y parece apurada. Probablemente, no sea la mejor idea.
Aprende a retirarte
Repite esto para ti mismo cuando salgas de conquista: no hay nada peor que un tipo insistente. Leer su lenguaje corporal no es sólo importante para saber si está interesada, sino para determinar cuándo es hora de irse.
Por ejemplo, ¿ella está mirándote a los ojos o tiene los ojos puestos en el espacio circundante? ¿Parece aburrida con la conversación? Si estás haciendo tu mejor y más sincero esfuerzo, y aún así ella no responde, da por terminada la plática y muévete hacia otra parte.
¿Y qué pasa si ella está mostrando todos los signos positivos? Aún así, no deberías prolongar tu estadía más de lo debido. Si dejas la conversación en un punto alto, probablemente la dejes queriendo más.
Recuerda las reglas de conquista
Recuerda que hasta los maestros más importantes de la conquista son rechazados de tanto en tanto. Pero éste es el secreto de su éxito: más allá de los constantes rechazos, ellos continúan acercándose a las mujeres. Un buen chaleco antibalas y un poco de persistencia son necesarios para este juego.
Entonces, tal vez, la lección más importante sea no deprimirte porque una mujer te ha enviado a otra parte con tus palabreríos. Es posible que tuviera un mal día, o que ya tuviera pareja. Pero si te apegas a las reglas recién citadas, terminarás triunfando.