Foro / Pareja

Las flacas son más manejables.

Última respuesta: 30 de abril de 2019 a las 1:38
T
tonina_9064790
30/4/19 a las :22

Interesante título el que tiene mi relato, ¿no? Pues no, no es un relato de fantasía o exagerado. Mi historia comienza en mis años universitarios.
La ciudad de Lima es representativa del país peruano, pero hasta aquel momento no me había dado la oportunidad de conocerla después de las 8 de la noche (hora a la que solía llegar a mi residencia estudiantil luego de clases) ya que nunca había sentido curiosidad, o necesidad.Soy de Arequipa, se podrán imaginar lo ajena que resultaba para mí la ciudad de Lima, diferente a lo que estaba acostumbrado.
Mi amigo Marcos, consciente de esta realidad, decidió darme un paseo nocturno por los mejores clubes nocturnos de la ciudad. Exclusivos y llenos de chicas voluptuosas. Por un momento me sentí incómodo en aquel ambiente obviamente sexualizado, lleno de chicas en lencería bailando con la esperanza de atraer a algún hombre deseoso de disfrutar de las carnes de una prostituta.
Aquella noche Marcos se fue con una prostituta venezolana a los stands privados mientras yo me quedé en el pole observando el espectáculo. Era algo que no me llenaba, ninguna me causaba atracción y, sobre todo, la cantidad inmensa de personas en el local me hacía sentir sumamente incómodo.Quedé mal con aquella experiencia. Quería disfrutar de mujeres profesionales, de forma privada y sin intermediarios, proceso que en un club común era imposible.
Aquella misma noche llegué a mi residencia buscando pornografía por internet, cuando, por azares de la vida, me topé con una página de , donde había una gran variedad de damas de compañía de todo tipo, que ofrecían servicios de todo tipo.En la home observé la foto de una joven delgada, cuya cara estaba censurada por seguridad y privacidad, de figura esbelta, alta, piernas largas y tonificadas, abdomen marcado y brazos firmes.
La chica era lo que se podría considerar “plana”, pues no era muy voluptuosa que se diga.Sin embargo, decidí darle clic y ver sus otras fotos. La curiosidad me carcomía, por mi mente pasaron recuerdos de secundaria, cuando tuve una novia delgada y tímida, que jamás habría pensado si quiera en tener sexo conmigo, experiencia que me dejaría con algo de rencor hacia ella.Ahora, en mis veinti tantos, me volvía a encontrar con ella en cierta forma, y vi la oportunidad de descargar toda mi frustración sexual sobre aquel cuerpo delgado pero tonificado con ejercicio.
Luego de algunos clics, concreté una cita en un departamento, un lugar bastante ordenado, perfumado y más que nada adecuado para encuentros sexuales: Tenía toda clase de juguetes, muebles y utensilios sexuales que probablemente había utilizado en múltiples ocasiones y con múltiples hombres, me quedé observando alrededor mientras ella me guiaba hacia la habitación tomándome por la mano.El departamento no es mío, ¿sabes? Eso significa que tampoco es tuyo. Te recomiendo que aproveches y enfoques tu atención en lo que sí será tuyo por esta noche.- Dijo la chica, a la vez que se apretaba la nalga con la mano izquierda y me volteó a ver con sonrisa sugestiva.
En ese momento, fui consciente de que realmente podría hacerle lo que yo quisiera, así que, ni corto ni perezoso, me lancé a besarla en cuanto me sentó en la cama.Fue un beso que al inicio sentí lento, inició como un leve contacto entre la cara interna de nuestros labios mientras yo apretaba sus muslos envueltos en encaje rojo, pero poco a poco nuestras bocas fueron ejerciendo más presión mutuamente, los labios se abrían más para dar espacio al contacto entre nuestras lenguas.
Por inercia, subí mi mano a lo largo de su espalda hasta llegar a la zona posterior de su cabello, entrelacé mis dedos en la base de su larga melena y lo halé mientras aún nos besábamos.Ella dejó salir un leve gemido. Pude sentir el calor salir de su boca, la humedad me pegó directamente sobre la cara, el olor de su saliva no hacía sino excitarme más aún. Era uno de esos momentos en los que el olor a fluidos sólo te endurece más la erección.Luego de bajar mis manos hacia sus nalgas, la levanté y la acosté sobre la cama para posteriormente quitarle la ropa y colocarme sobre ella.Fue ahí cuando bajé hasta su entrepierna y pude sentir ese calor que exudaba por encima de la ropa interior, momento que aproveché para remover sus panties y empezar a lamer su vagina.
Su vagina deliciosa, suave, carnosa y húmeda.“Hazlo como si comieras helado”- Me diría Marcos en ese momento, y fueron sus palabras las que recordé, empecé lamiendo como si fuera helado, pero con cada saboreada que tenía aumentaba la velocidad de los movimientos de mi lengua sobre su clítoris mientras le metía los dedos índice y medio de mi mano derecha por su vagina.
Por un momento me vino a la mente aquella novia de secundaria con la que jamás en la vida podría haberme dado este placer, era increíble el contraste entre ambas situaciones.“Cógeme, no sé qué estás pensando, pero cógeme”Ya en el clímax del encuentro, me puse un condón que aquella chica tenía sobre la mesa de noche y la penetré suavemente mientras chupaba sus tetas de forma gentil y subía a su boca a besarla también.
Poco a poco mis movimientos se fueron volviendo más rítmicos, rápidos y fuertes, hasta llegar a un punto en que escuchaba el choque de nuestros pubis en cada embestida que le daba a aquella mujer.La sensación de su vagina sobre mi miembro era reconfortante, y en cierto punto sentía que ya gastaba mis energías, por lo que me apoyé sobre mis rodillas, sostuve sus muslos son firmeza y la empecé a penetrar a una velocidad que no sé de donde salió.
Los gemidos de la chica, junto con los rasguños que hacía sobre mi espalda y la forma en que apretaba sus piernas alrededor de mi pelvis eran elementos que no hicieron más que enamorarme de aquella vagina, firme pero suave, perfecta para mi miembro.El desenlace fue el obvio, eyaculé luego de más de una hora continua de embestidas rítmicas.
Lo que no era tan obvio era esta obsesión que nació en mi por las kinesiólogas. Si, puedo decir con orgullo que no soy adicto al porno… Ahora, con las kinesiologas, desde hace siete años, es otra cosa…Acaban de tocar la puerta de mi departamento. Tengo que irme, esta noche veré a Jhoselin, una negra que sabe cómo encontrarle el buen sabor a mi miembro.

Ver también

Y
yuxuan_7248803
30/4/19 a las 1:28

y con esto intentas??? ponernos cachondas??
Que manía os entra con poner relatos eróticos o fantasías...

Y
yuxuan_7248803
30/4/19 a las 1:38

si, yo fui saltando parrafos, no lo leí todo.
A ver cuantos hilos abre con este tema... 

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