La liana es una estratagema hipócrita que la mujer pone en marcha para no quedarse nunca completamente sola, aunque esté mal acompañada. Consiste en no soltar la anterior relación hasta haberse agarrado a la nueva. Eticamente es claramente reprobable, a mi juicio más aún que la poligamia o poliandria, sobre todo si las admites pues al menos eres sincero/a, pero la mujer y en general muchos hombres justifican la liana plenamente con la explicación de que la lianera no comete ninguna mala acción, porque acaso no culmina materialmente el engaño solapando efectivamente la relación que abandona con la que nueva que inicia. La realidad es que la liana básicamente no se cuestiona, es una licencia que se le da a la mujer.
Los planes de las lianeras son un completo doble juego y es muy hipócrita escudarse en una ausencia de acción que es solamente fingida, pues la mujer lianera, -como cualquier mujer- prepara, coordina, calienta y enfría una y otra relación con el fin de sustituir a un hombre por otro sin quedarse sola ni un instante, en lugar de tomar la iniciativa y cortar la relación podrida para empezar la nueva relación sana, lo que quizá le ahorraría muchos rechazos de hombres que despreciamos a las lianeras y las detectamos (al novio no le puede ocultar, aunque quisieran que no existiera en los momenos con "el nuevo"). Lo único que ella, lianera, concede a la ética es no acostarse con el primero después de hacerlo con el nuevo, aunque mentalmente está encamada con el nuevo mientras aún duerme con el antiguo. Lo demás se lo permite todo: coqueteos, insinuaciones al nuevo mientras rechaza, abandona temporalmente, finge indisposiciones para no ver al novio a la espera de que pique el nuevo.