la falta de sexo casi me hunde

Hola, voy a explicar mi propia experiencia sexual con la que a día de hoy, todavía es mi mujer. Llevamos 15 años juntos y 11 de casados, con dos hijos. Creo que soy buen padre y HE SIDO un buen marido(hago las labores domésticas, voy a buscar a los niños al cole, voy a sus actividades extraescolares, tutorías, festivales, a parques con otras madres, cumpleaños, juego y hablo mucho con ellos, ERA cariñoso con mi mujer, siempre le DECÍA lo guapa que ESTABA, lo bien que le QUEDABA la ropa, lo mucho que la QUERÍA, detallista(masajes, flores, dulces, revistas, ropa, …todo dentro de nuestras posibilidades), siempre la he tratado con respeto y educación(para que me entendáis, ni me tiro pedos ni eructo en su presencia), tengo una higiene personal impecable, siempre he intentado darle una vida con las menos obligaciones y responsabilidades posibles... en fin todo lo que se ha de hacer en una casa y con una familia y con una pareja y que, en teoría tendría que ser bidireccional ... evidentemente, no es así. Al empezar la relación, enseguida me di cuenta de las diferentes necesidades sexuales de uno y otro... mi mujer con una o dos veces al mes tenía más que suficiente(eso al inicio, al empezar a vivir juntos!... imaginaros a estas alturas) y yo, bueno, necesito sexo con más frecuencia. (entiendo como sexo no solo el coito, sino tb sexo oral, masturbación, masajes, ducharse juntos... y como algo que tiene que apetecer, ni ser doloroso, degradante, ni desagradable...). A nadie le gusta que le rechacen continuamente, con lo que poco a poco dejé de buscarla ante sus constantes negativas... tipo “eres un obseso, hace poco más de un mes que lo hicimos”... para qué intentarlo? Para sentirme sistemáticamente rechazado? Para que baje mi autoestima? Llegué a pensar que tenía un amante, que le gustaba gente de su mismo sexo, que yo era un inútil en la cama, que no le ponía... todo pensamientos negativos. Empezó a afectarme psicológicamente y me dije a mí mismo que no podía hundirme, que tengo dos joyas que no podían verme mal, que tenía que subirme la autoestima como fuera. Empecé a ocuparme de mí mismo; me apunté al gimnasio, me compré una btt, dejé de fumar, dejé de ser cariñoso, atento, detallista con ella, ya no la buscaba, ... no se lo merecía ...me obligué a mí mismo y lo conseguí. Alguna de sus amigas se me insinuó; todas le decían la suerte que tenía, que sus maridos estaban en el bar, que no tenían ningún detalle con ellas, que no hacían nada en casa... mi mujer se dio cuenta de mi cambio de actitud, que me arreglaba y cuidaba más, que no le prestaba atención, que de cuando en cuando salía por la noche(cosa que hacía años que dejé de hacer), que ni la miraba... vamos lo que hacía ella conmigo. Ahora era ella la que empezaba a buscarme a mí(la rechazaba con los mismos pretextos que ella usaba conmigo), aparecía desnuda o en en ropa interior con cualquier pretexto... pero el daño ya estaba hecho; ahora soy yo el que no tiene el más mínimo interés en ella como mujer, solo me interesa como la madre de mis hijos. Delante de ellos hago el papel de marido entregado, si salimos los cuatro la cojo de la mano, le sonrío, soy caballeroso, le beso en la mejilla(hace más de 1 año que no nos besamos en la boca)...no quiero que los críos noten nada aún son muy pequeños ...pero cuando ellos no están, para mí ella ya no existe, dejo de hacer el papel de marido enamorado... y la trato y hablo sin ningún tipo de emoción, ...ha matado el deseo y el amor. He de aclarar de que jamás la he engañado(y no será por falta de ganas e incluso alguna que otra oportunidad), pero no podría hacerlo y mirar a mis hijos a la cara. Lógicamente, ella piensa que hay otra, que ya no me pone... curioso, no? lo mismo que pensaba yo de ella tiempo atrás y como a ella no le importó entonces, porqué me ha de importar a mí ahora? Jamás he querido que tuviera relaciones conmigo por obligación, por miedo a que me fuera con otra ni nada por el estilo pues, para mí, el sexo tiene que ser consentido, tiene que apetecer, no ser degradante ni desagradable y no ser una obligación ni una coacción. Mi idea es separarme, pero por mis hijos... La verdad es que ahora es cuando más feliz soy; me ocupo de mis hijos, de la casa y de mi persona, tengo mi Trabajo, amigos y amigas, salgo de cuando en cuando, me encanta la bici y el gimnasio. Ahora es ella la que está mal, ha descuidado su aspecto, su higiene y su físico... se queja de que ya ni intento tener sexo con ella, que no soy cariñoso, que ni le sonrío, ...me pide que vuelva el de antes, que me echa de menos, que se ha dado cuenta de lo tonta que ha sido, que me quiere... no me la creo; son muchos años y sé que volvería a ser lo mismo, pues esto ya había pasado antes y cometí el error de creerla.
Una persona no cambia, se puede suavizar o ocultar, pero cada uno es como es. No me malinterpretéis, sigo siendo educado y cortés con ella, ni le hablo ni la trato mal, pero con frialdad, como trataría a una panadera o a la profesora de mis hijos… se acabaron los detalles, las atenciones y las alabanzas. Se pasa todo el rato tumbada en la cama y en el sofá, no recoge nada, ni barre, ni plancha, ni pone su ropa en el cesto de la ropa sucia, siempre tengo que ir detrás de ella recogiendo lo que deja... siempre me he quejado de tener que hacerlo yo todo... pero sigue sin hacer nada de nada, por lo que sé que ni cambia en esto ni en lo demás... por mi parte, la relación está muerta y no quiero volver a tener ningún tipo de relación con ella a excepción de lo relativo a los hijos. Me he sentido muy dolido durante mucho tiempo y no quiero volver a sentirme así, no me lo merezco. Dormimos en camas separadas y no hacemos absolutamente nada solos como pareja principalmente porque a mí no me da la gana, hablando claro. Ella sale por su lado y yo por el mío y ni sé ni me importa si tiene a otro/a... en alguna ocasión me amenaza con dejarme o buscarse a otro y aunque lo dice con la boca pequeña, para mí sería la solución perfecta, vamos que estoy deseando que suceda... ojalá encuentre a otro tonto que le aguante lo que yo. No hay reproches, ni gritos, ni insultos... yo hago mi vida y ella... Bueno, como si no estuviera para mí. No la odio, ni me asquea ni nada por el estilo... simplemente no la necesito, es decir, me sobra. Me la bufa si sale, entra, va o viene; ni le pregunto. Resumiendo… no la quiero Es curioso como se puede pasar en poco tiempo de un amor incondicional a la más absoluta indiferencia. La culpa ha sido mía por tratarla demasiado bien, por intentar facilitarle demasiado la vida y ha sido culpa suya pensar que me tendría para siempre. En lo más profundo de mi ser, siempre he sabido que tarde o temprano terminaríamos por separarnos.

No creo ni creeré en las relaciones sin sexo; si al principio de una relación, el sexo es insuficiente para alguno de los dos, con el paso del tiempo, el sexo será inexistente. Hay cosas fantásticas en la vida, la familia, amigos, hijos, hobbies,...Que el sexo es un don de la naturaleza para disfrutarlo solo o en compañía y que todo lo que aporte tiene que ser un motivo de felicidad, placer, un signo de amor hacia la otra persona; sino no es sexo, es un motivo a descartar y que no tiene que hacer sentir mal ni a una parte por no tenerlo ni a la otra por no poder o no querer darlo.

Un fuerte abrazo a aquellos/as que estén en esta misma situación y muchos/as seguro que se sentirán identificados. Yo celebro que haya gente que crean que en una pareja joven, el amor, el cariño y el respeto suplen la ausencia de sexo… no es mi caso. Yo necesito tener sexo con mi pareja. Amigos y amigas tengo muchos.