Cuidado
No hagas caso de l@s amargad@s, incapaces de enriquecerse y crecer levantando su espíritu hacia niveles superiores... Sólo viven rumiando sus penas y su dolor, agriando minuto a minuto sus propias almas por sí mism@s, convirtiendo los malos ratos en permanente motivación para hundirse sin remedio aparente...
No hagas caso de las temporales o eternas resentidas... que dedican su vida a hacer pagar facturas ajenas a los tontos de turno...
No hagas caso de aquell@s que dedican sus energías a ver sólo lo malo que les trajo la vida... por haberse encontrado con sinvergüenzas, inestables, mezquin@s o dañinos ignorantes... o por su propia incapacidad para motivar algo mejor en los demás... o, peor, simplemente por no haber sabido elegir...
Si lo haces, terminarás como ell@s, cobrándole deudas a la vida cada día... sufriendo sin cesar... lanzándole las quejas a la cara a cada persona que intente aproximarse a tí...
Tienes que ser capaz de reconocer lo bueno que te tocó vivir... Hay parejas y matrimonios que a lo largo de toda su existencia no llegan a tener ni la décima parte que tú has tenido... y, aún más, tu vida aún tiene mucho por traerte, si sabes construir, si sabes mirar adelante, si sabes DISFRUTAR.
Tienes que ser capaz de estar por encima de lo malo, de levantar la cabeza y HACER POSIBLE LO BUENO. Lo malo siempre es posible por sí mismo, la vida siempre trae algo malo... Lo bueno hemos de construirlo nosotros cada día, a cada momento, sin darlo hecho jamás.
Finalmente, si lo malo siempre está ahí, siempre habrán razones para hundirte, para qué buscar más???... Por eso es mejor concentrar tus esfuerzos en lo bueno, tener ojos para lo que te pueda enriquecer el espíritu y el corazón. Si tú no buscas lo bueno en tu vida, quién lo hará? Si tú no reconoces lo bueno que hay en tu vida y lo disfrutas, quién lo hará por tí? NADIE.
Los malos ratos los pasamos todos... y los momentos de debilidad nos doblegan a todos, sin excepciones. NO existe ningún Superman emocional a quien emular. Quien no siente está ya muerto. La manera de demostrar los sentimientos es ya otra historia. Pero, más allá de demostrar o no, está lo que llevas en tu interior realmente... y es ahí donde están el dolor y la felicidad de cada uno, en tu propio interior. Alimenta tu felicidad buscando motivos para ser felíz. Y si estás en un momento malo, busca motivos de felicidad aún con más esfuerzo y ganas...
Que tu sonrisa no se apague...
Que tus ojos no dejen de brillar...
Que los demás se sientan felices de tenerte a su lado... porque esa felicidad suya te alimentará a tí también.
Las heridas se curan antes de esta manera... es así como cicatrizan mejor. Es así como uno se trata mejor a sí mismo.
Guarda todos los recuerdos... pero fíjate más en los buenos. No es por los demás, es por uno mismo. Los buenos recuerdos ayudan a mantener el brillo en nuestros ojos... y el brillo de nuestros ojos es el destello que revela la luz de nuestros espíritus, de nuestro interior.
Todos tenemos algo bueno en nuestras vidas... mucho, en realidad... Vas a esperar a perderlo para disfrutarlo profundamente?
Que tus ojos brillen...