Ultimamente tengo una fantasía que estoy empezando a pensar seriamente llevar a la realidad.
Estoy mirando de pie por la ventana de un hotel. Llevo una venda en los ojos y puesta una faldita de látex de color rojo, ajustada y brillante. Sin mirar quién hay detrás de mi, una persona desconocida me besa en la nuca y el cuello. No ver su cara me resulta lo más excitante. No me importa saber si es chico o chica, sólo oler su piel y la manera en que me trata.
Luego me penetra. Me da igual si es una ... de hombre o el consolador de strapon de una mujer.
Me corro innumerables veces.
Esa persona acaba, se corre y se va.
Nunca más vuelvo a saber de ella, sin conocer nada.
Nerea.
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