Pues voy a empezar a odiar al opuesto yo tambien..
Respondiendo a la primera pregunta, los hombres tenemos nuestro punto débil en el sexo, puesto que no ocultamos que queremos realizarlo como vosotras, bien, hay que reconocerlo; y llegado a un determinado punto de calentamiento femenino, pues caemos..
Pero claro, si os portáis como para una noche, no esperéis matrimonio como decia la otra amiga! Eso os pasa a muchas.
En estas cosas, hay que ser razonables, y no andar, ni prometiendo el oro y el moro nosotros (yo jamás lo haría), ni calentando P_____ vosotras, jeje (perritos calientes)
un abrazo,
Ramon.