Creo que deberías mirar un poco alrededor
Abrir las ventanas, respirar y mirar hacer algo de terapia para controlar esa personalidad obsesiva. Quizá hacerte voluntaria para ayudar a quienes tienen problemas de verdad y sobre todo, para aprender a valorarte y no ser tan dependiente de las opiniones de tus amigas: tú eres una persona valiosa que no tiene que andarse mirando continuamente la vagina para saber si tiene identidad o no.
Mi primera vez fue a los veintiuno, ni más pronto ni más tarde que la de otros.
Y te recuerdo que la diferencia entre "un cualquiera" y otro hombre es tu capricho del momento: tu "hombre especial" para mí será "un cualquiera" y hasta me asombraré de que haya alguien capaz de acostarse con tal donnadie.
No otorguemos capacidades mágicas a nadie.