Soy un hombre de 28 años recién cumplidos y trabajo en una oficina de una empresa de alquiler de vehículos, lo que hace q pase gran parte del día hablando por teléfono con otros compañeros y compañeras de profesión mientras confirmamos reservas o actualizamos datos. Lo q me sucedió fue q hace 2 semanas conocí a una compañera nueva q trabaja en un aeropuerto del Levante español, en realidad conocí su voz y ella la mía, como suele ser el caso en nuestra profesión. El flechazo fue inmediato y se diría q mutuo. Desde entonces aprovechamos cada ocasión para llamarnos con cualquier excusa relacionada con el trabajo. Su voz es muy sensual y la personalidad q emana muy dulce y nuestras conversaciones muy pronto empezaron a tener un tono picante maravilloso. No sé si le habrá pasado a alguien o si alguien sabe de lo q estoy hablando. Las voces esconden tantas cosas cuando no se conoce a la persona físicamente q es normal fantasear y q la imaginación se dispare. El caso es q cada vez q le colgaba el teléfono acababa excitado como nunca lo había estado, por lo q me lancé y una noche, al salir del trabajo, cogí el coche y me planté en su aeropuerto, a 1 hora y media de donde yo trabajo, frente a su oficina en la terminal de llegadas. Lo q me encontré fue aun mejor de lo q cabía esperar: morena, pelo largo y rizado, 2 ojos oscuros y una boca enorme y sonriente, encantadora en su uniforme del trabajo, con faldita azul oscura y una blusa blanca de cuello de pico. Sabía q era ella porque ese día estaba cubriendo la baja de una compañera y le tocaba el turno de tarde. Me acerqué firme, me apoyé en la barra y en cuanto me miró le dije: "¿Me alquilas un coche para q te invite a cenar?". Me reconoció inmediatamente y los dos nos empezamos a partir de la risa, nerviosos pero contentos porque habíamos pasado la prueba del algodón, nos habíamos encantado. Lo q pasó esa noche ya estará para siempre entre los mejores recuerdos q tengo de mi vida. Tengo novia y nunca le había sido infiel, pero el deseo fue tan fuerte, tan incontenible y la situación tan inverosímil q no pude evitar dejarme llevar por el instinto. Lo cierto es q no me arrepiento. No dormimos esa noche y me despedí en la cama de su apartamento en cuanto el sol comenzó a asomar, puesto q tenía q volver a mi vida real antes de q comenzara la jornada y hacer como si nada hubiera sucedido. Lo pasamos genial y nuestros cuerpos se aceptaron como si nos conocieramos desde hacía mucho tiempo. Fue maravilloso. Ahora hace casi una semana q no hemos vuelto a hablar por teléfono, creo q los dos estamos evitándolo porque acordamos q todo quedara en una aventura q poder guardar, ahora no sé qué me aguarda, pero estoy muy satisfecho por haberme dejado llevar por el instinto. La magia q surgió no la había vivido nunca. Necesitaba compartir esta vivencia para convencerme de q ha pasado de verdad y q fue real. Sólo puedo aconsejar a la gente q me lea q si alguna vez siente q una voz le empuja a cometer una locura, q no lo dude y q adelante, q la vida es corta y está llena de pequeños tesoros. Un saludo.