Así cuentan cronistas y juglares de Tardi la decadencia
Cruel hechicera, gurú del foro hoy pellejosa, antaño poderosa
Escuchen gnomos ficus y gnomitas esta epopeya gloriosa
De aquello que acontece cuando la perversidad anida en las almas
Pudriendo venas y huesos, así exiliando toda cualidad humana
Pues así inicio la taimada su andadura con un mágico doble rasero
Y éste volteaba de forma prodigiosa según quién dijera qué cosa
Bajo sus inflamados dedos nacían torrentes de insultos rastreros
Merecidos eran, pues así decidían las cachifas de la pellejosa
A la verga brothers ¿osan insultar otros? ¿acaso no tienen educación?
Clamaban las voces contra sus bonches, mas así platicaba la hechicera
¿Acaso no es éste un foro libre y cada uno escribe lo que le da la gana?
Mas alzando imperativa la mano volteó de nuevo el mágico rasero
Esa charla de Boreal que felicitan sus compadres ¿no es ... y vana?
Se lamentaba la malandra arañando furibunda los paredones
Quisiera yo librarte de tu inseguridad que te hace ver mi maldad
En estos sutiles términos hablaba la hechicera a Takion
Mas de nuevo cambió el rasero y maldad perversa, execrable crueldad
denunciaba indignada por doquier, aquí y allá inflamábase su corazón
Maldades veía por todas partes, mas no inseguridad
Multinicks surgían cubiertos por su manto, por doquier clones y trolls
feliz la hechicera reía con la redoblona, pues ver no quería tales patrañas
Mas ¡Ay! Cambió una vez más el rasero y del foro removió las entrañas
¿Acaso en mi inmensa sabiduría otorgué permiso a otros para ser multinicks?
Pues si no están cubiertos por mi sabiduría sabed que son perniciosos
Déjame abrirte los ojos decía la metiche con voz sibilina a Icácer
¿qué amistades tienes? ¿no ves acaso que usan lo que en privado cuentas?
¿cómo les tienes confianza? Déjame que te quite esas vendas
y sin vergüenza agregó: Varon, Sere, Boreal mirad qué sé de vosotros
¿no sabéis acaso que mi voluntad brilla por encima de todo principio?
Intimidades me confían, intimidades cuento ¿qué importa si fueron amigos?
Mas en mí podéis depositar vuestra inquebrantable confianza
Pues doy mi palabra que sólo traicioné a quién me pareció oportuno
Así habló Tardi mientras se agitaban por doquier sus descomunales pellejos
mas a tal punto ¡qué carajo! sólo la escuchaban las piedras y los necios
