Foro / Pareja

Dependencia emocional de un amigo

Última respuesta: 12 de marzo de 2013 a las 13:23
F
fiz_6321174
11/3/13 a las 1:32

Hola, me gustaría que alguien me aconsejara. Tengo un amigo del que tengo dependencia emocional. Mi vida gira alrededor de el. Siempre estoy preocupada por agradarle a él y muchas veces le apoyo o le acompaño en cosas que realmente ni me interesan sólo por estar con él. Si lo pienso fríamente en realidad me da igual. Pero mi instinto es intentar saber de él, aunque no me apetezca quedar con él, actúo como si yo misma me forzara. El caso es que hemos estado distanciados en varias ocasiones, pero siempre volvemos a retomar la amistad. Yo reconozco que llego a ser pesada con él, pero también a veces siento que él me falta al respeto, o hace burlas de mi delante de la gente, bromas que no me hacen gracia, y cuando yo le digo que me molestan me dice que no tengo humor. Y todo el día me esta corrigiendo. Sé que me aprecia porque dice que me quiere tal cual, pero a veces me gustaría que me tratara con respeto. Pero no es capaz de hacer nada por mi, no es capaz de hacer un favor. Cómo puedo hacer para recobrar su respeto? qué puedo hacer para que me tome en serio cuando quiero decirle algo que no quiero que me diga ya que él me dice que no tengo sentido del humor o que le monto números? y por último, cómo puedo hacer para no darle más importancia a él que a mi misma, no tener dependencia emocional y no sentirme culpable si le digo que no. gracias

Ver también

F
fiz_6321174
11/3/13 a las 2:12

Gracias por contestar
Muchas gracias por tus consejos.

M
maika_6136881
11/3/13 a las 17:55


Yo pienso que no sufres de dependencia, creo que estas metida en una situación mucho más compleja, y que no eres capaz de verla.

El no te aprecia, si no no te faltaria al respeto.
Deja de esperar que sea como debe ser, porque no lo hara, y no lo hara porque no quiere, simplemente juega contigo y se rie de ti.

En que eres pesada?

F
fiz_6321174
11/3/13 a las 18:16
En respuesta a maika_6136881


Yo pienso que no sufres de dependencia, creo que estas metida en una situación mucho más compleja, y que no eres capaz de verla.

El no te aprecia, si no no te faltaria al respeto.
Deja de esperar que sea como debe ser, porque no lo hara, y no lo hara porque no quiere, simplemente juega contigo y se rie de ti.

En que eres pesada?

Respuesta a pacienteingles
Realmente creo que soy pesada porque siempre estoy muy pendiente de lo que hace.Ahora mucho menos que hace tiempo. No quiero ser injusta porque en cierta forma ha cambiado su actitud hacia mi. Pero no valora mis criterios, se rie de mi y sobre todo tiene faltas de respeto, que si fueran al reves, nunca más me hablaría.. Lo que no entiendo es como sigo tan pendiente de esa persona y porque me siento culpable de ser yo misma y no poder pasar

M
maika_6136881
11/3/13 a las 18:33
En respuesta a fiz_6321174

Respuesta a pacienteingles
Realmente creo que soy pesada porque siempre estoy muy pendiente de lo que hace.Ahora mucho menos que hace tiempo. No quiero ser injusta porque en cierta forma ha cambiado su actitud hacia mi. Pero no valora mis criterios, se rie de mi y sobre todo tiene faltas de respeto, que si fueran al reves, nunca más me hablaría.. Lo que no entiendo es como sigo tan pendiente de esa persona y porque me siento culpable de ser yo misma y no poder pasar


Te sientes culpable? yo lo que pienso es que tienes miedo de hacerle daño, ofenderle...pero no le haras daño ni le ofenderas, porque a él le importas un rabano.

No te guies por lo que dice, si no por lo que hace...no te aprecia, y si no te aprecia puedes darle la vuelta a tu actitud cuantas veces quieras, aunque él haya cambiado para bien, eso no importa.

F
fiz_6321174
11/3/13 a las 18:52
En respuesta a maika_6136881


Yo pienso que no sufres de dependencia, creo que estas metida en una situación mucho más compleja, y que no eres capaz de verla.

El no te aprecia, si no no te faltaria al respeto.
Deja de esperar que sea como debe ser, porque no lo hara, y no lo hara porque no quiere, simplemente juega contigo y se rie de ti.

En que eres pesada?

Otra cosa
Antes m referia q ha cambiado de actitud en algunas cosas para mejor en otros aspectos sigue igual y yo no me siento bien por no ser firme.gracias

M
maika_6136881
11/3/13 a las 19:08
En respuesta a fiz_6321174

Otra cosa
Antes m referia q ha cambiado de actitud en algunas cosas para mejor en otros aspectos sigue igual y yo no me siento bien por no ser firme.gracias

Te entendi.
Te sientes mal porque tu si le aprecias.

Haz lo que consideres, cada persona es un mundo, y cada uno tiene su nivel de aguante. Cuando llegue el tuyo te daras cuenta.

Pero ni culpa ni gloria, él ya ha tenido tiempo para ser consciente de que te hace daño con su comportamiento, eres tu la que decide.

A
an0N_860633299z
11/3/13 a las 19:19

Enamorada
para mi, creo que estas enamorada... o por lo menos te gusta... yo también tengo un amigo muy cercano, lo celo y me cela, pero no tenemos dependencia del otro, ni hago sacrificios para estar con el... Y el no se, me confunde, por la forma en que te trata cualquier persona pensaría que no te quiere, pero no se porque yo pienso que deberías indagar, porque existen hombres que para no demostrar o para no darse cuenta de que tu le gustas tal vez te trate asi.

F
fiz_6321174
12/3/13 a las :12
En respuesta a an0N_860633299z

Enamorada
para mi, creo que estas enamorada... o por lo menos te gusta... yo también tengo un amigo muy cercano, lo celo y me cela, pero no tenemos dependencia del otro, ni hago sacrificios para estar con el... Y el no se, me confunde, por la forma en que te trata cualquier persona pensaría que no te quiere, pero no se porque yo pienso que deberías indagar, porque existen hombres que para no demostrar o para no darse cuenta de que tu le gustas tal vez te trate asi.

Enamorada
Muchas veces lo he pensado. Pero creo que no

F
fiz_6321174
12/3/13 a las :22

Gracias por contestar
Creo que tienes razón que necesitaría ayuda. Creo que en gran parte la responsabilidad es mía por no saber poner los límites. Espero poder actuar en consecuencia. Algo que me va a ayudar es que va a pasar varios meses fuera en Italia con una beca y eso me ayudará, pero ya hemos estado distanciados y siempre vuelvo.me siento un poco mal por no tener fuerza. gracias por los consejos

M
maika_6136881
12/3/13 a las 13:23

Te dejo este texto!!
Deja de culparte.


El complementario y su psicópata 1
Hugo R. Marietan2

"Uno son el torturador y el torturado. El torturador se equivoca, porque cree no participar en el sufrimiento; el torturado se equivoca, porque cree no participar en la culpa". Schopenhauer

Una manera de ser

Este tema está abordado desde el punto de vista clínico, por lo tanto, acentuaremos lo descriptivo.

La psicopatía es una manera de ser, es una personalidad, una variante de los tipos humanos. No es una enfermedad, sino una manera de ser atípica, infrecuente y estridente, por su patrón conductual que desentona, en ocasiones, con el patrón general de conducta de la comunidad.

El psicópata es una persona que tiene un comportamiento distinto porque tiene necesidades distintas que satisfacer. Por eso hace un uso particular de la libertad, crea códigos propios, repite patrones conductuales y tiene necesidades de estímulos intensos. Todo esto analizado desde una persona común que ve al psicópata como a alguien que está, en algunos aspectos de su conducta, desadaptado. El psicópata no tiene un tipo de conducta psicopática en el cien por ciento de su accionar, se muestra psicopáticamente en determinado tipo de relaciones.

Otra característica básica es la cosificación, que implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, desjerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo.

Finalmente, en el acto psicopático grave, el psicópata comete una acción de tal magnitud que ese solo hecho lo describe.

Modos de relación del psicópata

El psicópata tiene, al menos, tres modos de relacionarse psicopáticamente con el otro.

El asociativo: es cuando un psicópata entra en relación con otro psicópata. Este tipo de asociación se da cuando el proyecto que debe realizar lo supera ampliamente como individuo. La relación es tensa y el equilibrio se mantiene mientras persista el objetivo. Hay que recordar que estamos hablando de personas altamente narcisistas, egocéntricas; en consecuencia, el apego que puedan tener sólo lo justifica el objetivo.

El segundo modo de relacionarse con el otro es el tangencial, es decir, cuando el psicópata se encuentra con la víctima ocasional; cuando ejerce su psicopatía en función de una acción de tipo delictiva, una violación, una estafa, por ejemplo. Es un encuentro puntual.

Otro modo de relacionarse es el complementario: cuando el psicópata encuentra su complementario, o el complementario encuentra su psicópata. La relación es de doble vía y está lejos del preconcepto víctima-victimario; ambos participan activamente para mantener el vínculo. Considero que la persona que logra permanecer junto a un psicópata, no es otro psicópata, como habitualmente se entiende. Yo creo que el que más chance tiene de relacionarse y permanecer con un psicópata, es un neurótico. Estas relaciones son metaestables, se mantienen, pero con explosiones y desequilibrios a lo largo de todo su desarrollo.

El complementario

Insisto en aclarar lo descriptivo de esta exposición, que es extracto de mi experiencia con tratamientos de complementarios que conviven con psicópatas.

Se observa que se forma un circuito psicopático persistente; y pienso que ningún sistema permanece si no cubre una necesidad.

El tipo de necesidad que satisface el complementario con el psicópata, o el tipo de anclaje que hace que esa relación se mantenga, no tiene su base en la lógica, sino en lo irracional.

Cuando se atiende a estas personas lo primero que florece en el discurso es la queja. El complementario utiliza el escenario de la relación terapeuta-paciente para transmitir su queja. No son quejas comunes, son quejas sobre humillaciones, descalificaciones, incluso agresiones físicas. La forma de presentar la queja varía desde la justificación ("Yo lo provoqué"), la minimización ("Me golpeó, pero no es nada"), el detallismo (el detenerse morosamente en describir cada acción), hasta la búsqueda de conmiseración ("¡Cómo me hace sufrir!, ¿verdad?").

El disfrute secreto

Desde la lógica común, uno se pregunta ¿qué hace esta persona con este psicópata? ¿Qué beneficios saca para continuar en esta relación? Razonando con parámetros lógicos comunes, no se comprende la permanencia de esa pareja. Aún si se analizan con el complementario las circunstancias que llevaron a hechos agresivos, y la manera de prevenirlos, éstos se repiten. Con esto quiero decir que el hacer razonar, el esclarecimiento del porqué suceden las cosas, en este caso, no sirve, porque el anclaje está en lo irracional.

El complementario muchas veces da la impresión de que se relaciona con el psicópata a través de la angustia, o sea que, siguiendo esta premisa, el anclaje sería displacentero. Pero, después de ver a muchos de estos pacientes complementarios, yo pienso que el anclaje es el disfrute, pero no el disfrute del sufrimiento. Es un disfrute inefable y donde el sufrimiento es un efecto secundario de ese disfrute. La persona complementaria nos trae la queja, nos muestra el precio del goce, nos muestra el "chichón"3.

Este tipo de disfrute es secreto, en el sentido de que suele ser desconocido (conscientemente) para el complementario, y a veces también para el psicópata. Pero hay algo allí que los une; tal vez en la animalidad, en lo irracional, haya un goce.

En ocasiones, por el discurso que tienen los complementarios, suelen relacionarlo con algún tipo de disfrute especial, con el sexo por ejemplo; pero eso no consigue justificar el pagar el precio de las humillaciones, las descalificaciones, la baja de la autoestima, el deterioro de su persona. Algunos logran captar que con el psicópata pudieron desinhibir sus represiones; logran realizar lo prohibido.

Inmodificables

Otra característica del psicópata que se debe tener en cuenta es su impermeabilidad a las modificaciones. El psicópata es una persona que puede tolerar mucha presión, puede aguantar castigos, y aún así mantenerse en una posición. Esto obliga al complementario a doblegarse, porque la posición del otro es irreductible; lo pone en la opción de: "es esto o nada"; "tómalo o déjalo... si puedes". El complementario termina luchando, no contra el psicópata, que es inmodificable, sino contra sí mismo, contra su conciencia del propio valor. Y se obliga a doblegarse. Este obligarse a hacer, en el que ve menoscabada su persona, es altamente doloroso. Pero es mayor el sufrimiento que provoca la no presencia del psicópata, esto hace que el complementario pague la factura y continúe con la relación.

La regla de oro que mantiene este vínculo es la formula: "con él estoy mal, pero sin él estoy peor". Entre mal y peor, está el disfrute.

Códigos propios

Si se conversa en profundidad con estas personas, se verá que entre el psicópata y su complementario se establecen códigos propios, señas, gestos, que hacen que modifique la conducta del otro. Una paciente me decía: "mi padre me mira de esa forma y yo ya sé lo que debo hacer". Otra paciente decía: "yo lo seguía por detrás, no quería que estuviera a su lado para no comprometerse; sin embargo, por su forma de caminar yo sabía si tenía que pararme o si tenía que estar a un costado o donde sea".

Autoestima socavada

El complementario tiene la autoestima socavada. Uso el término "socavada" porque la erosión que hace el psicópata sobre el complementario no suele ser una acción grotesca y brutal, sino que, al contrario, puede ser muy por debajo y sutil; va descalificando, desmereciendo, creándole inseguridades (es un juego de un "premio y tres castigos", en donde no se sabe cuando llega el premio y cuando el castigo, ni por qué) hasta que la autoestima del complementario termina socavada. Decía una consultante: "Yo antes no era así de insegura. Tenía trabajo, proyectos, iniciativa; me manejaba sola. Ahora necesito preguntar todo, hasta las pavadas. Él, a todos mis planes y posturas, le encontraba un pero, un motivo de crítica, un lado negativo. No era agresivo, me hacía razonar, y al final terminaba adoptando su criterio y pensando que mi forma de encarar las cosas era la de una tonta".

El psicópata no se pasa pensando qué hacer para que el complementario haga tal cosa o tal otra, o qué hacer para descalificarlo y bajar su autoestima. Ni se lo plantea; no es un estratega ni un diseñador de conductas. Es como es. Le sale espontáneamente ese tipo de conducta que finalmente termina haciendo sentir desvalorizado al complementario.

Asimetría intolerable

Se establece una marcada asimetría en cuanto a la consideración del otro. El psicópata ve al otro como una cosa de su pertenencia, a su disposición y sin necesidad de una lógica que fundamente esta postura. Debe ser así y punto. El complementario se considera a sí mismo y a su pareja, como persona. No sabe que está con un psicópata. Pueden parecerle raras algunas conductas, pero no puede salir fuera del sistema para evaluar y concluir: "es un psicópata". Por considerarlo un igual es que hace el razonamiento equivocado: "no entiendo por qué hizo esto, yo en su lugar...". Y sufre pensando en un error o esperando una disculpa; quiere ser considerado por el psicópata como una persona, lo cual es una ilusión, algo imposible de lograr. No se puede comprender, empáticamente, la mente de un psicópata.

Contacto cero

¿Cuál es nuestro rol, como terapeutas, en este tipo de relaciones? Cuando el anclaje es fuerte no se puede hacer nada. Cuando se rompe el vínculo generalmente es porque el psicópata deja a su pareja, siendo ésta la posibilidad que tiene el complementario de salir del sistema. Del lo contrario es muy difícil. La otra forma es cuando el hartazgo es muy fuerte en el complementario, o sea que el sufrimiento supera ampliamente a los beneficios que obtiene de su psicópata. Aquí es cuando el complementario pide ayuda. La intervención del terapeuta en este caso, al ser un tipo de relación atípica, debe ser también atípica. No se puede tratar de manera estándar un vínculo que no lo es.

La regla básica cuando se quiere mantener la separación entre un psicópata y un complementario es el "contacto cero", dado que el anclaje es irracional y apenas se avistan se vuelve a rearmar el circuito psicopático. El terapeuta debe ser creativo y ocupar un papel más activo que el standard para ampliar las posibilidades del complementario.

El límite de las palabras

Ni las palabras, ni las argumentaciones, sirven, ya que el psicópata es buen manejador de las palabras, un mentiroso, y suele ser muy convincente, sobre todo con alguien que desea fuertemente ser convencido, como es el complementario.

Algunas indicaciones que pueden dar resultados son: hacer docencia, que la persona logre entender las características del psicópata; levantar la autoestima, lograr el contacto cero, fortificar lo afectivo con antidepresivos y ansiolíticos (separarse del psicópata produce algo paradójico: alivio y muchísima angustia a la vez).

La manipulación por el agobio

Si el complementario trata de salir del circuito psicopático, como "la cosa" le pertenece al psicópata, éste la persigue psicopáticamente. Por ejemplo, contaba una consultante: "Iba al trabajo y al mirar por la ventana, lo veía en la calle; trataba de hacer una salida nocturna y en el mismo lugar aparecía él; o al llegar a la madrugada lo encontraba en la puerta esperándome". El temor a encontrárselo en cualquier parte, a cualquier hora, terminó confinándola en su casa, y aún así la atormentaba por teléfono y con cartas. Es un agobio y presión de tal naturaleza, que genera mucha angustia, por lo cual se utilizan recursos que fueron motivo de charlas anteriores.

El después

¿Qué pasa una vez que el complementario se desliga del psicópata? La experiencia muestra que no vuelve a ser la misma persona después de haber pasado por un psicópata. Una vez que se separa, se trata de que forme nuevos contactos. Pero éstos, si son normales, resultan aburridos, insulsos, poco estimulantes. Puede pasar mucho tiempo antes de conseguir una nueva pareja. Esto dificulta el distanciamiento con el psicópata. A veces logran armar otra pareja con armonía inicial que luego resulta ser otro psicópata. Por lo tanto, una persona que pasó por la experiencia de un psicópata nunca vuelve a ser como antes y sus gustos tampoco serán los mismos. ¿Qué se puede esperar después de haber satisfecho necesidades profundas? ¿La sed, el recuerdo?

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