Regalale mi carta
Querida chica que se fue:
Sabías perfectamente en qué te estabas metiendo. Él te dijo que era bueno. Confió en ti rápidamente y te dio todo lo que pudo.
El chico bueno piensa que está haciendo bien las cosas. Él estuvo ahí cuando lo necesitaste e hizo de todo para asegurarse de que supieras cuánto puedes importarle a alguien más.
Vivimos en una generación en la que todos tenemos que usar máscaras y hacer roles para sobrevivir el campo de batalla que es la vida romántica en el siglo 21. No hay tal cosa como darle todo lo que tienes.
Jugamos a estos juegos donde estar disponible sólo puede pasar a veces, y jugar a hacerse la difícil es nuestra prioridad número uno. ¿Por qué?
Pensaba que la meta final era eventualmente sentar cabeza. Quiero decir ¿cuál es el punto de tener citas si no quieres que lleguen a ningún lado? Si una relación de una noche es lo que estás buscando, deja a los chicos buenos solos y juega dentro de los niveles que te pones a ti misma.
Ahórrate tiempo y energía porque el chico bueno no va a hacerte abandonarlo fácil. Al chico bueno le importa, así que va a conseguir tu explicación aunque sepa que será un montón de mentiras.
Muchas chicas dicen que les gustan los imbéciles porque son un desafío (y se le llama imbécil al que te lastimó y creyó que en otro lado, existía algo mejor, como para cambiarte, dejarte por un tiempo u olvidarte). Sin embargo, ¿alguna vez has pensado que quizás tú eres la que necesita aprender lo que realmente significa sentir de nuevo?
Pasaste por algo, al igual que todos nosotros, y por eso es que cambiaste. Es normal y un corazón roto pasa, pero el imbécil no arregló lo que hizo. Lo dejó exactamente igual o lo hizo peor. Su prioridad no eras tú y tampoco podías serlo, el dicho nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido es falso y debes aceptarlo con madurez y dejar de engañarte, se fue en busca de algo mejor, no se le dio y quizá regrese para tomar aquello que tuvo seguro y que ahora le falta, más nada te garantiza que vuelva a pasar. Así que ahora te cierras a cualquier cosa que sea remotamente más satisfactoria que un romance de una noche o incluso te manejas con temporalidad.
No me negarás que el imbécil fue divertido y que te hizo vibrar y fueron mágicos los momentos, duraron años, meses, etc.
De hecho, el imbécil tiene algo encantador. Es el carisma con el que justificas tu persecución por él (aunque lo niegues, mentalmente lo haces e imaginas encuentros y reconciliaciones que consideras posibles por tu falta de darte valor). Tú dices él tiene algo. Sin embargo, es probablemente del mismo calibre que el que terminó hiriéndote la vez pasada.
Así que tratas de alejar al chico bueno. Cuando no se fue, lo empujaste más fuerte. Y aún así, no se rindió y cada vez que lo empujabas más fuerte, él tiraba aún más.
Ignoró tus miedos y te forzó a crecer. Peleó por tus pasiones cuando tú estabas muy ocupada dejándolas de lado. Olvidó lo que querías y se concentró en lo que necesitabas. Y luego tú te fuiste porque él era muy bueno.
Te dio mucho de todo lo que querías, y la vida se puso muy fácil. Querías de vuelta aquello que tenías, pero pregúntaselo a cualquiera, (no hay mejor conciencia que la de tu madre) nada en esta vida se repite dos veces, (¿Cómo se le puede llamar a alguien que confía de nuevo en una persona que lo defraudo?) como si todo en la vida no te prometiera un viaje eterno de eso mismo. Aquí es donde fallaste.
El chico bueno salió herido también, pero seguirá siendo bueno (créemelo). Es su esencia y está hecho para ofrecer eso, a lo que tu respondes no estoy lista para recibir y ofrecer de nuevo amor Aprendió y sabe que gente diferente va a darle cosas diferentes en la vida. El chico bueno también elegirá no dejar que nadie cambie su forma de ser.
Así que te dejó o te dejará ir y terminará el día. Todos siempre dicen que hay muchos peces en el mar, y te dejará ir sabiendo esto, aunque duela.
Lo que no sabes es que ese alguien más está ahí afuera, y ella no va a ser tan tonta como tú.
Responderás que entonces, si es así, aceptarás el trasfondo de tus actos y asumirás las consecuencias, pero atención mujer, no se trata de eso, lo importante es que te estas negando a algo con grandes maravillas por no vivir y estar atenta a tu realidad con madurez.
Cuando te des cuenta de que todo lo que en verdad quieres es al chico bueno al que le importabas demasiado, va a ser muy tarde. Alguna otra chica va a ser capaz de ver lo grandioso que es y no va a perder ni un minuto.
Así que perdiste a tu Ted Mosby y tú para él eras su Robin, te lo juro. Los chicos buenos están ahí para darte un descanso, una entrada a algo más que los juegos con los que identificamos a nuestra generación.
Puede que te haya amado muy pronto y todo haya sido muy loco y simplemente demasiado, pero los chicos como Mosby no pasan todos los días. No pasan nunca. Él te dio la corneta azul, y te hizo sentir amor cuando amor ya no era parte de tu vocabulario. En ese momento decías te quiero de nuevo y recordando cómo se sentía.
Él era el tipo con el que se supone un día querrás llegar a la meta, quien hace que todo cambie. Solo desearía que lo veas antes que alguna otra chica lo haga.
Sinceramente,
Una chica que llegó tarde