Depende...
Depende de cual sea el problema de fondo. Siempre hay un problema de fondo, uno solo, muy concreto, la dificultad reside en que la mayoría de las veces, ese problema no se ve. Cuando hay discusiones que no llevan a ningún punto en concreto, cuando se le da mil vueltas, ambos tragan, aguantan, y al cabo de poco vuelta a empezar con discusiones, y parece imposible salir de ahí, el tema está en que no se está mirando al problema real. Se está mirando a otra parte. Cuando se investiga donde está el problema de fondo, la solución se encuentra en seguida, y se deja de discutir, ya sea porque se dan cuenta de que deben romper, o bien porque "se dieron cuenta" de cual fue el error real que "cometí" o que "cometió" el otro. Normalmente, uno tiende a culpar al otro, y casi siempre la culpa es de los dos, de ahí que el problema real "se esconda", ya que uno se limita a mirar "lo malo del otro" y se encabezona en el "yo tengo razón y siempre la voy a tener", y no ve "el error propio".