Foro / Pareja

Corazón dividido

Última respuesta: 26 de abril de 2007 a las 9:49
I
ingrid_5813248
26/4/07 a las 5:34

Hola:


Necesito poder decirle esto a alguien.

Estoy casada desde hace más de 10 años y tengo un hijo. Mi marido es maravilloso, el mejor hombre que he conocido, pero (siempre hay un pero) hace unos años tuvimos una crisis muy importante. Yo necesité psicólogo y pastillas para superarla. Un amigo me apoyó en esos momentos y a partir de entonces yo empecé a sentir algo por él. Sin embargo siempre he sido muy consciente de que todos somos estupendos en el rato que dura un café o una cena y de que a pesar de que nos llevamos genial y de que entre nosotros hay una complicidad maravillosa, el día a día sería devastador...

El caso es que este amigo y yo hablábamos por el messenger de manera habitual y poco a poco las conversaciones fueron cada vez más íntimas, más sexuales... Hasta llegar a masturbarnos cada uno en su casa leyendo los mensajes del otro. De ahí pasamos al teléfono móvil, los sms primero y luego las conversaciones de viva voz. Nunca nos hemos besado, ni tocado y mucho menos hemos tenido relaciones. Él también tiene mujer, ir más allá es algo que simplemente no podemos hacer. Luego sería horrible para los dos aunque nadie más lo supiera.

Yo he pasado con él por todos los estadios: al principio estaba enamorada como una quinceañera, luego, cuando empezamos con las conversaciones, la cosas pasó a algo más físico, pero siempre he sentido algo por él que iba más allá del cariño a un amigo....


Al principio él simplemente sentía una atracción física por mí, pero ahora (después de 4 años así, con este tipo de conversaciones), hace unos días quedamos para tomar un café y me confesó que cuando hablaba conmigo sentía mariposas en el estómago. Esto ha sido depués de estar unos meses sin tener conversaciones "subidas de tono", intentando tener una relación unicamente de amistad, intentando ser buenos. La verdad es que cuando decidimos dejar estas conversaciones ya estábamos al rojo vivo. Cuando nos veíamos la necesidad de tocar al otro y abrazarle era casi insoportable (a pesar de ello nunca lo hemos hecho). El caso es que durante estos meses yo he procurado olvidar todo el tema y ahora, con su "confesión" ha sido como abrir las compuertas de una presa.

Lo increíble de todo esto es que adoro a mi marido y también le quiero a él. Mi marido cubre parcelas que él no cubriría nunca y con él tengo una complicidad y una sincronía que creo que jamás he tenido con mi marido.

No quiero ni plantearme dejar a mi marido, le adoro, es maravilloso, me adora pero, ¿cómo es posible estar así? Siento que soy infiel a mi marido aunque nunca haya habido el más mínimo contacto.

Tengo el corazón dividido.




Ver también

I
ingrid_5813248
26/4/07 a las 9:49

Para atukas
Gracias por responderme.

A veces siento que efectivamente ya estoy siendo infiel, pero otras veces pienso que no, que esto sólo ha sido, sólo es un juego, con fuego, peligroso, pero un juego. De verdad que hemos tenido oportunidades de "echar el polvo del siglo" ,como dices tú, y no lo hemos hecho. Los dos somos conscientes de que luego no nos podríamos ni ver, no va con nosotros hacer algo así y, además, no queremos arruinar la amistad que tenemos porque por encima de todo somos Amigos ... pero nuestra conciencia si tolera el fantasear con hacerlo. Como nos decían de pequeños: hay pecados de pensamiento, de palabra, de obra y de omisión. El mio, el nuestro, es sobre todo de pensamiento y también de palabra.

Tienes toda la razón en lo que dices: algo le falta a mi matrimonio para que yo haga esto... Soy consciente de que una fantasía nunca tiene defectos y la realidad del día a día es dura, a veces muy dura. No es lo mismo imaginarse la escena romántica o de sexo de una peli que poner lavadoras, hacer la compra, llevar a los niños al cole, ir a trabajar, etc... Al final, lamentablemente, la rutina, las obligaciones, el cansancio pesan como una losa en la vida de una pareja, pero también es cierto que a veces el otro da por supuesto que estamos/estaremos ahí para siempre, pase lo que pase y haga lo que haga. No te creas que no me he esforzado en devolverle a la relación con mi marido las cosas que echo en falta: el romanticismo, el entusiasmo, el pensar en el otro a cada minuto..., pero de nada sirve esforzarse si el otro está instalado en el sillón de la rutina, del "la tengo conquistada y no hace falta hacer más". Me resulta duro intentar hacer que la llama sea más viva y sólo recibir jarras de agua fría como contestación a mis esfuerzos... Tal vez por eso esta tontería se está prolongado tanto en el tiempo, porque cuando mi marido me responde mal y le llamo a él, él nunca lo hace... por muy terrible que esté siendo su día.


Muchas gracias por tus consejos y por compartir conmigo lo que te ha pasado.

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ISDIN Si-Nails

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