Lo repito porque Vivaelamor no me ha respondido en su charla.
Llevaba todo el día deseando llegar a casa, nuestras continuas conversaciones telefónicas me habían dejado bien calentita y húmeda.
Cuando me lo susurra al teléfono con tantas ansias, correría hasta casa si me fuera posible. Pero al llegar a casa no pude esperar lo que me tenía preparado, casi no me dejó ni saludarle.
Rápidamente me dio la vuelta bruscamente y me puso contra la puerta, dominándome como a mi me gusta, sentirle por detrás, su respiración excitada en mi cuello. No paraba de toquetearme todo el cuerpo, presionando todos los puntos que me hacían encenderme aún más. Me lamía el cuello y la nuca, erizándome los pechos y dándome un cosquilleo desde los pezones hasta el clítoris. Me tenía acorralada y me encantaba. De no haber estado cachonda toda la tarde, me hubiera parecido brusco, pero con tanto deseo, no podía evitar que el fuego me recorriera por dentro, sintiendo sus manos aprisionando mis pechos y mi culo.
Sus manos agitadas casi no alcanzaban a quitarme la ropa, así que no paró de intentarlo, incluso rompiéndola, pero no me importaba, no estaba dispuesta a interrumpir tan grato recibimiento.
Tan húmeda como estaba, no me importó que fuera tan rápido al grano, pero al principio me sorprendió y tuve que gritar, ummmm de placer claro.
Me embestía sin parar contra la puerta y yo jadeaba fuertemente ah, ah,ah . Podía imaginarme a la vecina escuchándonos tras la puerta.
Me encanta cuando se pone machito y sentirme sólo suya. Quería girar la cabeza, para verle la cara, girarme para sobarle yo también, pero no me dejaba ni moverme. Notaba su p0lla tan dura y caliente ummm. Cuando me la mete así desde atrás, a veces me apetece que me la meta en el culo, pero empezó a acariciarme el clítoris mientras me embestía y olvidé cualquier otra cosa. Cada vez sus movimientos eran más intensos, así como su respiración. Era él el que me sostenía en pie, porque mis piernas flojeaban, no podía sujetarme por mi misma, la presión que hacía su miembro en mi interior me estaba haciendo llegar y sus jadeos me mostraban que él también, oirlo así fue el detonante de un magnífico orgasmo y sentí como es esparcía en mi interior y también noté que yo eyaculaba.
