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Bloqueo emocional

Última respuesta: 26 de junio de 2019 a las 22:17
T
titina_18426065
26/6/19 a las 21:37

Hola,

acabo de registrarme porqué me gustaría saber vuestra opinión sobre lo que me está pasando, ya que estoy desconcertada. Os cuento mi historia.

Hace 14 años conocí a un chico que me impactó enormemente. Formalmente era mi contrario: tímido y nada sociable, solitario, brusco, de aspecto asalvajado y descuidado, triste, con baja autoestima y una vida desestructurada. Y bebía mucho. Estaba a la deriva, parecía que nada le importaba. También era enormemente atractivo.
Teníamos que relacionarnos durante unos meses y empezamos a  conversar y a conocernos.
Aunque no lo compartía entendí el por qué de su actitud ante la vida. Ésta no le había sonreído en absoluto y le daba igual todo.
Además de atracción física, empecé a tener sentimientos hacia él de ternura y compasión, y aunque tan diferentes, interiormente iba descubriendo que éramos muy, muy parecidos.
Me enamoré locamente, y aún con mucho vértigo, me lancé a la piscina.

Y empezaos una relación muy apasionada, de mucho amor y respeto, comprensión y compañerismo. Y dejó de beber. Era sin embargo una relación atípica. Yo tenía mi vida social, sin él, y mi paraíso íntimo, casi clandestino, con él.
Sabía que no podría convivir con él porque mi sistema de vida era antagónico al suyo. Los dos éramos conscientes y teníamos este acuerdo de manera muy natural.

Hace un par de años empecé a cuestionarme seriamente nuestro futuro. Sabía que la convivencia mataría esta relación tan mágica y especial, pero esta situación se me hacía ya rutinaria. Por otro lado empezaban a molestarme algunas cosas de él. Tampoco mucho, pero algo. Empecé a pensar que me estaba desenamorando y que quizás nuestra historia de amor estaba llegando a su fin. Ésto me creaba mucha angustia, tanto por lo que significaba  como por un nuevo sentimiento de culpa y tristeza si decidía terminarlo. Luego lo veía y pensaba que no era capaz de terminar con él, no podía, ni por él, ni porque no imaginaba mi vida sin él.

Y hace seis meses me dejó. De golpe. Así, sin más. He conocido a otra, me dijo. Lo siento. Y desapareció de mi vida.

Después de shock inicial pensé: aunque estés muy triste, deberías sentirte liberada, aliviada. Ya no era lo mismo, y ha sido él. Pasarás el duelo pero sin sumarle la angustia del sentimiento de culpa.

Y no, no es así. Llevo seis meses llorando. He hecho y hago muchos esfuerzos para superarlo, a todos los niveles. He estado visitando a una terapeuta que me ha dicho que ya no puede hacer más por mi. Estoy mucho mejor, pero sigo llorando.

Agradezco vuestro tiempo y paciencia en leer ésto. Y si os apetece me gustaría saber vuestra opinión.

Gracias

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La respuesta más útil

G
gixane_13500453
26/6/19 a las 22:01
En respuesta a titina_18426065

Hola,

acabo de registrarme porqué me gustaría saber vuestra opinión sobre lo que me está pasando, ya que estoy desconcertada. Os cuento mi historia.

Hace 14 años conocí a un chico que me impactó enormemente. Formalmente era mi contrario: tímido y nada sociable, solitario, brusco, de aspecto asalvajado y descuidado, triste, con baja autoestima y una vida desestructurada. Y bebía mucho. Estaba a la deriva, parecía que nada le importaba. También era enormemente atractivo.
Teníamos que relacionarnos durante unos meses y empezamos a  conversar y a conocernos.
Aunque no lo compartía entendí el por qué de su actitud ante la vida. Ésta no le había sonreído en absoluto y le daba igual todo.
Además de atracción física, empecé a tener sentimientos hacia él de ternura y compasión, y aunque tan diferentes, interiormente iba descubriendo que éramos muy, muy parecidos.
Me enamoré locamente, y aún con mucho vértigo, me lancé a la piscina.

Y empezaos una relación muy apasionada, de mucho amor y respeto, comprensión y compañerismo. Y dejó de beber. Era sin embargo una relación atípica. Yo tenía mi vida social, sin él, y mi paraíso íntimo, casi clandestino, con él.
Sabía que no podría convivir con él porque mi sistema de vida era antagónico al suyo. Los dos éramos conscientes y teníamos este acuerdo de manera muy natural.

Hace un par de años empecé a cuestionarme seriamente nuestro futuro. Sabía que la convivencia mataría esta relación tan mágica y especial, pero esta situación se me hacía ya rutinaria. Por otro lado empezaban a molestarme algunas cosas de él. Tampoco mucho, pero algo. Empecé a pensar que me estaba desenamorando y que quizás nuestra historia de amor estaba llegando a su fin. Ésto me creaba mucha angustia, tanto por lo que significaba  como por un nuevo sentimiento de culpa y tristeza si decidía terminarlo. Luego lo veía y pensaba que no era capaz de terminar con él, no podía, ni por él, ni porque no imaginaba mi vida sin él.

Y hace seis meses me dejó. De golpe. Así, sin más. He conocido a otra, me dijo. Lo siento. Y desapareció de mi vida.

Después de shock inicial pensé: aunque estés muy triste, deberías sentirte liberada, aliviada. Ya no era lo mismo, y ha sido él. Pasarás el duelo pero sin sumarle la angustia del sentimiento de culpa.

Y no, no es así. Llevo seis meses llorando. He hecho y hago muchos esfuerzos para superarlo, a todos los niveles. He estado visitando a una terapeuta que me ha dicho que ya no puede hacer más por mi. Estoy mucho mejor, pero sigo llorando.

Agradezco vuestro tiempo y paciencia en leer ésto. Y si os apetece me gustaría saber vuestra opinión.

Gracias

Esque bueno chica hasta tu ego se vio afectado pues tu sintiendo que sin él no podías vivir y que le hacías un favor al seguir pese a todo y resultó que él no solo puede vivir sin ti sino que ya hasta está enamorado de otra y él si pudo terminarte tan fácilmente, se te adelantó.

Y nada, ya te dejó atrás, ahora te queda pasar tu duelo de la mejor forma y pensar que de todas maneras consideraste dejarlo anteriormente y mejor busca una pareja que no solo tenga físico y te provoque ternura o compasión si no que sea compatible contigo y con tus planes a futuro. No te enganches a hombres problema, o con vicios , nunca termina bien. 
 

G
gixane_13500453
26/6/19 a las 22:01
Mejor respuesta
En respuesta a titina_18426065

Hola,

acabo de registrarme porqué me gustaría saber vuestra opinión sobre lo que me está pasando, ya que estoy desconcertada. Os cuento mi historia.

Hace 14 años conocí a un chico que me impactó enormemente. Formalmente era mi contrario: tímido y nada sociable, solitario, brusco, de aspecto asalvajado y descuidado, triste, con baja autoestima y una vida desestructurada. Y bebía mucho. Estaba a la deriva, parecía que nada le importaba. También era enormemente atractivo.
Teníamos que relacionarnos durante unos meses y empezamos a  conversar y a conocernos.
Aunque no lo compartía entendí el por qué de su actitud ante la vida. Ésta no le había sonreído en absoluto y le daba igual todo.
Además de atracción física, empecé a tener sentimientos hacia él de ternura y compasión, y aunque tan diferentes, interiormente iba descubriendo que éramos muy, muy parecidos.
Me enamoré locamente, y aún con mucho vértigo, me lancé a la piscina.

Y empezaos una relación muy apasionada, de mucho amor y respeto, comprensión y compañerismo. Y dejó de beber. Era sin embargo una relación atípica. Yo tenía mi vida social, sin él, y mi paraíso íntimo, casi clandestino, con él.
Sabía que no podría convivir con él porque mi sistema de vida era antagónico al suyo. Los dos éramos conscientes y teníamos este acuerdo de manera muy natural.

Hace un par de años empecé a cuestionarme seriamente nuestro futuro. Sabía que la convivencia mataría esta relación tan mágica y especial, pero esta situación se me hacía ya rutinaria. Por otro lado empezaban a molestarme algunas cosas de él. Tampoco mucho, pero algo. Empecé a pensar que me estaba desenamorando y que quizás nuestra historia de amor estaba llegando a su fin. Ésto me creaba mucha angustia, tanto por lo que significaba  como por un nuevo sentimiento de culpa y tristeza si decidía terminarlo. Luego lo veía y pensaba que no era capaz de terminar con él, no podía, ni por él, ni porque no imaginaba mi vida sin él.

Y hace seis meses me dejó. De golpe. Así, sin más. He conocido a otra, me dijo. Lo siento. Y desapareció de mi vida.

Después de shock inicial pensé: aunque estés muy triste, deberías sentirte liberada, aliviada. Ya no era lo mismo, y ha sido él. Pasarás el duelo pero sin sumarle la angustia del sentimiento de culpa.

Y no, no es así. Llevo seis meses llorando. He hecho y hago muchos esfuerzos para superarlo, a todos los niveles. He estado visitando a una terapeuta que me ha dicho que ya no puede hacer más por mi. Estoy mucho mejor, pero sigo llorando.

Agradezco vuestro tiempo y paciencia en leer ésto. Y si os apetece me gustaría saber vuestra opinión.

Gracias

Esque bueno chica hasta tu ego se vio afectado pues tu sintiendo que sin él no podías vivir y que le hacías un favor al seguir pese a todo y resultó que él no solo puede vivir sin ti sino que ya hasta está enamorado de otra y él si pudo terminarte tan fácilmente, se te adelantó.

Y nada, ya te dejó atrás, ahora te queda pasar tu duelo de la mejor forma y pensar que de todas maneras consideraste dejarlo anteriormente y mejor busca una pareja que no solo tenga físico y te provoque ternura o compasión si no que sea compatible contigo y con tus planes a futuro. No te enganches a hombres problema, o con vicios , nunca termina bien. 
 

R
rababe_13032303
26/6/19 a las 22:17
Mejor respuesta
En respuesta a titina_18426065

Hola,

acabo de registrarme porqué me gustaría saber vuestra opinión sobre lo que me está pasando, ya que estoy desconcertada. Os cuento mi historia.

Hace 14 años conocí a un chico que me impactó enormemente. Formalmente era mi contrario: tímido y nada sociable, solitario, brusco, de aspecto asalvajado y descuidado, triste, con baja autoestima y una vida desestructurada. Y bebía mucho. Estaba a la deriva, parecía que nada le importaba. También era enormemente atractivo.
Teníamos que relacionarnos durante unos meses y empezamos a  conversar y a conocernos.
Aunque no lo compartía entendí el por qué de su actitud ante la vida. Ésta no le había sonreído en absoluto y le daba igual todo.
Además de atracción física, empecé a tener sentimientos hacia él de ternura y compasión, y aunque tan diferentes, interiormente iba descubriendo que éramos muy, muy parecidos.
Me enamoré locamente, y aún con mucho vértigo, me lancé a la piscina.

Y empezaos una relación muy apasionada, de mucho amor y respeto, comprensión y compañerismo. Y dejó de beber. Era sin embargo una relación atípica. Yo tenía mi vida social, sin él, y mi paraíso íntimo, casi clandestino, con él.
Sabía que no podría convivir con él porque mi sistema de vida era antagónico al suyo. Los dos éramos conscientes y teníamos este acuerdo de manera muy natural.

Hace un par de años empecé a cuestionarme seriamente nuestro futuro. Sabía que la convivencia mataría esta relación tan mágica y especial, pero esta situación se me hacía ya rutinaria. Por otro lado empezaban a molestarme algunas cosas de él. Tampoco mucho, pero algo. Empecé a pensar que me estaba desenamorando y que quizás nuestra historia de amor estaba llegando a su fin. Ésto me creaba mucha angustia, tanto por lo que significaba  como por un nuevo sentimiento de culpa y tristeza si decidía terminarlo. Luego lo veía y pensaba que no era capaz de terminar con él, no podía, ni por él, ni porque no imaginaba mi vida sin él.

Y hace seis meses me dejó. De golpe. Así, sin más. He conocido a otra, me dijo. Lo siento. Y desapareció de mi vida.

Después de shock inicial pensé: aunque estés muy triste, deberías sentirte liberada, aliviada. Ya no era lo mismo, y ha sido él. Pasarás el duelo pero sin sumarle la angustia del sentimiento de culpa.

Y no, no es así. Llevo seis meses llorando. He hecho y hago muchos esfuerzos para superarlo, a todos los niveles. He estado visitando a una terapeuta que me ha dicho que ya no puede hacer más por mi. Estoy mucho mejor, pero sigo llorando.

Agradezco vuestro tiempo y paciencia en leer ésto. Y si os apetece me gustaría saber vuestra opinión.

Gracias

Fue una relación de 14 años, con su carga correspondiente de sentimiento, costumbre, apego y dependencia. Seis meses me parece muy poco para un duelo de esa magnitud. Tienes muchos años y experiencias que llorar. Tienes que descubrir tu amor en tu dolor para liberarte: aceptar que si te deja es para buscar su felicidad y que eso es bueno para ambos, pues esa felicidad ya no estaba en el uno con el otro. Aceptar una perdida importante lleva tiempo y no puede acelerarse. Sí puede ayudar el buscar ocupaciones para no estar las 24 horas dándole vueltas, cambiar de aires, ver otros mundos, otros paisajes, hacer un voluntariado, aprovechar para explorar lugares desconocidos de ti misma y avanzar así hacia una nueva etapa de tu vida. Ánimo, es duro.

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