...puedo hablar de aquella historia en la que fui "la otra" con la paz, la tranquilidad y la visión que da el paso del tiempo....Ahora desde algo más cerca puedo hablar con la misma serenidad de esa historia reciente en que fui "la engañada"...
...Yo también me enamoré de "un casado", vi en el al hombre que tanto había esperado, vi en nuestra historia un amor "especial", yo también dije todas esas frases bonitas, busqué todas las justificaciones a su conducta y todas las justificaciones a lo que yo estaba haciendo...Fui muy feliz a mi manera/a su manera, y fui muy infeliz a momentos (los de solitud, los de pensar en que no estaba conmigo...)...Justificaba sus ausencias, justificaba lo injustificable..Llegó un momento en que era más el dolor que la felicidad y entonces lo dejé...
...Y al cabo de un año, conocí a alguien y al poco tiempo tuve que enfrentarme a la confesión de que me había sido infiel...Y volví a sufrir pero desde la otra postura...Y entonces comprendí que el dolor que sentía cuando no podía estar con "mi amado-amante" no podía compararse nunca al que se siente cuando te "engañan", cuando violan la "confianza", una "promesa", unas palabras tan sencillas como "quiero estar contigo"...Y entonces comprendí que mi dolor, fruto de un engaño en una relacion de escaso tiempo, tampoco tenía comparación con el que podría sentir una persona que tras años de relación y proyectos en común pudiera sentir al saberse "engañada"...
...Aprendí la lección, entonces me di cuenta de que lo que habia hecho o consentido tiempo atrás no estaba bien...Que uno no puede elegir de quien se enamora, pero sí puede elegir el no contribuir al dolor y la tristeza de una tercera persona que vive feliz hasta que tu apareces...Que uno tiene que tener el valor suficiente para decir "no", para decírseme a si misma "no debo", para decirle a la otra persona "enfréntate primero a tu realidad, si no eres feliz con tu mujer-marido-pareja déjala ir y luego busco de nuevo la ilusión, pero no permitas que él/ella pierda la confianza en las palabras"....Aprendí la lección, pagué en mi misma el dolor que sin querer hubiera podido causar a otra persona ¿una cuestión karmica quizás?...
...Y también aprendí que quien engaña no es feliz cuando sabe que ha provocado tanto dolor....
...Al final de todo aprendí que todas estas historias solo traen sufrimiento: el de la amante en los momentos de soledad y no saber; el de la persona engañada cuando conoce que han vulnerado un bien preciado:la confianza y el respeto; y el del infiel cuando toma conciencia de todo el dolor que ha causado...
Un beso a tod@s...