sobre esta historia que he vivido en los últimos meses.
En diciembre de 2005 había salido con unas amigas y un par de chicos se pusieron a hablar con ellas. Intercambiaron los teléfonos y unas semanas después volvimos a quedar. No se por qué una de ellas le dio mi teléfono a uno de los chicos y él me llamó por teléfono alguna vez antes de ese día que nos volvimos a ver.
Esa noche apenas hablé con él porque no me hacía nada de gracia. Después de aquella noche el chico siguió llamando de forma periódica. Era muy charlatán, graciosillo y ocurrente y me pasé horas al teléfono con él antes de que me decidiese a volver a quedar con él en junio del 2006. La primera vez nos vimos con amigos, la segunda solos y la tercera, el 28 de julio, empezamos a salir.
Es muy tierno, dulce y cariñoso. Le pedí ir despacio y en todo momento lo ha respetado. No he tenido muchas relaciones pero no sabía que una persona pudiese sentirse tan bien en compañía de otra, . Ha habido momentos que me he sentido en las nubes con él.
Pero no todo puede ser tan bueno. Los dos vivimos solos en una ciudad que no es la nuestra. Al principio él trabajaba en una empresa donde tenía que hacer muchas horas y viajar y para colmo estaba haciendo un máster así que hablábamos un momentín cada día y nos veíamos una o dos noches a la semana, yo lo entendía pero no sentía que él se estuviese implicando sentimentalmente tanto como yo y traté de que lo hablásemos. Me lo justificó con lo ocupado que estaba y ahí lo dejamos.
En navidades, ya había terminado el máster, a mí me hubiese gustado pasar un par de días juntos por ahí pero él no pudo porque tenía ganas de ver a su familia, su abuela se puso mala y
Cuando volvimos de vacaciones yo me había propuesto dejarlo pero le atacó un virus y estuvo un par de días con muchísima fiebre y, en lugar de acabar, estuve a su lado y además pasé un día con su madre que vino a asegurarse de que su hijo estaba bien.
Seguimos pero yo insistía en que no me encontraba bien. Para él, que para vuestra información tiene 35 años, por ahora es suficiente con hablar un ratín al día (cuando él puede aunque sean las 12 de la noche ¡¡y yo me levanto a las 6:30!!!) y vernos una vez a la semana pero eso lo veo como un amigo con derecho a roce y no es lo que quiero.
En este momento sé que yo le quiero mucho pero necesito también sentirme querida del mismo modo y me duele seguir si no encuentro en él lo que me gustaría tener.
Se lo he dicho claramente y su respuesta ha sido que me quiere mucho, que cuando ve una foto mía se siente feliz, que siente ternura y cariño por mí y que, como yo no quiero seguir como estamos pues que no seguimos, pero que no quiere perder el contacto y que seguirá llamándome y que ya veremos qué pasa en el futuro.
Creo que su postura es egoísta y pensé en no cogerle en teléfono cuando me llamase y no contestar sus mensajes pero no soy capaz porque le quiero mucho y le hecho de menos pero pienso que si mantengo el contacto estaré perdiendo mi tiempo, ¿qué pensáis vosotros?
Muchas gracias