Subo las escaleras de casa, totalmente nerviosa. He decidido contarte mi secreto (no del todo). No se como vas a reaccionar. Después de pensarlo mucho lo decidí. Redactaría un relato para ti. Lo tengo en la mano, junto a una carta explicativa.
Que difícil es tomar estas decisiones, siento como me arden los folios en la mano. Tengo la respiración agitada, pero estoy super excitada. Espero que tengan el efecto previsto.
Entro en casa y estas tirado en el sofá, agotado, como siempre, trabajamos demasiado y nuestra sexualidad se resiente. Me acerco a ti, apenas sin posar los trastos en la entrada. Estoy temblando como una hoja. Con voz entrecortada te saludo, un beso y te entrego los papeles.
- ¿Qué es esto? preguntas Léelo- atino a decir yo con una sonrisa. Resoplas, siempre que te he entregado cartas eran de despedida, ruptura, miedos,.. Nunca te había escrito algo bueno. Sonrío para tranquilizarte, apago la tele, cojo el mando y te dejo a solas.
El tiempo se para, las agujas pesadamente giran en el reloj. Odio la espera, me desespero. Me acerco a hurtadillas al quicio de la puerta y asomo un poco la cabeza, quiero adivinar tu reacción. No se si eres consciente de mi presencia, pero en tu cara no puedo leer lo que fluye por tu mente. No debo entrar, pero no puedo alejarme, me deslizo nerviosa por la pared hasta sentarme en el suelo.
Cuando la desesperación empieza a jugar con mi mente, siento como te levantas del sofá y te acercas a la puerta. Me levanto y me pongo frente a ti. Te miro a los ojos y no soy capaz de adivinar tus pensamiento. Me aterro. Tras unas milésimas de silencio (para mi horas), por fin hablas.
- Y dices que esto lo has colgado de internet. te miro asustada y afirmo con la cabeza. Miles de pensamientos locos fluyen por mi mente: Me va a dejar, la cagué. Me cargué la relación. Esto no me lo perdona,....
Mi cara asustada debió conmoverte, te acercaste a mi y acogiéndome por la cintura me dijiste No lo firmarás con tu nombre, verdad?- Obvio mi vida!. Respiré profundo. Se disiparon los miedos.
Me besaste, con dulzura pasional, y me susurraste Me ha encantado, sabes? Estaba cansado, pero me has animado- Reí, reí a carcajadas, soltando las tensiones, soltando los nervios.
Sentí tus manos sobre mi piel, desvistiéndome, quitándome la ropa. Entramos en el baño y te desnude. Me metiste en la bañera, aun con la ropita interior puesta y abriste el grifo.
Frío. El agua helada sobre mi piel hizo escapar un grito de mi boca, que callaste con un beso. La excitación y la impresión marcaron mis pezones bajo el sujetador. No pudiste contenerte y me agarraste los pechos, con furia. Te agachaste y deslizaste las braguitas por mis piernas, hasta retirarlas del todo. Acariciaste mi sexo y empezaste a lamer, llenándome a mi de placer. Besos, mordiscos, lametones por mi sexo, mi clítoris, mi vagina, jugando con ellos como un niño, sin sentido, sin razón. Haciéndome enloquecer. Llegué al clímax. Me tuviste que sujetar, casi me caigo.
Ha llegado tu turno, acaricié tu miembro con la puntita de los dedos, cogí un poco de gel y empecé a masturbarte con él. Te hacía enloquecer, tu respiración agitada dio paso a leves gemidos. Los espasmos casi te hacen resbalar. Aclaré tu miembro con cuidado y me lo metí en la boca, todo entero, de una sola vez. De repente, sin avisar. Tu excitación era máxima, pero yo no quería que acabaras así. Quería jugar más.
Me levante, me giré sobre mi misma e hice que se me cayera el gel. -Ups, se calló- con tono inocente/picarón. Me agache suavemente dejando mi trasero en pompa frente a ti. No lo resististes y me la metiste. Como un loco, con furia, metiéndola y sacándola con desesperación. Tus embistes precipitaron mi orgasmo, una, otra y otra más. El éxtasis de uno alcanzaba otro y otro más hasta que el placer inundaba todo mi cuerpo, nublando mi mente. Al fin alcanzas tu el tuyo. Menos mal, no sabía yo cuanto más podía aguantar sin perder el conocimiento. Mareada me recuesto en la bañera, me acaricias y me besas.
Prueba superada, para el cansancio de un duro día de trabajo, no hay nada mejor que una agradable lectura erótica.
