Bueno ahora que regresamos...
...os cuento el por qué de mi sospecha. Y es que esta perrera no es una protectora, es una empresa privada, tienen criadero de pastores alemanes, adiestramiento, tienda de animales, con sus cosas, piensos de alta gama etc. La perrera municipal desapareció, Santander es una de las ciudades que más perros tiene, se les quiere por aquí. Estos privados, al desaparecer la perrera, recogen sólo a los perros de raza, vamos que no recogen mestizos ni perros que aparentemente no tengan un buen standard (como si el cariño que se les tiene fuera proporcional a su raza). Por eso acudí lo primero a la protectora benéfica, porque mi perro a pesar de ser de raza es un golfo, con sus melenas y su pinta de callejero. Y al mencionarles lo de la raza es cuando me dieron el número de esta perrera, deseándome buena suerte, porque les tienen allí, si tienen los perros microchip (que en santander no ha sido obligatorio hasta hace cosa de dos años) durante un plazo de tres días si el dueño no aparece, si no aparece lo entregan en adopción, si nadie lo quiere, en 15 días los sacrifican.
Lo que me han cobrado no ha sido para ayudar a los perros que allí están, con gusto hubiera entregado ese dinero si así fuera, sino que me han cobrado lo que es la residencia canina y su alimentación durante esta noche (que dudo muchísimo que haya comido algo conociendo al Bolo). Por eso sospeché, claro, que el caso es que me da lo mismo, el perrín ya está en casa, encima del sofá como un rey y tan tranquilo como si no hubiera pasado nada, supongo que lo ha pasado mal al verse en una jaula, pero lo mismo lo ha tomado como una correría de las suyas. Lo que no sabe es que esas correrías ya se terminaron.