Nos conocimos en un chat subidito de tono, nos dimos los mails, una foto por dar una cara a un nombre y poco a la vez nos fuimos conociendo. Nunca habia oido su voz ni ella la mia. Compartimos nuestras experiencias, nuestros gustos y...nuestros deseos. Hasta el dia que lo planificamos todo.
Porqué siempre hay que seguir las etapas que nos han impuesto? Porqué para desear primero se ve, luego se escucha, luego viene su perfume y la sensacion de acariciar su piel?
Porqué no podemos empezar por el cerebro y invertir el orden? Asi lo hicimos. Llegué al hotel un poco antes que ella, le envié un SMS con el numero de habitacion, me bendé los ojo y me quedé esperando ciego y a oscura. No tardó en entrar en la habitacion, bendada ella tambien.
Estuvimos unos instantes eternos uno en frente a la otra, en silencio, escuchando el respirar de un cuerpo desconocido. Nos fuimos desnudando poco a poco, familiarizandonos con perfumes, sabores, el calor que emanan los cuerpos, la textura de su pelo y la sensacion que deja la piel bajo los dedos. Nos abrazamos y nos fuimos explorando cada vez mas intimamente y cuando ya la excitacion nos pudo la penetré. Solo desde este instante nos habiamos permitido oir nuestras voces. Al principio fueron unos gemidos suaves al oido que fueron creciendo hasta llegar a decirnos los que nos habiamos prometido. Solo entonces no quitamos las bendas, y nos corrimos mirandonos en los ojos en la penombra.
No volvimo a vernos.