En Alemania, los Nazis buscaron primero a los comunistas. Y yo no dije nada. Porque yo no era comunista.
Luego buscaron a los judíos. Y yo no alcé la voz. Porque yo no era judío
Luego buscaron a los sindicalistas. Y yo no alcé la voz. Porque yo no era sindicalista.
Luego buscaron a los Social Demócratas. Y yo no dije nada, porque yo no era Social Demócrata.
Luego buscaron a los católicos. Y yo era protestante. Así que no alcé la voz.
Luego me buscaron a mí. Y para ese momento. Ya no quedaba nadie que alzara la voz por mí
piensenlo, una sudamericana, argentina