Foro / Pareja

Una de cal y otra de arena. (o la oscuridad que hay en mí)

Última respuesta: 19 de febrero de 2015 a las 16:51
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ivica_7069685
19/2/15 a las 14:48

Pf, ni siquiera sé cómo empezar. Tal vez por el principio. Hace casi cuatro años conocí a una chica, por el badoo, concretamente. Aunque bueno, en el badoo todos sabemos a qué se va.

Ahí, comenzó una relación de amistad, que podría haber ido a mayores, y truncada tal vez por su novio, y por mis indecisiones e inseguridad. Me hice amigo suyo enseguida, más rápido de lo que pensé. Hubo momentos que me hicieron pensar, y plantearme muchas cosas, pero tenemos el problema del ser mejor amigo: Te confían todo. Y uno acaba pensando si al sentir eso está traicionando la amistad.

Con el tiempo, hubo momentos muy dulces (y también otros que no), que transcendieron la hermosa amistad que teníamos. Y yo la quería, pero creía que era un simple llamamiento pasajero. Y... conocí a una chica. Era de fuera de aquí donde vivo, a unos ochocientos y pico kilómetros. Al final logré trasladarme unos días y empecé una relación con ella. Sinceramente creo que al principio fue bien la cosa, pero empezaron los celos, por todas partes. Una noche, en la que había discutido con mi novia, salí a tomarme una caña con mi amiga. La cosa se alargó y en una confluencia de tres calles, a la una y media de la mañana me dijo: "Si no estuviera con XY, estaría contigo". Bueno, ante toda esta gran situación, las parejas se acabaron rompiendo, ella corriendo hacia adelante como un pollo sin cabeza, y besándonos como auténticos adolescentes enamorados de la vida... una noche.

Recuerdo perfectamente esa noche, yo había vuelto de un viaje (que tenía que haber sido al revés, quería "jugar en casa"), y en los días que estuve fuera, ella había conocido a un chico (menor que ella), y bueno, resulta que el otro estaba bastante unido a su hermana. Y yo tenía que cuidar de mi abuela, y mi hermano se había ido, y yo salí con ella porque ese chaval la había dejado.

Sinceramente, cuando la abracé, cuando nuestros labios se unieron, cuando abrimos la boca, me condené, y empezó una cadena de acontecimientos, el inmediato, a ruptura con mi novia a distancia (que tonteaba con uno).En diciembre del año pasado lo intenté, y fallé. En febrero decidí alejarme, tenía que enfriar esa emoción tan fuerte que me abrasaba por dentro.

En mi ausencia, de casi seis meses, ella conoció a un chico. Lo dejaron justo cuando hacía exactamente un año que me había alejado, hace diez días.

Lleva una semana viviendo en mi casa, ¡bendita tortura! Los primeros días evité inmiscuirme mucho. Pero no pude más, y me gusta mucho su compañía. Pero es una de cal y otra de arena. Ayer incluso le vi "ese brillo" en los ojos. Pero es una de cal y otra de arena.

Y no sé qué hacer... Porque me duele que parece que cuente conmigo para ayudarla, y en mi casa está bien, y a mí me gusta su compañía. Me encanta que sea la última que veo antes de dormir (habitaciones separadas). Pero a veces no sé qué pasa, que... no sé, parece como si me odiase.

Hace dos días, acabé celoso perdido, y le escribí una carta. Creo que se la dejaré en la cama, y que sea lo que Dios quiera. En ella pongo que "quiero intentarlo". Y que me alejaré cuando me rechace, y que aún me siento más mal por todo esto.

Entre la espada y la pared.

Vaya ... de vida.

Ver también

I
ivica_7069685
19/2/15 a las 16:51

No creo...
Que me confunda. Y no ha pasado nada de eso. Son más cosas que no sé explicar. Un vínculo raro, que supera todos los círculos que conozco.

Ha pasado una semana, no es hora de dormir juntos (no ha ocurrido nunca). Y no soy así. Mi planteamiento es serio, y no quiero que se estropee. Si es necesario esperar, lo haré.

Pero duele más el saber que se va a fallar, sales condicionado por ello. Duele más el saber que la esperanza será vana.

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