Tantra: mi experiencia

Iveth era brasileña. Pero no esperéis nada exotico, ni una mulata de Ipanema. Llevaba ya bastantes años en España y solo la delataba un ligero acento. Por lo demás, rubia, de pelo corto, no llamaba especialmente la atención, excepto por los pendientes largos y etnicos que a mí si me lo llamaron.
La conocí en una feria alternativa, de las que solia ir especialmente por ver cosas de artesania. Iveth era mayor que yo, 5 o 6 años, no lo recuerdo bien. Ella tenia un stand sobre masajes, espacioso, haciendo esquina. Me acerqué porque anunciaba cursos de masajes y yo estaba interesado en el tema desde que estuve viviendo una temporada con un estudiante japones que me enseño los rudimentos del Shiatsu, o sea la digitopresión, que era muy popular allí entonces. Aunque yo no sea muy místico, queria profundizar un poco más en el tema. Pero cuando me dijo el precio del curso, me echó para atrás, era demasiado para mi maltrecha economía. El caso es que estuvimos hablando, y hablando, y es de esas ocasiones en las que uno nota que ha conectado, y salen las palabras solas, y uno termina excitado de la cantidad de
pensamientos, ideas, discursos que has compartido. Finalmente hicimos un trato, yo me pasaria un dia por su gabinete y me enseñaria alguna tecnica de masaje en un par de sesiones. Yo, a cambio, le hacia un bolsito de cuero. Según la dejaba, ya iba imaginado el diseño que le iba a hacer, iba a esmerarme bastante, con cuero de ternera engrasada, un cuero bastante resistente pero a la vez lo suficientemente ductil para hacer diseños delicados. La verdad, estaba bastante emocionado por aquel encuentro.
Pasó la feria, deje pasar un poco de tiempo y la llamé. Pasé por su gabinete. Nunca habia estado en un gabinete de masajes, y pensaba que iba a ser más aseptico, más medico. Pero me produjo una buena impresión. En una habitación tenía una camilla, con poster medicos de musculos, esqueletos, y cosas asi. Era una habitación muy luminosa. Pero también tenia otros adornos, como velas, una fuentecilla, y otras cosas. Luego tenia otra habitación sin camilla, donde segun me decia, segun me enseñaba el gabinete, se hacia ejercicios en el suelo, o meditación, y esas cosas. Yo aún no habia terminado el bolsito, pues aún le faltaban algunos detalles que queria terminar, y se lo prometí para el próximo dia (y que caray, porque asi tambien me aseguraba un segundo dia). Después de enseñarme todo, pues empezamos con la clase, por llamarse de alguna manera. Primero me enseñó unas laminas del cuerpo humano, y me explicó cosas teoricas, que si lineas energeticas, que si musculos, puntos de acupuntura.. en fin, un monton de cosas que yo apenas entendia, pero trataba de prestar toda la atención que podia.
Luego me sente en la camilla y ella iba tocando puntos de mi cuerpo, y luego yo trataba de localizar esos mismos en el suyo. Y me iba explicando tecnicas, como apretar con tal dedo, o un frotamiento aqui, o una presion alla. La tarde fue encantadora. Recuerdo que debia de estar muy ocurrente, y no parabamos de reir y yo de decir tonterias todo el rato, que me decia que eso no era serio y no la dejaba concentrarse, pero sus ojos color miel sonreían. La invité a tomar algo, pero me dijo que aún tenía trabajo y no podía. Efectivamente, al poco sonó el timbre y me fuí.

La siguiente vez quedamos a ultima hora de la tarde, yo iba orgulloso con mi obra de arte, que le encantó. Los dos estabamos muy a gusto, no sé si os ha pasado esa complicidad de estar con alguien confortablemente, como si le conocieras de toda la vida. La estuve ayudando a recoger cosas, porque ya habia terminado el dia y no tenia mas citas. Seguimos por donde habiamos continuado, a veces tomaba mis manos para dirigirlos a determinados puntos del cuerpo, y no sé. sentia algo especial cuando notaba su mano sobre la mia. Iba a ser la ultima clase, así que iba ya contando mas bien detalles, o consejos. Mientras, como el otro dia, ibamos hablando de muchas cosas, de filosofia, de formas de ver la vida, de como evolucionan las personas, del interior y del exterior de uno mismo.
Cuando ya llevabamos más de media hora, en un momento de la conversación me dice: ¿has probado alguna vez un masaje tantrico?. A lo que le respondí: Iveth, no he probado casi ningun masaje, asi que menos uno tantrico de esos. Entonces se rió, y me dijo, "te va a gustar. Ven, vamos a la otra habitacion". Dejamos la camilla y nos fuimos al otro cuarto, el que tenia solo el suelo. Le ayude a poner un colchon finito en el suelo, un futón. La habitación estaba en penumbra, pero no dió la luz, si no que empezó a encender velas que tenia repartidas por la habitación, e incienso, mientras me explicaba cosas de
la filosofía hindú y de la sexualidad. La verdad, yo empecé a ponerme un poquito nervioso, porque no tenia ni idea de lo que iba a ocurrir. Yo me sente en el futón, y me dijo, "¿porque no te pones comodo?" y salio. Cuando volvió, se habia quitado la bata blanca que llevaba y venia con una camiseta de tirantes, y solo en braguitas. Yo, lo de ponerme cómodo, lo habia interpretado de otra manera, asi que me habia descalzado y tumbado boca arriba en el futon ¡que inocente, jaja! Ella me dijo,
"¿porque no te quitas la ropa?"
-"¿Todo? ¿incluso los calzoncillos?"
-"¿te da verguenza? Toma", y me extendió una toalla . Allí se la notó un poco cortada, que pensé que la había fastidiado del todo.
-"oh, no!"
Y me desnudé completamente. Ella traia una bandeja con aceite, y una piedras que me dijo que estaban calientes. Yo me tumbe boca abajo, tapado mi trasero por la toalla y empezó a explicarme que si el tantra era una tecnica para despertar no sé que canales y puntos energéticos, que si se trataba de llegar al orgasmo sin eyacular. Le dije que eso me parecia imposible, y me dijo que me dejara llevar y siguiera sus instrucciones. Primero iba a despertar no sé que puntos o chakras, e iba colocando unas piedras en diferentes puntos de mi cuerpo. Yo las notaba calientes. En el fondo se oia una musica suave. Yo le decia que me iba a dormir, en plan jocoso, pero ella me hizo: -"sshhhh, no hables". Después empecé a sentir sus manos suaves, con un aceite caliente, que empezaron a recorrer mi cuerpo, primero por los pies (me hacia cosquillas!!) luego los muslos, luego la espalda. Todo el rato dirigia sus movimientos hacia mi trasero, como si quisiera llevar mi energia hacia mis zonas genitales. Después de un buen rato así, note que se quitaba su camiseta, y note sus pechos blanditos rozando mi espalda. Hubo una cosa que me gustó mucho, yo seguia boca abajo, y ella sobre mí, y en un momento dado, sus dedos entrelazaron los mios, como si se penetraran, mientras comenzaba a besarme en el cuello y sobre las orejas. Inmediatamente reaccioné, y alcancé una gran excitación. Seguia masajeando con ese aceite tibio, ahora mis hombros, mis brazos, luego mi cuello, de vez en cuando sus piernas se deslizaban entre las mismas, y sus muslos parecian querer penetrarme. Entonces me dijo, "¿porque no te das la vuelta?" susurrandomelo al oido. Me volví, y vi sus ojos de color miel, y su sonrisa... y ella sobre mi, sus pechos acariciando mi pecho, entonces no pude evitar acercarme a su boca para besarla, pero ella me dijo: -"ssshhh, tranquilo, despacio, todo despacio..." y no me besó.
Ella se quitó la braguita y nos quedamos completamente desnudos ya los dos. Me explico que hasta ahora habia evitado mis genitales para llevarme a un estado especial, que ahora empezaria a acariciarme, y que cuando fuera a llegar al orgasmo, que hiciera una serie de respiraciones profundas, y que ella evitaria que eyaculara, asi podria llegar incluso a tener varios orgasmos, uno detras de otro. Entonces empezo a acariciar mi pecho, y ya si me beso en la boca, notaba su lengua dentro de mi boca, me encantaba. Sus muslos se entrelazaban a los mios, notaba su sexo, depilado, rozandome, yo acariciaba su cuerpo, ella apretaba su sexo a mi muslo, y empezó a acariciar mi pene, mis testiculos. Tenia la mano llena de aceite, asi que la sensación era muy suave y placentera. Como os podéis imaginar, dado mi estado de excitación, en cuanto empezó a masturbarme con su mano, enseguida llego la sensación del orgasmo. Entonces me hacia: -"ssshhhhhh", yo respiraba profundamente, y ella apretaba fuertemente mi pene, con lo que conseguia detener la eyaculacion y me quedaba a punto del orgasmo. Entonces volviamos a las caricias, a los besos, yo tambien me atrevi a acaricias su sexo, deslizando mis dedos por él, a veces ella se incorporaba y se rozaba contra mi, pero siempre sin penetración, entonces yo podia observar sus pechos... Durante varias veces detuvo mi eyaculación. Ella a veces jadeaba, no sé si tenia orgasmos o no, pero estabamos muy compenetrados. Finalmente, despues de lo que a mi me parecieron horas, yo no eyacule, pero tampoco tuve un orgasmo, al menos de los que yo estaba acostumbrados, pero era justo como quedarse a las puertas. Disfrutaba mucho de ese momento especial. Finalmente nos quedamos abrazados, tumbados uno junto al otro, durante mucho rato, besandonos a veces en los labios, o simplemente observandonos y acariciandonos la cara. Me invitó a ducharme y me fui.
Nos vimos alguna vez mas, yo iba a visitarla al gabinete, pero nunca se volvió a repetir ese masaje tantrico, y me daba apuro besarla en la boca cuando nos veiamos, así que era todo como más normal, como si no hubiera pasado nada, hasta que el tiempo nos fue distanciando. Nunca volvi a repetir una masaje tantrico de esos, y francamente, creo que ya lo echo de menos.
kisses!!!

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