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Sólo 1 año de casados y me dejó.

Última respuesta: 26 de noviembre de 2017 a las 7:16
M
mor_7195544
25/11/17 a las 14:40

Hola a tod@s.

Esta historia, mi historia, es larga y triste. Espero que tengan el tiempo y sobretodo las ganas de leerla, y si aun tienen tiempo, darme su más objetiva opinión. Si no, al menos me servirá todo esto de desahogo.

Bueno, pónganse cómod@s. Aquí vamos.

Para empezar, debo contarles un poco de mi y el contexto. Soy un hombre de 34 años, abogado, con negocio propio y despacho de abogados, pequeño, pero propio. Soy hijo único y de padres divorciados. De una ciudad grande. No me considero que soy un hombre increíblemente atractivo pero tampoco me siento para nada feo. Y bueno, hace ya casi 5 años conocí a mi "todavía" esposa (hablaremos de esto más adelante) por medio de una amiga que tenemos en común quien decidió presentarnos. Ella, una chica en aquel entonces de 24 años (ahora tiene casi 29 años) es una mujer realmente atractiva, para muchos no es la mujer más hermosa del planeta, pero para mi sí que lo era, y lo sigue siendo. Nadie podría negar que es una mujer muy guapa, si la conocieran, lo sabrían. Un cuerpo alucinante; cabello negro, tez blanca, muy blanca, ojos color miel. Ella también de padres divorciados los cuales viven en un pueblo a unas 3 horas (por decirlo de alguna forma) de donde nosotros residiamos . Ella y su padre son muy unidos, realmente unidos; se adoran. Con su madre la relación es muy muy mala, técnicamente no se soportan. Sin embargo, ella iba muy seguido a visitarlos.

Ahora, cómo empezo todo. 

Ella y yo, comenzamos a salir un diciembre del año 2012. Ella venía de una relación de 4 años en dónde, por lo que supe, le fueron infiel y terminaron. Por lo que ella me contó, fue muy duro para ella, duró un par de meses encerrada y deprimida, hasta que lo superó (o eso creía). Salimos durante un par de meses, salimos mucho, ella no parecía estar segura de querer estar en una relación conmigo, algo no le convencía. Pero la convencí con mucho esfuerzo y dedicación. Los primeros meses fueron mágicos, únicos, algo que no había sentido nunca en mi vida. Quiero creer que ella también lo sintió así. Sin embargo, y aquí es donde deben empezar a prestar atención a estos detalles. Ella un día, la noté un poco distante, tendríamos saliendo (y creo que ya eramos novios oficialmente) unos 4 meses o 5 meses.

Ella me confesó que ella aún extrañaba a su ex novio. Fue duro para mi, como podrán imaginarlo. Creo que me lo dijo porque a pesar de todo, siempre fui muy abierto en hablar con ella de cualquier tema, incluso de su relación pasada, para mi no era ningún impedimento hablar de lo que fue. Digo, lo que no fue en tu año, no fue en tu año. ¿cierto? Pero en ese momento, no me fue nada sencillo. Pensé que todo lo que habíamos estado viviendo era suficiente como para no extrañar nada más ¿me explico? mi autoestima se vio mermada un poco, debo confesarlo. Pero bueno, lo superamos porque a pesar de todo, seguimos muy bien, durante un buen tiempo. 

Ella es una profesionista que, al igual que yo, es abogada. Dedicada, tenaz, perseverante, etc. todo lo que un reclutador busca. Durante varios años estuvo trabajando en empresa/banco/etc. Cuando yo la conocí trabajaba en un banco, siempre me pareció que le dedica demasiado tiempo al trabajo, pero eso ya es una cuestión muy personal. Posteriormente se cambió a otra empresa en donde era aún más notable esto. 

Yo siempre creí, y a la fecha lo sigo creyendo, que es una mujer que tiene tanto potencial para ser lider, independiente, y tener su propio negocio/despacho/empresa, etc. Se lo dije muchas veces. "Creo que no deberías estar haciendo rico a alguien más, deberías estarte haciendo rica a ti, o tu familia" le dije en muchas ocasiones. Le insistí que tal vez sería mejor que todo ese esfuerzo y dedicación, lo dedicara a ella, o a nosotros. Entonces se me ocurrió la idea de que formaramos un despacho juntos. Pensé que sería muy bueno pues yo tengo otras habilidades, y ella tiene otras hablidades. Nos complementabamos perfectamente para lo que buscábamos. Nos empezó a ir de maravilla, en gran parte, por su esfuerzo y su constancia. La otra parte gracias a mis contactos, la menor parte. 

Lo que quiero decir es que, siempre valoré sus esfuerzos y su lucha por que nos fuera bien. Tal vez por su motivación.

Esto.

Ella, lamentablemente, siempre fue, y sigue siendo, muy materialista. En el sentido de que le gustan las cosas excesivamente caras, bolas, ropa, zapatos, caros... muy caros. Estamos hablando de bolsas con la marca conocida LV, Burberry, etc. Sin embargo, ella no tenía para comprarlo hasta que empezó a estar conmigo y que nos empezó a ir muy bien juntos. Siempre fue su "sueño" tener una bolsa LV. Se la regalé la primera navidad que pasamos juntos, eso en 2013. Ahora, es importante tener en cuenta este detalle pues más adelante entenderán algunas cosas. Espero.
No sé si esta era su máxima motivación y por eso logró y sigue logrando lo que hasta ahora ha logrado. No lo sé.

Ahora volvamos al terreno personal. Cuando teníamos 1 año de novios, aprox, le entró la inquietud (y antes de que iniciarmos el despacho juntos) de estudiar una maestría en Europa. Ella temía, pues su exnovio, clásico machista, le dijo que si se iba no la iba a esperar y no quería que se fuera. Ella temía que yo le diría lo mismo, pero no, todo lo contrario. La animé, la apoyé, y la ayudé para que lo lograra. Lamentablemente, por cuestiones burocráticas y falta de apoyo de sus padres, así como el no otorgamiento de una beca que solicitó, no se pudo ir. 

Ese día le prometí: "No te preocupes, yo te voy a llevar a Europa, aunque sea de vacaciones". Yo tampoco había ido a Europa, por lo que era un sueño para los dos.  

Unos meses más tarde, fuimos. Estuvimos 3 semanas. Increíbles. Inolvidables. 

Lo que quiero explicar con esto, es que siempre, siempre, siempre, quise cumplirle todo. Yo sé que muchos dicen que nunca le debes dar todo a nadie. Pero mi creencia es otra. Mi creencia es que "la generosidad no es un error", me encantaba darle a manos llenas, incluso sacrificando cosas para mi. No me molestaba en lo más mínimo. Claro, no soy millonario, no le podía dar TODO lo que ella quería. Pero siempre intenté y creo que le logré cumplir muchos sueños, aunque muchos materiales, pero al fin, sus sueños.


Nuestra relación no siempre fue perfecta, obviamente. Teníamos problemas, como todos. Discusiones, pleitos, gritos. Lo normal, creo yo. Pero nunca hubo nada, de verdad, nada, lo suficientemente grave como para terminar nuestra relación, ni siquiera temporalmente. Ahora es muy común que las parejas terminen, regresen, vuelvan a terminar, estén un tiempo separadas y después regresen. No. Aquí no. Nunca terminamos, nunca dejamos de hablarnos más de 1 día, nada así. 

Y esto en gran medida porque los dos somos, aunque explosivos (yo un poco más), bastante nobles. Siempre tratabamos de arreglar las cosas y de estar bien, a pesar de los pleitos que teníamos. Hubo temporadas en que teníamos muchas discuciones, pero repito, nada grave. Nunca hubo infidelidades, golpes, insultos, humillaciones, vicios, etc., de parte de ninguno. Nos fuimos a vivir juntos, como al año y medio de ser novios, aproximadamente. Durante un tiempo estuvimos viviendo, no en la miseria, pero sí un poco cortos de dinero y luchando porque las cosas nos salieran como esperabamos. Y así fue, durante mucho tiempo.

Ahora, ¿pero por qué peleabamos entonces?. 

¡Uf!...


Aquí es donde empieza a ponerse dura la historia. 

Ella, desde que estaba estudiando la carrera, tenía un amigo. Un mejor amigo. El famoso "mejor amigo". 

Yo no me considero una persona celosa, y creo que muchas de mis parejas anteriores, incluso ella, podrían corroborar esto. Sin embargo, con él, siempre hubo algo. Una tensión que percibí siempre. Siempre.

Y es porque para todo hablaba con él y de él. Durante mucho tiempo lo soporté y lo llevé muy bien. Sin embargo, cada vez era más difícil sobrellevarlo. Muchas veces los vi en un plan que no podría catalogarse como de "amistad" pura. Y exploté muchas veces, la verdad. Esos fueron grandes problemas, muy grandes. Sin embargo a él nunca le hice una grosería ni escenas de loco celoso posesivo, y por supuesto que a ella tampoco. 

Ahora, a esto debemos agregarle un punto importante. Yo soy una persona tranquila, que me gusta beber ocasionalmente, pero no hasta perder la consciencia. Sí me llegó a suceder pero eran mucho menos las veces. Pero ella, a ella sí que le gustaba. Ella viene de un ambiente en donde todos sus amig@s beben, y beben con ganas. Eso, y que ese mejor amigo también era de ese ambiente, y que muchas veces salía con él y regresaba pasada de copas, eran problemas GRANDES. Muchas veces me cuestioné si podía seguir con ella y si esto podría sobrellevarlo con el tiempo. Sin embargo, siempre antepuse las cosas buenas que veía en ella. Mi amor era más grande. 

Jamás llegué al punto de decirle "o tu amigo o yo" se me hace un tanto ruín hacerlo. Por lo que nunca lo hice. Pero sí que le llegué a cuestionar esa relación, muchas veces. Nunca me hizo sentir a mi como lo más importante en su vida, entre que adora a su papá y su mejor amigo, siempre me sentí en 2do o hasta 3er plano. Porque si recuerdan, desde que empezamos a estar juntos, también en cierta forma, seguía pensando en el Ex.  

Se lo dije, muchas veces se lo dije. Pero no funcionó como yo esperaba. 

A pesar de todo esto, nuestra relación era buena, muy buena. Solo teníamos esos dos grandes problemas. El amigo y la bebida. 

Yo, como dije antes, siempre fui muy tranquilo, no soy tanto de salir de fiestas, discotecas y eso, pero ella sí. Sin embargo, esto no parecía ser un problema TAN GRAVE, hasta que ibamos a fiestas juntos y ella sí que se pasaba de copas. Yo ya no me sentía nada cómodo. Solo podíamos estar así cuando los 2 ibamos al mismo ritmo, pero a veces ella ya llevaba 2da, 3ra y hasta 4ta cuando yo apenas iba en primera. Difícil. Y más cuando era con mis amigos, que son del estilo que el mio, muy tranquilos. 

A pesar de estos little big problems, como dije, siempre vi lo bueno en ella. Y siempre creí que si ajustabamos esto, lo del amigo y lo de la bebida, seríamos la pareja perfecta. Y por eso, un buen día, me la llevé a NY. Finales de Noviembre 2014. Muy próximos a cumplir 3 años de esa fecha. Ahí le propuse matrimonio, en  Central Park. Siempre quise hacer todo para que ella siempre tuviera algo que contar, que presumir, si quieren. Porque siempre tuvo una competencia, un tanto tonta, con sus amigas por ver quien tenía o hacía más cosas. También le di este gusto: presumir que le habían propuesto matrimonio en NY. 

Bien, dijo que sí. Nos casaríamos un año después. 

Lo que sucedió en este año, entre la propuesta de matrimonio, y el matrimonio, fue que empezamos a tener más y más problemas por lo mismo. El amigo, el maldito amigo. Empezamos a ir a terapia porque las cosas ya estaban tensas, muy tensas. Yo ya cada cosa que hacía o me decía de él me ponía de malas, o si me decía que quería ir a desayunar/comer/cenar con él ya era motivo de ponerme tenso. Sin embargo, JAMÁS le prohibí verlo. Jamás. Tal vez debí hacerlo, no lo sé. 

Y bueno, aún cuando seguían estos problemas y fuimos a terapia y medianamente se solucionaron las cosas, nos casamos. Diciembre 2015. 

Una boda de ensueño, la que ella quiso, la tuvo. Gastamos miles de miles. Su familia no nos apoyo mas que con una pequeña parte, diría que un 10% de los gastos, no más. Mi familia tampoco pues ellos eran de la idea de que los papás de la novia, debían hacer el gasto de la fiesta, pero bueno. Fue una gran boda. Me encantó, y la recuerdo con mucho, mucho amor. 

Mis padres, nos apoyaron con la luna de miel, que no fue solo una, ya llegaremos a esto. Mi padre le regaló un carro a ella. Un nada despreciable BMW, para no desentonar con lo que le gustaba a ella. 

Aquí viene un detalle importantísimo. ¿Quién creen que fue uno de los testigos de nuestra boda, tanto civil como religiosa? ¡Si! el mejor amigo. Guarden este detalle en su mente por favor. 

A partir de aquí, todo empezó a irse por la borda. A pesar de que tuvimos, no 1, no 2, 3 lunas de miel. Primero a Punta Cana en ese mismo diciembre. Después 2 meses a Europa, incluido un crucero por las islas griegas, y después 3 semanas a China y Japón. Nada mal ¿cierto? 

Pues no, parece que no fue suficiente para mantener nuestra relación fuerte.

Siguieron los problemas a pesar de esto. Ella seguía hablando y saliendo en exceso con el amigo. Seguía saliendo y tomando de más. Ella pensaba que seguía siendo una chica soltera, sin compromisos, ni responsabilidades. Yo no me considero machista, y jamás le exijí nada, ni fui de los que quería que fuera una ama de casa. Al contrario, yo seguí apoyandola para que siguiera trabajando conmigo y porque nos estaba yendo fenomenal, por eso nos pudimos dar esos lujos. 

Cuando estabamos de viaje, estabamos bien, no perfecto pero sí muy bien. Esto en gran parte porque no tenía en medio al amigo para todo. Los problemas venían cuando estabamos en casa, pues el contacto con él seguía siendo excesivo. Nunca lo pudo controlar. O más bien, nunca lo quiso controlar. 

Cuando regresamos de nuestra 3era luna de miel, las cosas se pusieron un poco dificiles económicamente hablando. Gastamos más de la cuenta y tuvimos que recortar muchos gastos. Eliminamos salidas casuales como ir a cenar, no ir al cine, etc. Pero no era que estuvieramos encerrados, simplemente tuvimos que priorizar las cosas, en lo que nos recuperabamos económicamente. 

Todo se vino abajo. A partir de este momento, todo se vino abajo. 

Empecé a entrar en una especie de depresión postviaje, y aunado con las dificultades económicas que estabamos pasando, los problemas de pareja que teníamos gracias a los ya reiterados temas, etc., empecé a encerrarme en mi mundo. Sentía una presión extraordinaria por volver a tener y poder darle todo lo que ella, que ciertamente no me exijía, pero sí que lo esperaba, por decir lo menos. Esto me hizo perderme, no tenía ganas de hacer nada, dejé de ir al gimnasio, dejé de trabajar igual, dejé de salir con mis amigos, etc. Lo canalicé mal, pero tampoco ella me ayudó a salir. Nunca sentí su apoyo, me dejó hundirme poco a poco, nos alejamos cada vez más y más.  Aquí es, creo yo, donde la perdí. 


Y aquí es donde él, la ganó.  Sí... ella ahora está con él. 


Donde ella valoró más que él sí podía llevarla a cafés, a desayunar, al cine, etc. Que en vez de luchar en casa y valorar lo que tenía en casa, empezó a valorar más lo que estaba allá afuera, lo que estaba en él. Que nunca pensó que sí, él podía pagarle esas salidas pequeñas, pero que yo le seguía pagando sus cosas, sus bolsas (que poco antes le había comprado una antes, carísima) que pagué los viajes, y que era obvio que no podía pagarle todo. 

Ella empezó, y quiero creer que fue a partir de aquí y no antes, por Dios, que no haya sido antes, a verlo de "otra forma".

La perdí.

La perdí para siempre.


Enero 2016, aquí es cuando ella, después de una pelea fuerte porque me dijo que iba a ir a un lado y fue a otro (con el maldito amigo), que ya no podíamos estar juntos. Que debíamos separarnos. Que ya no sentía lo mismo por mi. Pero jamás me dijo que era por irse con alguien más, yo aquí no tenía idea aún de lo que estaba pasando por su mente.

Mi mundo se vino abajo. Todo. 

Me enojé, me enfurecí, me volví loco, y me salí de la casa. Hice una maleta y me fui, pues no podía estar con alguien que ya no me amaba. Eso me dije a mi mismo.

Estuve un fin de semana fuera, y el siguiente lunes, fui a verla. Le pedí perdón por irme así, que quería luchar por nosotros, que quería hacer las cosas bien, que sabía que había hecho muchas cosas mal, que confíaba en que nuestra historia no podía terminar así, que la necesitaba y que no quería perderla, etc, etc, etc. 

Fin parte I.



Y bueno. Esta es la primera parte de mi relato. Aún faltan cosas muy importantes y muy interesantes. Escribiré la segunda parte en estos días para quien guste leerla.

Les agradezco a l@s que hayan llegado hasta este punto. Me ha servido mucho de desahogo. 


Hasta pronto...





 

Ver también

W
wander_6521671
25/11/17 a las 17:21

Guaoo que historia tan laaaargaa

R
rahal_8419162
26/11/17 a las :14

Lo siento mucho, pero sinceramente creo que estaba contigo porque no quería renunciar a la buena vida que tu le dabas, por el estatus social y presumir de las cosas que hacía con sus amistades,  porque es lo que toca a partir de cierta edad en las familias de bien casarse con un buen partido y los padres pues asi quieren también, pero que tu como hombre no la complementabas y buscaba en el "amigo" lo que le faltaba. 

No es que tu la hayas perdido, es que nunca la tuviste, estas palabras te van a doler, pero cuando antes abras los ojos y las aceptes m'as pronto podrás salir y sufriras menos.  
Si te hubiera amado te hubiera dado tu sitio de marido, y no hubiera puesto al otro por delante sabiendo que te dolia.

No te culpes de nada, tu no has hecho nada malo, todo lo contrario, luchar una y otra vez por la relaci'on, pero no se puede forzar ni obligar a amar, antes o despues sale todo y era de esperar que en tu matrimonio antes o despues viniera la ruptura, cualquier pretexto puede ser el detonante, cualquier excusa puede ser el pretexto que necesita para alejarse, y entonces suelen ir a parar a los brazos del otro.

No luches por ella, y si vuelve no sera un amor sincero, un amor de verdad.

Busca apoyo de un profesional, se nota que estas muy dolido y que te va a costar mucho pasar este duelo, pero con las pautas correctas saldras de esta relaci'on que es toxica para ti, pues tu autoestima y  tu salud mental y hasta tu economia se estan da;ando.

Eres muy joven, quedate con lo bueno , olvida lo malo, y sigue con tu vida dando la oportunidad de conocer a otra mujer que te aprecie y que te sume , no que te reste.

Se fuerte.


 

E
elm_761591
26/11/17 a las 3:24
En respuesta a mor_7195544

Hola a tod@s.

Esta historia, mi historia, es larga y triste. Espero que tengan el tiempo y sobretodo las ganas de leerla, y si aun tienen tiempo, darme su más objetiva opinión. Si no, al menos me servirá todo esto de desahogo.

Bueno, pónganse cómod@s. Aquí vamos.

Para empezar, debo contarles un poco de mi y el contexto. Soy un hombre de 34 años, abogado, con negocio propio y despacho de abogados, pequeño, pero propio. Soy hijo único y de padres divorciados. De una ciudad grande. No me considero que soy un hombre increíblemente atractivo pero tampoco me siento para nada feo. Y bueno, hace ya casi 5 años conocí a mi "todavía" esposa (hablaremos de esto más adelante) por medio de una amiga que tenemos en común quien decidió presentarnos. Ella, una chica en aquel entonces de 24 años (ahora tiene casi 29 años) es una mujer realmente atractiva, para muchos no es la mujer más hermosa del planeta, pero para mi sí que lo era, y lo sigue siendo. Nadie podría negar que es una mujer muy guapa, si la conocieran, lo sabrían. Un cuerpo alucinante; cabello negro, tez blanca, muy blanca, ojos color miel. Ella también de padres divorciados los cuales viven en un pueblo a unas 3 horas (por decirlo de alguna forma) de donde nosotros residiamos . Ella y su padre son muy unidos, realmente unidos; se adoran. Con su madre la relación es muy muy mala, técnicamente no se soportan. Sin embargo, ella iba muy seguido a visitarlos.

Ahora, cómo empezo todo. 

Ella y yo, comenzamos a salir un diciembre del año 2012. Ella venía de una relación de 4 años en dónde, por lo que supe, le fueron infiel y terminaron. Por lo que ella me contó, fue muy duro para ella, duró un par de meses encerrada y deprimida, hasta que lo superó (o eso creía). Salimos durante un par de meses, salimos mucho, ella no parecía estar segura de querer estar en una relación conmigo, algo no le convencía. Pero la convencí con mucho esfuerzo y dedicación. Los primeros meses fueron mágicos, únicos, algo que no había sentido nunca en mi vida. Quiero creer que ella también lo sintió así. Sin embargo, y aquí es donde deben empezar a prestar atención a estos detalles. Ella un día, la noté un poco distante, tendríamos saliendo (y creo que ya eramos novios oficialmente) unos 4 meses o 5 meses.

Ella me confesó que ella aún extrañaba a su ex novio. Fue duro para mi, como podrán imaginarlo. Creo que me lo dijo porque a pesar de todo, siempre fui muy abierto en hablar con ella de cualquier tema, incluso de su relación pasada, para mi no era ningún impedimento hablar de lo que fue. Digo, lo que no fue en tu año, no fue en tu año. ¿cierto? Pero en ese momento, no me fue nada sencillo. Pensé que todo lo que habíamos estado viviendo era suficiente como para no extrañar nada más ¿me explico? mi autoestima se vio mermada un poco, debo confesarlo. Pero bueno, lo superamos porque a pesar de todo, seguimos muy bien, durante un buen tiempo. 

Ella es una profesionista que, al igual que yo, es abogada. Dedicada, tenaz, perseverante, etc. todo lo que un reclutador busca. Durante varios años estuvo trabajando en empresa/banco/etc. Cuando yo la conocí trabajaba en un banco, siempre me pareció que le dedica demasiado tiempo al trabajo, pero eso ya es una cuestión muy personal. Posteriormente se cambió a otra empresa en donde era aún más notable esto. 

Yo siempre creí, y a la fecha lo sigo creyendo, que es una mujer que tiene tanto potencial para ser lider, independiente, y tener su propio negocio/despacho/empresa, etc. Se lo dije muchas veces. "Creo que no deberías estar haciendo rico a alguien más, deberías estarte haciendo rica a ti, o tu familia" le dije en muchas ocasiones. Le insistí que tal vez sería mejor que todo ese esfuerzo y dedicación, lo dedicara a ella, o a nosotros. Entonces se me ocurrió la idea de que formaramos un despacho juntos. Pensé que sería muy bueno pues yo tengo otras habilidades, y ella tiene otras hablidades. Nos complementabamos perfectamente para lo que buscábamos. Nos empezó a ir de maravilla, en gran parte, por su esfuerzo y su constancia. La otra parte gracias a mis contactos, la menor parte. 

Lo que quiero decir es que, siempre valoré sus esfuerzos y su lucha por que nos fuera bien. Tal vez por su motivación.

Esto.

Ella, lamentablemente, siempre fue, y sigue siendo, muy materialista. En el sentido de que le gustan las cosas excesivamente caras, bolas, ropa, zapatos, caros... muy caros. Estamos hablando de bolsas con la marca conocida LV, Burberry, etc. Sin embargo, ella no tenía para comprarlo hasta que empezó a estar conmigo y que nos empezó a ir muy bien juntos. Siempre fue su "sueño" tener una bolsa LV. Se la regalé la primera navidad que pasamos juntos, eso en 2013. Ahora, es importante tener en cuenta este detalle pues más adelante entenderán algunas cosas. Espero.
No sé si esta era su máxima motivación y por eso logró y sigue logrando lo que hasta ahora ha logrado. No lo sé.

Ahora volvamos al terreno personal. Cuando teníamos 1 año de novios, aprox, le entró la inquietud (y antes de que iniciarmos el despacho juntos) de estudiar una maestría en Europa. Ella temía, pues su exnovio, clásico machista, le dijo que si se iba no la iba a esperar y no quería que se fuera. Ella temía que yo le diría lo mismo, pero no, todo lo contrario. La animé, la apoyé, y la ayudé para que lo lograra. Lamentablemente, por cuestiones burocráticas y falta de apoyo de sus padres, así como el no otorgamiento de una beca que solicitó, no se pudo ir. 

Ese día le prometí: "No te preocupes, yo te voy a llevar a Europa, aunque sea de vacaciones". Yo tampoco había ido a Europa, por lo que era un sueño para los dos.  

Unos meses más tarde, fuimos. Estuvimos 3 semanas. Increíbles. Inolvidables. 

Lo que quiero explicar con esto, es que siempre, siempre, siempre, quise cumplirle todo. Yo sé que muchos dicen que nunca le debes dar todo a nadie. Pero mi creencia es otra. Mi creencia es que "la generosidad no es un error", me encantaba darle a manos llenas, incluso sacrificando cosas para mi. No me molestaba en lo más mínimo. Claro, no soy millonario, no le podía dar TODO lo que ella quería. Pero siempre intenté y creo que le logré cumplir muchos sueños, aunque muchos materiales, pero al fin, sus sueños.


Nuestra relación no siempre fue perfecta, obviamente. Teníamos problemas, como todos. Discusiones, pleitos, gritos. Lo normal, creo yo. Pero nunca hubo nada, de verdad, nada, lo suficientemente grave como para terminar nuestra relación, ni siquiera temporalmente. Ahora es muy común que las parejas terminen, regresen, vuelvan a terminar, estén un tiempo separadas y después regresen. No. Aquí no. Nunca terminamos, nunca dejamos de hablarnos más de 1 día, nada así. 

Y esto en gran medida porque los dos somos, aunque explosivos (yo un poco más), bastante nobles. Siempre tratabamos de arreglar las cosas y de estar bien, a pesar de los pleitos que teníamos. Hubo temporadas en que teníamos muchas discuciones, pero repito, nada grave. Nunca hubo infidelidades, golpes, insultos, humillaciones, vicios, etc., de parte de ninguno. Nos fuimos a vivir juntos, como al año y medio de ser novios, aproximadamente. Durante un tiempo estuvimos viviendo, no en la miseria, pero sí un poco cortos de dinero y luchando porque las cosas nos salieran como esperabamos. Y así fue, durante mucho tiempo.

Ahora, ¿pero por qué peleabamos entonces?. 

¡Uf!...


Aquí es donde empieza a ponerse dura la historia. 

Ella, desde que estaba estudiando la carrera, tenía un amigo. Un mejor amigo. El famoso "mejor amigo". 

Yo no me considero una persona celosa, y creo que muchas de mis parejas anteriores, incluso ella, podrían corroborar esto. Sin embargo, con él, siempre hubo algo. Una tensión que percibí siempre. Siempre.

Y es porque para todo hablaba con él y de él. Durante mucho tiempo lo soporté y lo llevé muy bien. Sin embargo, cada vez era más difícil sobrellevarlo. Muchas veces los vi en un plan que no podría catalogarse como de "amistad" pura. Y exploté muchas veces, la verdad. Esos fueron grandes problemas, muy grandes. Sin embargo a él nunca le hice una grosería ni escenas de loco celoso posesivo, y por supuesto que a ella tampoco. 

Ahora, a esto debemos agregarle un punto importante. Yo soy una persona tranquila, que me gusta beber ocasionalmente, pero no hasta perder la consciencia. Sí me llegó a suceder pero eran mucho menos las veces. Pero ella, a ella sí que le gustaba. Ella viene de un ambiente en donde todos sus amig@s beben, y beben con ganas. Eso, y que ese mejor amigo también era de ese ambiente, y que muchas veces salía con él y regresaba pasada de copas, eran problemas GRANDES. Muchas veces me cuestioné si podía seguir con ella y si esto podría sobrellevarlo con el tiempo. Sin embargo, siempre antepuse las cosas buenas que veía en ella. Mi amor era más grande. 

Jamás llegué al punto de decirle "o tu amigo o yo" se me hace un tanto ruín hacerlo. Por lo que nunca lo hice. Pero sí que le llegué a cuestionar esa relación, muchas veces. Nunca me hizo sentir a mi como lo más importante en su vida, entre que adora a su papá y su mejor amigo, siempre me sentí en 2do o hasta 3er plano. Porque si recuerdan, desde que empezamos a estar juntos, también en cierta forma, seguía pensando en el Ex.  

Se lo dije, muchas veces se lo dije. Pero no funcionó como yo esperaba. 

A pesar de todo esto, nuestra relación era buena, muy buena. Solo teníamos esos dos grandes problemas. El amigo y la bebida. 

Yo, como dije antes, siempre fui muy tranquilo, no soy tanto de salir de fiestas, discotecas y eso, pero ella sí. Sin embargo, esto no parecía ser un problema TAN GRAVE, hasta que ibamos a fiestas juntos y ella sí que se pasaba de copas. Yo ya no me sentía nada cómodo. Solo podíamos estar así cuando los 2 ibamos al mismo ritmo, pero a veces ella ya llevaba 2da, 3ra y hasta 4ta cuando yo apenas iba en primera. Difícil. Y más cuando era con mis amigos, que son del estilo que el mio, muy tranquilos. 

A pesar de estos little big problems, como dije, siempre vi lo bueno en ella. Y siempre creí que si ajustabamos esto, lo del amigo y lo de la bebida, seríamos la pareja perfecta. Y por eso, un buen día, me la llevé a NY. Finales de Noviembre 2014. Muy próximos a cumplir 3 años de esa fecha. Ahí le propuse matrimonio, en  Central Park. Siempre quise hacer todo para que ella siempre tuviera algo que contar, que presumir, si quieren. Porque siempre tuvo una competencia, un tanto tonta, con sus amigas por ver quien tenía o hacía más cosas. También le di este gusto: presumir que le habían propuesto matrimonio en NY. 

Bien, dijo que sí. Nos casaríamos un año después. 

Lo que sucedió en este año, entre la propuesta de matrimonio, y el matrimonio, fue que empezamos a tener más y más problemas por lo mismo. El amigo, el maldito amigo. Empezamos a ir a terapia porque las cosas ya estaban tensas, muy tensas. Yo ya cada cosa que hacía o me decía de él me ponía de malas, o si me decía que quería ir a desayunar/comer/cenar con él ya era motivo de ponerme tenso. Sin embargo, JAMÁS le prohibí verlo. Jamás. Tal vez debí hacerlo, no lo sé. 

Y bueno, aún cuando seguían estos problemas y fuimos a terapia y medianamente se solucionaron las cosas, nos casamos. Diciembre 2015. 

Una boda de ensueño, la que ella quiso, la tuvo. Gastamos miles de miles. Su familia no nos apoyo mas que con una pequeña parte, diría que un 10% de los gastos, no más. Mi familia tampoco pues ellos eran de la idea de que los papás de la novia, debían hacer el gasto de la fiesta, pero bueno. Fue una gran boda. Me encantó, y la recuerdo con mucho, mucho amor. 

Mis padres, nos apoyaron con la luna de miel, que no fue solo una, ya llegaremos a esto. Mi padre le regaló un carro a ella. Un nada despreciable BMW, para no desentonar con lo que le gustaba a ella. 

Aquí viene un detalle importantísimo. ¿Quién creen que fue uno de los testigos de nuestra boda, tanto civil como religiosa? ¡Si! el mejor amigo. Guarden este detalle en su mente por favor. 

A partir de aquí, todo empezó a irse por la borda. A pesar de que tuvimos, no 1, no 2, 3 lunas de miel. Primero a Punta Cana en ese mismo diciembre. Después 2 meses a Europa, incluido un crucero por las islas griegas, y después 3 semanas a China y Japón. Nada mal ¿cierto? 

Pues no, parece que no fue suficiente para mantener nuestra relación fuerte.

Siguieron los problemas a pesar de esto. Ella seguía hablando y saliendo en exceso con el amigo. Seguía saliendo y tomando de más. Ella pensaba que seguía siendo una chica soltera, sin compromisos, ni responsabilidades. Yo no me considero machista, y jamás le exijí nada, ni fui de los que quería que fuera una ama de casa. Al contrario, yo seguí apoyandola para que siguiera trabajando conmigo y porque nos estaba yendo fenomenal, por eso nos pudimos dar esos lujos. 

Cuando estabamos de viaje, estabamos bien, no perfecto pero sí muy bien. Esto en gran parte porque no tenía en medio al amigo para todo. Los problemas venían cuando estabamos en casa, pues el contacto con él seguía siendo excesivo. Nunca lo pudo controlar. O más bien, nunca lo quiso controlar. 

Cuando regresamos de nuestra 3era luna de miel, las cosas se pusieron un poco dificiles económicamente hablando. Gastamos más de la cuenta y tuvimos que recortar muchos gastos. Eliminamos salidas casuales como ir a cenar, no ir al cine, etc. Pero no era que estuvieramos encerrados, simplemente tuvimos que priorizar las cosas, en lo que nos recuperabamos económicamente. 

Todo se vino abajo. A partir de este momento, todo se vino abajo. 

Empecé a entrar en una especie de depresión postviaje, y aunado con las dificultades económicas que estabamos pasando, los problemas de pareja que teníamos gracias a los ya reiterados temas, etc., empecé a encerrarme en mi mundo. Sentía una presión extraordinaria por volver a tener y poder darle todo lo que ella, que ciertamente no me exijía, pero sí que lo esperaba, por decir lo menos. Esto me hizo perderme, no tenía ganas de hacer nada, dejé de ir al gimnasio, dejé de trabajar igual, dejé de salir con mis amigos, etc. Lo canalicé mal, pero tampoco ella me ayudó a salir. Nunca sentí su apoyo, me dejó hundirme poco a poco, nos alejamos cada vez más y más.  Aquí es, creo yo, donde la perdí. 


Y aquí es donde él, la ganó.  Sí... ella ahora está con él. 


Donde ella valoró más que él sí podía llevarla a cafés, a desayunar, al cine, etc. Que en vez de luchar en casa y valorar lo que tenía en casa, empezó a valorar más lo que estaba allá afuera, lo que estaba en él. Que nunca pensó que sí, él podía pagarle esas salidas pequeñas, pero que yo le seguía pagando sus cosas, sus bolsas (que poco antes le había comprado una antes, carísima) que pagué los viajes, y que era obvio que no podía pagarle todo. 

Ella empezó, y quiero creer que fue a partir de aquí y no antes, por Dios, que no haya sido antes, a verlo de "otra forma".

La perdí.

La perdí para siempre.


Enero 2016, aquí es cuando ella, después de una pelea fuerte porque me dijo que iba a ir a un lado y fue a otro (con el maldito amigo), que ya no podíamos estar juntos. Que debíamos separarnos. Que ya no sentía lo mismo por mi. Pero jamás me dijo que era por irse con alguien más, yo aquí no tenía idea aún de lo que estaba pasando por su mente.

Mi mundo se vino abajo. Todo. 

Me enojé, me enfurecí, me volví loco, y me salí de la casa. Hice una maleta y me fui, pues no podía estar con alguien que ya no me amaba. Eso me dije a mi mismo.

Estuve un fin de semana fuera, y el siguiente lunes, fui a verla. Le pedí perdón por irme así, que quería luchar por nosotros, que quería hacer las cosas bien, que sabía que había hecho muchas cosas mal, que confíaba en que nuestra historia no podía terminar así, que la necesitaba y que no quería perderla, etc, etc, etc. 

Fin parte I.



Y bueno. Esta es la primera parte de mi relato. Aún faltan cosas muy importantes y muy interesantes. Escribiré la segunda parte en estos días para quien guste leerla.

Les agradezco a l@s que hayan llegado hasta este punto. Me ha servido mucho de desahogo. 


Hasta pronto...





 

Considérate afortunado,te liberaste de una mujer a la cual no le interesabas en lo más mínimo.
Alégrate,eres libre!!estas clases de mujeres mas vale perderlas que encontrarlas,ahora recomienza pero aprende de los errores.

J
javier_8700363
26/11/17 a las 7:16

Desgraciadamente en esta vida existen personas tan materialistas... Sinceramente ella estaba enamorada de lo que podías darle, mas no de tu esencia...

Te sientes mal porque estuviste siempre alli para ella y quizás no era recíproco el sentimiento, porque cuando les iba bien económicamente todo era color de rosa y cuando estaban cortos de dinero es alli donde ella se sentía inestable y había problemas.... Y eso es ser mala pareja..

No podemos controlar los sentimientos ni pensamientos de las demás personas, aún si las amamos con todo... Simplemente quien en verdad ama esta alli siempre al pie del cañón,  apoyandote en momentos buenos y malos y no solo a su conveniencia.

Se lo que sientes el dar todo por alguien... Y que al final digas ¿Para que? ... Si al final la perdí,  pero sabes tu no pierdes nada, no puedes perder algo que jamas tuviste. .. Al contrario da gracias a la vida que tu si supiste amar y que el fallo no estuvo en ti..

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