Hola a todas. Me llamo Flor de Lis. Soy de Nicaragua. Hace poco conocí por Internet a un chico. No lo hice por páginas de contactos, lo hice por una página corriente (wanuncios). Yo no esperaba nada, a decir verdad, sólo quería hacer un "experimento" porque estudio psicología y necesito tema para mi monografía, y siempre me ha llamado la atención eso de las relaciones por internet, entonces se me ocurrió utilizar una página de clasificados corrientes con el fin de ver si es posible dar con un buen perfil según las características del anuncio... Yo hice uno pefectamente escrito que copio a continuación: "Busco soltero de 25 a 30 años para tener encuentros casuales SIN COMPROMISOS. Enviá un texto con tu descripción física y personal al correo flordelis.sxy@XXX.com y tres fotos decentes, si se puede, tomadas en distintos lugares. ¡Cuidado! Texto bien escrito y fotos decentes". Mi intención era llamar la atención de alguien más o menos intelectual que se fijara en mi anuncio por lo bien escrito dado que en esa página la gente escribe horrible, y por eso pedí también un texto, para filtra el nivel de capital cultural del posible candidato. Y, ¿han de creerlo? Entre las muchas chanchadas que me llegaron apareció un mensaje de un muchacho que escribía bien lindo... Entonces me dio curiosidad y empecé a verme con él, pero para evitar problemas le dije que sólo quería sexo casual... pero yo no quería que eso pasara, yo sólo tenía curiosidad por lo de mi monografía. El problema es que sí hubo sexo, y me gustó mucho, y el muchacho resultó ser muy especial... Pero había otro problema: era un colombiano que estaba de paso por Nicaragua haciendo un proyecto, y cuando nos conocimos ya le faltaban pocos meses para regresarse, por eso le dije que sólo quería sexo casual, y hasta le dije que tenía muchos amantes como él para que no se enamorara. Pero sí se enamoró de mí. Me lo dijo la vez que fuimos a San Juan del Sur. Sin embargo, como yo le había dicho que tenía muchos amantes y que no creía en el amor, que sólo quería sexo sin compromisos, pues me dijo que se había conseguido una novia que se iba a ir con él a Colombia. El día que me dijo todo eso me sentí muy mal, pero no quise decirle la verdad y me alejé de él para siempre. Luego le escribí una carta en papel contándole la verdad y se la hice llegar el día que se fue a Colombia.
Esa es mi historia y la comparto con ustedes para desahogarme. Espero que les guste.
Ah, al final sí me sirvió para el tema de mi monografía.
Saludos desde la tierra de Darío.