El cielo vuelve a regalarme una mañana gris, camino de nuevo hacia la estación como tantos otros días. Comienza a llover, lánguidas gotas caen sobre mis mejillas deslizándose hasta mis labios....otro día más. Camino lentamente sobre el anden imaginándome tu llegada en el próximo tren, aparecer como en un cuadro ya soñado tras la ventanilla, tus dulces manos escondidas tras unos guantes blancos, tu suave cabello negro cayendo sobre tu hombro izquierdo y esa sonrisa que baña tus ojos, dibujada en tu perfecta boca.....cuantas noches habré soñado con besarla? Cuantas no habré perdido el sentido del tiempo teniéndote entre mis brazos? Cuantas noches mi amor, tus manos habrán acariciado mi pecho? Camino sin cesar de un extremo al otro del anden, el sol sigue sin brillar.....ya son la diez, el tren no ha llegado aun...camino sin cesar viendo como el suave viento acaricia la copa de los arboles que se alinean con la estación, acompañando la línea de estas vías que te traerán a mi. Miro más allá del horizonte donde se pierden, donde el humo asomara minutos antes de tenerte....no estás, me digo que las nubes no lo dejan ver cubriendo el cielo con ese manto gris.
El reloj de la estación marca sin piedad las horas, no tiene en cuenta mi ansiedad, las manos me sudan dentro de los bolsillos del pantalón, saco el pañuelo blanco en el que con tanto cariño había bordado entrelazadas tu inicial y la mía, sin mirar de colocarlo bien. Sentado en el único banco de la estación sigo esperando tu llegada y de pronto, llega hasta mí el agradable canto de su voz....la máquina me llama antes de llegar, mis ojos se nublan...ya no llueve, la garganta se me ha secado de momento, mis brazos se tensan esperando tus brazos, mojo mis labios pasando suavemente mi lengua para recibir tus labios y dos lágrimas comienzan a descender por mis mejillas lentamente como el caminar del tren por la estación, inundándola de vapor.
El tren se ha detenido, seco mis lagrimas y mis ojos comienzan a buscarte intentando adivinar porque escaleras bajaras....ninguna puerta se mueve, comienzo a caminar a lo largo del tren queriéndote ver en ese cuadro tantas noches soñado, pero no estás amor...el silbato suena y nada se ha movido, los árboles que tantas veces me han visto esperarte ya no se mueven respetando mi silencio.
Me vuelve a doler el alma levanto los ojos del suelo y veo al tren marchar, alejándose de mí, volviéndose a llevar mis ilusiones....vuelvo al camino de regreso, la luna se asoma de nuevo para consolarme como cada noche, mis ojos vuelven a mirar las estrellas con movimiento lento, queriéndote imaginar.
Mañana será, mañana volveré y tu estarás en ese tren y yo mi amor....yo te esperare. Si viajas en ese tren, no dejes de mirar a la estación porque yo estaré allí.....esperándote.
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