Habiamos sido novidos hace mucho tiempo, terminamos por una tontería, pasaron los años y él me encontró por internet,retomamos la amistas y a recordar nuestro noviazgo, y de ahí a hablar de sexo abiertamente, algo que con nadie habia hecho antes y por teléfono nos contabamos nuestras fantasía sexuales.
Un día me decidí y fuí a su oficina,el era el director de su empresa, un lugar bonito y elegante, pedí hablar con él y me mandaron con su secretaria,a ella le dí mi nombre y en vez de pedir que me pasaran con él, salió al vestíbulo, me saludó y me pidió que lo acompañara a su sala de juntas, pasé primero y en cuanto el cerró la puerta me le lancé y lo empecé a besar, y el dejandome hacer,un momento después le dije: - Vengo a hacer realidad lo que hemos platicado, y llevé sus manos a mis pechos. el desabotonó mi blusa para encontrarse con mi brasier de broche al frente, el que destrabó rápidamente para tocar mis senos con ansiedad, acariciaba mis pezones, y entonces le dije: - Mámalos por favor- y sin más empezó a besar, a lamer mis pezones, y se introdujo uno de ellos a su boca: ohh que rico, mamaba, que sabroso lo chupaba, mientras me pellizcaba el otro pezón, y luego cambio de seno y nuevamente a lamer y chupar, y yo disfrutando ¡ que rico me chupaba ! cuánto placer me daba ! y entonces me dediqué a quitarle el cinturón y bajar el cierre de su pantalón, él me acariciaba los senos con fuerza mientras yo le bajaba su boxer, para encontrarme con su pene totalmente erecto, grueso, precioso.Lo acaricie un momento ya que él empezó a meter sus manos debajo de mi falda, y ¡ sorpresa ! yo no traía pantys, me dí cuenta que esta sorpresa lo excitó más, y sus dedos luego luego entraron en mi vagina que ya estaba humeda, que rico me acariciaba, un momento adentro y luego acariciaba levemente mi clítoris, y yo gemía, y nuevamente volvía a entrar en mí, yo pegaba mi boca a su hombro. para gemir bajito mientras recibía tanto placer, después me acercó a su mesa de juntas y me recargó sobre ella son mi falda enrollada hasta la cintura y entonces poco a poco metió su pene. ¡ qué placer ! ¡qué ricura! y empezó un mete saca que hacía que me lubricara más. Afuera se oían los sonidos normales de una oficina , y acá adentro los sonidos de su pene entrando y saliendo de mi vagina mojada, y eso lo hacía muy erótico, más cachondo,ambos gemiamos bajito mientras el me d aba más y más hasta que me llevó al clímax y él me decía susurrando - Esto es lo que yo también quería-
y así tardamos un momento más, me embestía despacio, luego más rápido, cuando le dije: -Me vengo otra vez- me dió con más fuerza y los dos llegamos juntos al fin, yo sentía su pene vaciarse en mí, y ambos gimiendo bajo, cuando nuestras respiraciones se normalizaron, él se salió de mí, y nos empezamos a acomodar la ropa, mientras sonreíamos con complicidad, y él me decía:
- ¡Traviesa ! ¡ Pícara!- y sonreía ampliamente. Después me acompañó a la salida mientras me decía : ¡ Vuelva cuando guste, estamos para servirla !