¿seguir adelante? mi historia...

Buenas tardes a todas las personas que leerán esta charla. Mi nombre es Pedro y tengo 40 años. Gracias de antemano por echarme una mano.

Hace dos años conocí a una chica que actualmente es mi pareja. Cuando la conocí yo había perdido la esperanza en encontrar una persona a la cuál quisiera de verdad. Había tenido muy pocas y cortas relaciones, básicamente porque nunca se generaba en mí el suficiente sentimiento como para poder continuar y formalizar una relación con compromiso y proyecto de futuro en común, por lo que enseguida dejaba las personas que conocía antes de que se pudiera llegar a más y opté por estar solo y dejar de intentarlo. Además soy una persona independiente, que tampoco echaba de menos especialmente una vida en pareja, y vivía con bien por mi cuenta.

Tras más de cinco años desde la última persona con la que estuve, y en ese contexto personal, apareció ella. Una mujer preciosa a todos los niveles, un poco más joven que yo, jovial y alegre, que mostró interés en mi. Si soy sincero a pesar de todas sus cualidades no me llamó especialmente la atención, ni deseaba lo más mínimo conocer a nadie, pero aún así tenía algo distinto, algo que me impulsó a seguir quedando con ella.

Y poco a poco, fue entrando en mi vida y en mi corazón. Su cariño, su pasión por la vida, su forma de comprender quién soy, lo bien que me sentía con ella... Algo nuevo para mi. No sabía que una persona podía llegar a sentirse tan compenetrada con otra. Y llegué a quererla, cada vez más, sobre toda las cosas. Ella se ha portado realmente bien conmigo este tiempo, al igual que yo he intentado dar lo mejor de mi. Los dos nos queremos muchísimo y estos dos años juntos han sido los mejores de mi vida.

Mas sin embargo ha surgido un problema, que si bien ya sabía que existía, estaba solo latente, pero ahora ha brotado. Al poco de conocerla ella me confesó que padecía una enfermedad mental, Trastorno Obsesivo Compulsivo, que le había hecho sufrir toda su vida e incapacitado para llevar una vida normal. Estuvo en tratamientos que no resultaron hasta que un día fue sintiéndose bien de forma natural, y los síntomas se redujeron mucho. Cuando yo la conocí estaba prácticamente asintomática, y así ha estado estos dos años. Es una persona muy equilibrada, con una actitud muy normal y adecuada ante la vida y las dificultades.

Pero hace aproximadamente un mes y medio comenzó a sentirse mal nuevamente. Estaba más decaída, se angustiaba por las cosas más de lo normal, y se quejaba de sentirse mareada y cansada todo el día. Todo esto ha ido a más y ha tenido que pedir baja en el trabajo, con el consiguiente miedo a un despido, pues todos sabemos como está el trabajo en estos tiempos. Ha ido ya a su médico y le han empezado a medicar pero no saben muy bien como evolucionará pues nunca reaccionó al tratamiento medicamentoso.

Ahora mismo está prácticamente en casa todo el día, no quiere salir pues tiene miedo sentirse más mareada en la calle con otras personas, y se siente triste y desanimada. Aún así no hay día que no me sonría y sigue siendo la misma conmigo.

Hasta ahí no había ningún problema, yo la quiero tanto como a mí, y no me importa lo más mínimo ayudarla, al contrario, es un placer estar junto a ella en estos malos momentos. Pero hace una semana ella me comentó que a veces siente que deberíamos dejar la relación, pues ella no cree que pueda hacerme feliz y me está limitando mi futuro, ya que su enfermedad es crónica y no sabe que será de ella. Sé que realmente ella no quiere dejarlo, pero su angustia y verse limitada la vuelven insegura y se siente inferior a los demás, por estar enferma, pero ante esto yo solo puedo abrazarla y decirle que en ningún lugar estaría mejor, porque de hecho así lo creo.

Tras este hecho hablé con mis padres de la situación, son unas persona sensatas y valoro mucho su opinión, siempre he contado con ellos en los distintos problemas que he ido teniendo. Pero mi sorpresa ha sido que ellos me han recomendado no seguir adelante con ella. Me han dicho que estoy hipotecando mi futuro con una persona que tiene una enfermedad de difícil curación, y que esa inestabilidad me afectará a largo plazo, pudiendo incluso cansarme de ello y dejarla más adelante cuando me dé cuenta de que limita mis posibilidades. Esto ha sido lo único de todo que de verdad me ha dado que pensar. En ningún momento se me ha pasado por la cabeza dejar a mi pareja, pero no entiendo por qué mis padres me han aconsejado así. ¿Estaré yo equivocado? Lo único que sé es que quiero a mi novia, y que no imagino mi vida sin verla junto a mí, ni mucho menos dejarla cuando está sufriendo, se me partiría el corazón, pero no por pena o compasión, sino porque estar con ella, aunque esté enferma, es lo que más me ha hecho feliz en toda mi vida.

¿Qué pensáis vosotros de esta situación?¿el amor lo puede todo?¿terminan los problemas acabando y desgastándolo?¿o supera las adversidades? Soy tan inexperto en relaciones... Mi corazón me dice sí....