En mi opinión, rotundamente sí. Y no solo eso. Si no que además no creo que hacerlo sea indicio alguno de ser un monstruo repugnante y vomitivo con unos valores éticos similares a los del destripador de no me acuerdo dónde.
Personalmente, por poner un ejemplo contrario, no creo que mi mujer me quiera más o menos porque se folle a otro tío o a 278. Supongo que pese a que el sexo es importantísimo en sí mismo, su exclusividad me parece irrelevante como vínculo de afecto o como señal del amor que pueda sentir por mí otra persona. Que me pueda ... saberlo en según qué circunstancias, pues puede, pero seguro que me dolerían infinitamente más otras cosas, que se avergonzara de mí o que hiciera un comentario despectivo sobre mí, por poner otro ejemplo. Dar al sexo exclusivo la máxima puntuación en la jerarquía de cosas importantes en una relación me parece una forma de degradar ese amor.
Entiendo que si quieres a alguien, la quieres por ser como es, y deseas que sea tan ella misma como su yo más íntimo. Su felicidad es la tuya, sin querer cambiarla, sin desear que sea distinta a como es o quiere ser. Y si no te gusta o no te hace sentir bien, no estás. Punto. En eso consiste la libertad ¿no?
Sólo es una opinión, la mía, no pretendo dar consejos ni sentar cátedra sobre nada.