Los dos rompimos. Ninguno rompió, yo rompí, él rompió. Los dos nos queremos, nos amamos, pero llegó el fin. Ninguno da su brazo a torcer y el divorcio se acerca. Orgullo y ego. Yo no le suplico, ya lo hice durante demasiado tiempo. Lamo mis heridas. ¿Volverá?