"...Los investigadores ofrecieron a un centenar de participantes una recompensa que iba multiplicándose cuánto más tarde aceptaban recibirla. Además, a esos mismos individuos se les realizó una prueba para medir el control de sus impulsos.
El cruce de estos datos, junto al cuestionario sobre la dependencia al teléfono, daba como resultado que los participantes más enganchados a los dispositivos electrónicos eran también aquellos que aceptaban las recompensas inmediatas más pequeñas y con falta de control sobre sus impulsos."