América Latina es la región más desigual del mundo, bajo todos los indicadores", lo que explica que "en los últimos 22 años se haya ido de una euforia impresionante a una creciente desilusión sobre la democracia", indicó Toledo en una entrevista con Efe.
Toledo, presidente de Perú entre 2001 y 2006, recordó su "total" compromiso en la lucha contra la pobreza y anunció que, tras crear una fundación con sede en Perú y otra en Washington, está en Madrid para abrir una oficina que abarque también Europa.
Para ello, ya se ha puesto en contacto con políticos, autoridades académicas y empresarios de grupos como Repsol, Telefónica y Endesa, que, según el ex mandatario peruano, han mostrado su interés en el proyecto.
"Yo les digo a mis amigos empresarios: es rentable invertir en la reducción de la pobreza. Si los 230 millones de pobres de América Latina tuvieran trabajo, comprarían sus teléfonos, su pan, su arroz.
Redundará en su propio interés no desperdiciar ese gran mercado", aseguró.
Toledo, quien dijo que está escribiendo dos libros, uno autobiográfico y el segundo precisamente "sobre la pobreza, la desigualdad y el futuro de la democracia en América Latina", recordó que esta región "tiene una población de 500 millones de personas y de ellas un 40 por ciento vive con menos de dos dólares diarios".
Por eso, "en las calles de América Latina hay mucho ruido. Ruido del descontento y ruido de los estómagos de los pobres", aseguró.
Este problema de la desigualdad y la pobreza es el primer reto al que se enfrenta la región, "antes que el medioambiente, el agua limpia para los pobres, la transferencia tecnológica o la seguridad global".
Esos niveles de depauperación y diferencias sociales, añadió, "no crean un buen ambiente para atraer capitales de inversión y cuando no hay inversión no hay crecimiento, y cuando no hay crecimiento no hay empleo, y cuando no hay empleo no hay ingresos y los pobres se vuelven más pobres y el ruido en las calles crece".
Si no se ataja ese problema, "la pobreza y la desigualdad van a conspirar contra la democracia", y entonces "los intereses de las inversiones de España y Europa correrán peligro y el ruido de las calles va a tumbar los gobiernos".
Según Toledo, "hay un estudio de Naciones Unidas aparecido hace dos o tres años que dice que los latinoamericanos prefieren en un 54 por ciento un gobierno autoritario a uno elegido democráticamente si aquél les da trabajo y una luz al final del túnel".
La pobreza en el mundo "tiene rostro de mujer y de niño", de ahí, continuó, su compromiso para convertirse en "un soldado en la línea del frente en la lucha contra la desigualdad".
Aunque este compromiso lo sacará adelante desde su fundación y en sus contactos con mandatarios y empresarios de todo el mundo, Toledo no descartó que en un futuro vuelva a la arena política.
"Quien sabe, aún faltan cuatro años. He decidido dedicar el resto de mi vida a la lucha contra la pobreza, pero si cometiera el error de volver a ser presidente, el foco de mi atención estaría en la educación, la nutrición, las infraestructuras y la reforma drástica de la administración de la justicia", adelantó.
Sobre el actual gobierno peruano, Toledo dijo que no juzgará al presidente Alán García "hasta que cumpla un año", lo que ocurrirá pronto.
"En pocos días voy a regresar a Perú para efectuar una evaluación sin apasionamiento, con espíritu constructivo", manifestó, a la par que recomendaba al Ejecutivo de García que tuviera "cuidado con comerse la cosecha sin seguir sembrando".
Aseguró que es preciso "dar estabilidad jurídica para que los inversionistas sigan invirtiendo. Pero más importante es que los beneficios del crecimiento lleguen a los de abajo".EFE jas/jpg
Terra/EFE
