Hola, qué tal, es la primera vez que escribo en un foro como este, me siento algo rara pero considero que tengo un problema que cada vez crece más y no sé a quién contárselo... Espero me puedan ayudar y aconsejar..
Pero para que pueda explicarme mejor en dicho problema, tendría que hablar un poquito de mí, y un poquito de él, mi pareja.
Yo me considero una persona demasiado reservada. Vaya, ni siquiera tengo amigos (¡muchísimo menos amigas!), soy casi asocial, seria, poco expresiva, con falta de confianza y casi siempre ando melancólica, o con problemas de depresión. Tengo varios trastornos de la personalidad, y hace años me diagnosticaron bipolaridad. Tuve un novio que era todo lo contrario a mí, así que la relación terminó bastante mal y me hizo sufrir mucho, desde ahí me volví demasiado posesiva y celosa.
Mi actual novio, desde que lo conocí, coincidimos como pan con mantequilla. Hasta la fecha considero que es algo así como la versión de mí en masculino, y hasta parece que me adivina los pensamientos, somos muy parecidos.
Él también es bastante reservado, pero a diferencia de mí tiene un carácter bastante fuerte, dominante, sabe cómo estar en sociedad, tiene algunos amigos íntimos y... algunas amigas.
Desde el principio de la relación todo ha sido algo frío y con muchísimas peleas. Él siempre se enojaba de cualquier cosa que hiciera, los celos le corroían si apenas alguien me saludaba y de este modo le fui ocultando muchas cosas, y por supuesto que no le armaba ningún drama. Me fui volviendo más solitaria de lo que ya de por sí soy.
Luego cambió todo. A los dos años de tener una relación, me puso el cuerno con una de sus compañeras. No tuvo relaciones sexuales con ella, pero casi estuvo a punto. Me lo confesó año y medio después, y a partir de ahí se mostró más cordial, más atento, amable, ya ni se enojaba de nada conmigo, me daba incluso más libertad de hacer lo mío.
Pero ahora la rabiosa soy yo. A pesar de que cambió para bien, cada que comete una falla, por insignificante que sea, me hierve la sangre de ira. Siempre estoy pensando que volverá a engañarme, que no debería de estar con él, pero lo sigo estando, no lo he podido terminar ¿porqué? No tengo idea. A él también lo veo enfadado de esta relación tan enfermiza, está harto de mis celos y de mi desconfianza, pero tampoco quiere dejarme, y tampoco está dispuesto a dejar de amarme.
No sé qué hacer para que la relación funcione. Creo que el verdadero problema somos nosotros, y que tenemos problemas de tipo psicológico, ya que ninguno de los dos ha vivido una vida normal y feliz como cualquier persona.
No quiero que se vaya, pero a veces pienso en que sería lo mejor...
Y él no me dejaría ir, aunque sí ah pensado en terminarlo todo, pero tampoco puede, pues eso le destrozaría...
Disculpen si me he alargado escribiendo pero de pronto me entraron unas ganas de desahogarme, y de dar a conocer el problema lo mejor posible.
Gracias por sus comentarios.