Yo encantado...
Esto me lo contó una novia que tuve hace algunos años:
Ella usaba el Metro frecuentemente, y cierto día, antes de salir de casa, se puso un consolador (pequeño) en su chochita.
Al entrar al vagón, como éste estaba tan lleno, le fue muy fácil obtener algún roce con un hombre. Entonces imagino, mientras rozaba a un tipo, que éste le estaba metiendo su miembro; y como tenía el consolador dentro de su cuca, su calentura aumentó a mil por horas. Hasta que llegó un momento en que no aguantó más y se vino como una loca, ahí en frente de todo el mundo.
Si te gustó la idea, por favor escríbeme y te daré otras más.
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