Hoy puede ser una noche estupenda
Llegamos a mi piso, abrí la puerta y te invite a entrar, tu pasaste e ibas contemplando la decoración de la casa, yo cerré la puerta y seguido algo se revoluciono en mi cuerpo que no pude evitar agarrarte por la cintura y besarte en la boca, según lo hacía pensé que te enfadarías y te marcharías, pero tu reacción me supo a gloría, tus
brazos se agarraron a mi cuello y mantuviste el beso con mucha pasión.
¿Te gustaría continuar?