El fin de semana mi novia y yo salimos a un bar que me habían recomendado algunos amigos, tomamos ulgunas copas, el ambiente estaba muy relajado y con buena música además de muchas parejas que además de estar platicando y bebiendo, algunas estaban entradas dándose tremendos besos y caricias lo que hacia de aquel lugar todo un espectáculo y lo que elevó rápidamente las hormonas de mi pareja y por supuesto las mías; como a la hora de estar en ese lugar ella me pidió que la llevará a una disco que tenía muchas ganas de bailar y en ese lugar no se podía. Me negué ya que el lugar me parecia muy agradable y exótico, alegué que me había torcido un tobillo y que no podría bailar, ella insistió y al ver que no iba a lograr convencerme hizo uso de sus tácticas femeninas y que a los hombre termina por doblegarnos. "-Si me llevas te prometo quitarme la pequeña tanga que traigo puesta y quedar sin nada abajo", señaló; a lo que me dejó atónito, sin habla, ya que traía puesto un diminuto vestido con vuelo de una tela muy delgada. Al momento sentí como una descarga eléctrica recorrió todo mi cuerpo de imaginarme si era capaz de realizar su promesa ya que como dije el vestido dejaba ver todas su lindas piernas, además de una sensación de risa nerviosa y lujuria me invadió. No pude mas que acceder a su petición y nos fuimos a bailar. La disco estaba casi llena, casi todos se encontraban en la pista, nos instalamos, bebimos unas copas, nos besamos y nos fuimos a bailar. En la pista comenzó a moverse cachondamente y arrimarme su hermoso culo a mi ya para entonces, erecto miembro; en ese momento quería irme de ese lugar y llevarmela a un lugar donde estuvieramos solos, sentía que iba estallar, mi pulso cardiaco se encontraba yo creo que a mil y todos mis sentidos solo deseaban poseerla en ese mismo momento. Nos besabamos, tocabamos y susurrabamos sin importarnos la gente que se encontraba a nuestro alrededor que a decir verdad y por la poca visibilidad ya que casi estaba totalmente oscuras, nadie nos ponia atención ya que la mitad de las perejas hacian lo mismo que nosotros; en ese momento ella me dijo susurrando al oido "-Amor, te hice una promesa y la quiero cumplir en este momento". Yo que para ese entonces no me había acordado de la promesa, le contesté: "de acuerdo ve al sanitario aqui te espero. A lo que respondió: "No, dije que en este momento, acto seguido tomó mis manos y las llevó por debajo de su minivestido haciendome que le acariciara sus hermosos gluteos, llevé torpe y rápidamente mi mano hacia su chochito noté que se encontraba totalmente húmeda, mojada y espontaneamente las retiré, pero mas tarde en retirarlas que ella en colocarlas nuevamente en su redondito culo. En un momento inesperado y de total oscuridad, tomó los hilos de su tanga y los hizo bajar hasta el suelo, pasó por debajo de sus zapatillas y de inmediato lo tomó con su mano derecha y la llevó hasta mi cara. Promesa cumplida. Afirmó.