Cuando uno se enamora lo primero que se pregunta es si la otra persona sentirá lo mismo que tú sientes y sientes unas ganas inmensas por demostrarle cuales son tus sentimientos. Pero muchas veces no saves como hacerlo; sientes verguenza de lo que el pueda pensar cuando se entere y nos empezamos a poner excusas para no luchar: que si él no siente lo mismo, que ya yo hecho suficiente, que él no ha hecho nada.Pero a veces no reconecemos la verdad y es que nos da un miedo terrible a luchar por lo que queremos. Yo creo que siempre hay que luchar, que luchar hasta el final hasta que sea esa misma persona por lo que luchamos la que nos diga que dejemos de hacerlo porque no conseguiremos nada. En esta vida hay luchar hasta el final y no dejarnos bencer. Esa es mi experiencia, y a día de hoy mi lucha, aunque a veces se me ha hecho eterna, a traído sus frutos. porque nunca es nublado eternamente.