Perdida, muy perdida. opiniones por favor, o doy el salto o me quedo así ....
Buenos días forer@s, no espero encontrar aquí la solución milagrosa a mi situación, pero sí quisiera escuchar opiniones, alguien a quien también le haya pasado, alguien que lo esté pasando ... porque ciertamente a mis 32 años y después de varias relaciones largas en las que fuí feliz hasta el momento en que no lo fuí, ahora estoy en una situación que ni yo misma sé cómo manejar ni cómo solucionar ni qué hacer, aparte de dejar pasar el tiempo, que es lo que ahora mismo estoy haciendo...
Mario y yo llevábamos 3 años juntos. El inicio de nuestra relación fue difícil, debido a las diferencias culturales, de ambientes, de hobbies, de forma de ser forma de vestir, absolutamente todo, incluída una diferencia de edad importante entre él y yo. Pero aún así seguimos adelante, enamorándonos de forma natural. Yo, inconscientmenete y como muchas de nosotras hacemos sin saber (por lo que he podido leer en el foro) fuí adaptándome a SU forma de vida, SUS hobbies, SUS ambientes. Ciertamente descubrí muchas cosas q antes no había hecho, deportes de riesgo, maratones, escaladas ... siempre he hecho deporte (en un gimnasio claro) y todo ésto me gustaba.
Durante el primer año y medio, con la ceguera del amor y ésas cosas, pude vivirlo sin preocupaciones. Pero poco a poco fue surgiendo en mí la inquietud de dónde estaba dejandome a mí misma, cuánto estaba sacrificando, cuanto habia dejado atrás.
Su amor hacia mí era algo q tenia muy claro, y sus ideas de futuro conmigo, también. Tener una propiedad, formar una familia, Así que un día decidí dejar mi piso de alquiler e instalarme con él en la casa donde estaba, una herencia familiar donde no pagábamos nada, y así aprovechar para ahorrar.
Es una casa vieja apartada del centro, fría, y llena de muebles viejos ... pero todo éso no me importó inicialmente. Lo hacía por amor y por una idea en la que CREÍA y en la que tenía fé.
Pero cada vez me resultaba más difñicil vivir allí. Sin comodidades, sin muchas cosas, sin calefacción, rodeada de polvo de suciedad, conviviendo con su perro ... se lo expresé muchas veces, Cada vez estaba peor. Pero él decía que si no lo hacíamos así,, no podríamos llevar a cabo la idea común que teníamos. Y por esta idea de futuro, seguí adelante, aunque por dentro de mi se estaba gestando algo, una fuerza que me empujaba a no aceptar lo que estaba viviendo, a cuidar demi misma, a pesar del amor a pesar de él.
La idea de buscar algo, aunque fuera de alquiler, para salir de allí, iba creciendo cada vez más en mi cabeza.
Desde éste verano pasado, ésta idea fue pesando más en mí. No tenia dudas en cuanto al amor mútuo, y por ello le dí tantas vueltas, En mis anteriores relaciones, las cosas hbían sido mucho más fáciles. O yo habia dejado de querer, o lo habia hecho la otra parte, con lo cuál no había mucho que hacer. Pero en esta ocasión, no veía un motivo real para romper con todo, aunque mi insatisfaccion personal crecia y crecía y crecía.
Y la idea de un sacrificio por aquello q todo el mundo busca supuestamente (un nido propio e hijos) cada vez me asustaba más. ME empezaron a asaltar dudas de si conél podía ser yo misma.... de cuánto había dejado atrás ... las salidas con bici ya no me ilusionaban, las compras al super me aburrían, cada vez me iba desvinculando más y más del vínculo común en el que tanto creía y que tan fuerte veía. Ya sabéis,aquello de q mientras hay amor de verdad, las cosas se superan.
Ya no tenía ganas de luchar porque me había quemado de las situaciones externas, de su situacion laboral inestable (motivo por el que habíamos tenido muchos enfrentamientos), sus costumbres me crispaban. Incluso empecé a pasar del sexo, algo que siempre nos funcionó genial. Y me refugié en mis amigos, volví a asistir diariamente a mis entrenamientos de tennis, llegando a casa después de la hora de cenar, con la consabida bronca.
A partir de septiembre las cosas empeoraron porque aunque él se esforzaba en arreglarlo, en hablar, en llegar a un punto comun, en encontrar soluciones ... yo estaba cada vez más pasota, sólo pensando en mi misma y justificando mi independencia con el sacrificio de estar viviendo donde no me gustaba. Le dije que no estaba segura de querer lo mismo que él en cuanto a futuro. Sí quería tener una família, sí quería estabilizarme ... pero por dentro de mí latía aquel deseo de cuidar de mí misma, de encontrar mi equilibrio personal. Ya sabéis de que hablo, muchas veces perdemos ése equilibrio por amor. Es un error, pero lo hacemos.
Octubre y Noviembre fueron meses horribles y todo iba en decadencia. Para postres, empecé a sentir algo intenso por otra persona. Ésto era algo que no me habia pasado antes, algo que dentro de mi relación con Mario no entraba. Pero inconscientemente quizás lo busqué ... no lo sé. Ésa otra persona también sentía ésto por mí. Tambien está en pareja, y tiene hijos. Fuímos llevando la situación como podíamos y aunque hice los posibles por evitar el sentimiento, me salia sólo y cada vez con más fuerza. Ésto hizo que la situación en casa todavía fuera peor.
Pero aunque parezca contradictorio, podía sentir tambíén que seguia queriendo a Mario.
Mi estado anímico era deplorable. Y tomé la decisión de marcharme a vivir sola. No podía seguir así, jugando a 2 bandas, haciendo daño a Mario, haciéndome daño a mí misma, provocando dificultades en la otra persona también ... creí que era lo más coherente para todos. Sabía que estando sola podía sentirme todavía peor pero me pareció lo más moral y más justo. Expliqué a Mario que necesitaba ése tiempo para mi, que necesitaba soledad, que necesitaba saber qué quería, adónde iba, dónde quería llegar en mi vida. Corté la historia con la otra persona y me enfrenté a la incertidumbre de qué pasaría cuando realmente sintiera que habia perdido a la persona a quien todavía quiero, que es Mario.
Y diréis, si lo quieres por qué te alejaste de él? Pues a veces ésto pasa. Los seres humanos somos tan impredecibles y tan raros a veces! Yo no podia ofrecer a Mario lo que él esperaba de mí como pareja, en cuanto a planes de futuro e ideas comunes. Las diferencias entre nosotros, aquellas que al principio eran superables, se me antojaron abismales. Y con ésta pregunta me instalé donde estoy ahora mismo- ¿podemos hacerlo juntos?
Mario sufrió muchísimo con mi decisión, no podía entenderlo, al verme marchar realmente me ofreció adaptarse a mi modo de vida (que no tiene nada que ver con el suyo), a trabajarlo juntos, a ayudarme en mis dilemas personales ... pero yo sabía que él no podía hacer nada. Cuando yo miraba atrás, todo lo que había hecho y luchado, sentía que mi rol en la pareja había sido equitativo y por éso sentía que era justo que ahora buscara mi propio lugar y me buscara a mi misma. Nadie, excepto una misma, puede entender ése sentimiento.
No hemos cortado la relación, seguimos hablando, nos hemos visto ... yo sigo pidie Y ndo tiempo, porque siento que aun le quiero, y de ésto no tengo ninguna duda.
Pero la situación ahora es que yo estoy aquí sóla, estoy tranquila, pienso mucho en él, sólo me vienen las cosas buenas de su persona, y ésas diferencias culturales, y diferencias de ver la vida, han pasado a un segundo plano. Aún así no soy capaz de dar el paso. Me aterra la idea de compartir mi espacio, quizás tengo elsindrome de Peter Pan. Quizás no le ame realmente. Quizás no sé lo que quiero y debo seguir así .... cuando me voy a dormir, no echo en falta su espacio en la cama. Pienso en él, sí, pero no con la añoranza tonta de no poder respirar.
Aún así, mi sentimiento sigue latente. Y no me estoy engañando; os puedo asegurar que me he enamorado y desenamorado en otras ocasiones, y que sé lo que se siente. Por lo menos lo que yo siento.
Si volvemos, el trabajo va a ser duro. Él está muy dolido pero ha seguido ahí, unos días mejor otros dias peor. Pero ha puesto toda la carne en el asador, renunciando a sus ideas. Éste es mi dilema- ¿Podemos llegar a ser felices, haciendo tales sacrificios? ¿Es suficiente el amor? ¿Es mejor ser realistas y abandonar el barco?
Estoy hecha un lío y con mis 32 años, soy incapaz de discernir cuál es el camino que quiero seguir. Quizás tengo miedo al compromiso, quizás mis fantasmas de otras relaciones siguen ahí latentes ... no quisiera perderle pero siento que quiero ser coherente con lo que ahora mismo mi ser me está pidiendo.
Pero también tengo aquella pequeña esperanza de que con mucho trabajo, las cosas pudieran resultar.
Hemos quedado para la próxima semana, cada uno con una lista de lo que quiere, lo que no quiere, lo que pide que el otro cambie, lo que está dispuesto a hacer ... sólo sería un paso, un pequeño paso, para iniciar el camino.
No sé si resultaría ... no sé si me arrepentiria toda la vida si no lo intentamos.
¿Alguien ha vivido algo así? ¿Alguien me entiende?
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algún comment please ....
lo subo de nuevo..