Hola a tod@s.
Os cuento. Mi primer novio me puso los cuernos. Con todas las de la leí, tipo película. Vivíamos a distancia, fui a verle por sorpresa, tuve que esperar por él a que llegase en un sitio, y le fui a esperar a otro, y siguiendo una gran intuición femenina que tuve, fui a un lugar cercano que él me había enseñado, y vi un chico de espaldas con un pantalón que me resultaba familiar, le seguí para ver si era él, y me lo encontré despidiéndose de la otra, la cual cuando monté el pifostio delante de ella, ni siquiera sabía de mi existencia. Mi segundo novio me engañó durante varios meses con otra chica, y yo me enteré un año después por equivocarme de frase con una amiga. Ya ves, en vez de decir "salió" con Clara dije "se lió" con Clara, y recibí como respuesta una cara blanca como la nieve y un "Ah, ¿pero lo sabes?". Surrealista también. Pasamos a mi tercer novio. Un hijo de su madre con el que tuve una relación insana llena de cuernos de la que me costó mucho salir, y al que acabé pagando con la misma moneda. El problema vino después, cuando empecé con mi actual novio. Confío en él realmente, pero he pillado a los otros con tales absurdeces, que cualquier cosa me hace sospechar. Y cuando digo sospechar no digo montarle el Cristo, digo que me fijo en lo que hace demasiado. Y creo que no se merece que sospeche de él, porque él si es una buena persona. El caso es que creo que a lo mejor es que, como mis anteriores experiencias han acabado de la misma manera, mi subconsciente piensa que esta también acabará así, o yo que sé.
Y sí, he tenido muy mala suerte. Y no, no es que me fije en los capullos, de hecho el primero de los desastres era el hijo de un amigo de mis padres.
Bueno, me gustaría que me diéseis vuestra opinión.
Un saludo.