No sé ni como plantear el tema.
Él es una persona muy tranquila, de mente fría, seguro de si mismo, nada le afecta, todo le da igual, muy independiente, (a veces tengo la sensación de que él vive su vida y yo le sigo). Tiene una personalidad tremendamente arrolladora.
Por ejemplo, no puedo decidir a qué restaurante vamos sin negociar con él, o cuándo hacemos algo, o cómo lo hacemos... así que me he dado cuenta de que hace mucho tiempo entré en el "me da igual, donde tú quieras" porque al fin y al cabo... es lo que será. Si por casualidades de la vida hacemos algo que a mi me gusta, su actitud no es mala, pero desde luego no es la mejor. Esto sucede con absolutamente todo: programas a ver en tv, salidas, actividades.... Yo me he interesado por absolutamente todos sus hobbies y sin embargo todos los míos le parecen absurdos, aburridos, ... .. No lo dice así de claro con palabras (aunque alguna vez sí), pero el lenguaje corporal también habla.
Siempre está (o más bien estaba...cada vez va a menos) "bromeando", pero a mi siempre me parecía que sus "bromas" eran en realidad "alimento para su ego"
Tengo la sensación de que nunca reconoce la responsabilidad de sus actos. Si discutimos, es culpa mía. Si algo no sale bien, es culpa mía...etc etc
Siendo tan independiente como es he tenido que aprender a respetar su espacio, sus manías (no he conocido a nadie tan maniatico... hasta el punto que me he dado cuenta de que antes de hacer algo en casa primero pienso: a ver, él lo haría así o asá... para evitar tener que darle explicaciones)
Por mi parte he de decir que no me siento precisamente orgullosa de mi caracter, soy muy nerviosa y tengo un pronto que es horrible, y cuando estallo... que se quite del medio todo el mundo, porque no mido, grito, pataleo... vamos, que me transformo. Soy muy insegura, estoy llena de complejos, soy tremendamente afectiva y descomunalmente sensible.
Tengo la sensación de que nunca escucha lo que le digo. Por ejemplo, me siento tan ahogada por cosas como las que ya he contado que el otro día exploté (después de haber estado las últimas semanas intentando pedirle que me dejara un poquito de espacio). Dijo que se iba, y error mío se lo impedí, dijo que se iría al día siguiente, dejé de impedirselo... resultado: sigue en casa.
Ahora me siento avergonzada de mi explosión y él desde luego se ha agarrado a ella y no hay más de que hablar; Me siento tremendamente culpable pero al mismo tiempo pienso que si exploté de esa forma fue porque ya no podía más y no encontraba otra salida pues dialogar es como hablar con una pared.
Me siento como si me manipulara, como si jugara conmigo, dialectamente no puedo hacer nada (no sé qué tipo de habilidad tiene para darle la vuelta a la tortilla sea cual sea la situación), él nunca grita, nunca se le oye pero yo muchas veces tengo la sensación de que "me provoca" para que yo explote y tener su magnifica excusa.
Realmente he llegado a pensar que me estoy volviendo loca, que es una buena persona y que yo veo fantasmas. Que soy tan insegura que hasta en él veo enemigos...
Quiero separame de él, pero no soy capaz de hacerlo. No soy feliz pero no me imagino viviendo sin el. Es un ni contigo ni sin ti. Mis allegados han empezado a a darse cuenta de determinadas cosas y sutilmente me aconsejan dejarle... pero el miedo se apodera de mi y soy incapaz de hacer nada.
¿Es él o soy yo?
