Necesito vuestra ayuda.

Hola amigos, he tenido una experiencia que necesito contarla pero claro, no puedo contarla a todo el mundo así que he decidido contarla aquí.
Soy una mujer casada de 41 años. Soy muy ardiente y necesito sexo pero mi pareja en los últimos dos años se ha venido abajo en ese tema, prácticamente no hacemos el amor. Podemos estar perfectamente un mes sin el más mínimo roce pero yo lo paso muy mal. Yo necesito sexo y prácticamente casi todos los días me masturbo. Hace unos dos años conocí a un hombre también casado en Internet y comenzamos una relación muy bonita para mí. Seguramente habrá quien piense que Internet es un sitio demasiado frío para relacionarse pero no tiene porque ser asi. Este chico tiene 39 años y está también casado aunque ahora por motivos de trabajo vive solo en otra ciudad y de vez en cuando regresa a casa a ver a su mujer y sus hijos. Mi marido conoce la existencia de esta persona pero no de la relación que mantenemos, solo sabe que somos amigos y que hablamos mucho, no es celoso y no le importa. Mi amigo es una persona encantadora, atenta, divertida, sensual... vamos que es el sueño de mas de una mujer. Para él el sexo es tan importante como para mí. Hemos pasado muchas noches con cibersexo y con él he sido la persona que me gusta ser, muy sexual y sin tabúes.
Bueno hecha la introducción quiero contaros mi historia con él. Hasta hace uno días únicamente nos habíamos visto en foto y yo a él por la webcam pero hace unos días por motivos de trabajo él tenia que venir a mi ciudad. Habíamos quedado para conocernos en directo, cenar y tomar unas copas. Mi marido no quiso venir a la cita, así que fui yo sola. Nada más vernos nos fundimos en un largo y fuerte abrazo y sin darme cuenta le di un beso en los labios (se lo había prometido). Cuando hablamos de la cita le deje bien claro que no iba a tener sexo con él y él dijo que respetaría mi decisión aunque intentaría cambiarla. Cenamos algo ligero y nos fuimos a tomar unas copas. En el primer pub que paramos había muy poca gente, era martes y tarde. Allí seguimos charlando, riéndonos y él con su juego de seducción. Yo al principio no quería seguir, me decía a mi misma que eso no estaba bien pero algo en mi interior estaba despierto y muy despierto, el deseo. Mi lado racional decía que NO pero mi lado irracional decía que SI. Estuvimos un rato así, jugando al ratón y al gato. Después nos marchamos a otro pub, aun había menos gente que en el anterior. Nos pedimos las copas y nos quedamos en un rincón de la barra donde había una columna que nos separaba y daba cierta intimidad con el resto de la gente. Música fuerte, de esa que necesitas acercarte mucho a la otra persona para oír lo que dices. Cuando nos teníamos que decir algo pues eso, nos acercábamos cada vez más. Sus manos eran inquietas y aunque yo lo separaba un poco no ponía de mi parte tampoco mucho, estaba deseándolo. Finalmente tras un rato consiguió que le diese un beso, no un simple beso en los labios sino un beso húmedo y profundo que hizo despertar en mí a esa fiera que llevo dentro. A partir de ese beso ya no supe parar. Sus manos y las mías no paraban de tocarnos. Mi lengua pasaba por su cuello y sus orejas. El besaba mi nuca, mi cuello y tocaba mi cuerpo por todos los rincones y cada vez me gustaba más y más. Toque su sexo por encima del pantalón y me demostró lo que es excitación. Estaba durísimo, sus pezones erectos igual que los míos y mis bragas estaban fatal. Estuvimos más de una hora así, excitándonos como burros. Pero se hizo la hora de la verdad, yo tenia que volver a casa y él a su hotel para descansar para la reunión que tenia al día siguiente. Durante el trayecto hasta el hotel me iba parando en todos los sitios y seguía besando así hasta que llegamos al hotel. Me pidió que subiera a su habitación pero no fui capaz, lo deseaba y mucho pero no fui capaz. Para mí ya había rebasado el límite que me había marcado, es decir, un beso y ya está. Me lo pidió varias veces y si lo hubiese echo una mas seguramente le habría dicho que si, porque el deseo que había despertado en mi era enorme pero otra vez mi lado racional se impuso. Nos volvimos a besar con pasión dentro del coche y lo deje en la puerta del hotel. Me marche a casa y cuando llegue le envié un mensaje al móvil agradeciéndole lo que me había hecho sentir. Cuando llegue a casa me mire en el espejo y me pregunte a mi misma que había hecho, y solo supe contestarme, disfrutar.
Ahora él está en su ciudad y yo en la mia. Sigo con mi marido y él sigue igual de frío conmigo y ahora mi mente esta hecha un lió porque recuerdo esas horas con mi amigo y me pregunto si realmente quiero al hombre con el que estoy o sencillamente sigo con él porque es lo que todo el mundo espera después de 24 años juntos. Mi mente esta ahora mismo hecha un lío, no se si quiero seguir con mi marido o no. Quiero dejar bien claro que no estoy enamorada de mi amigo aunque si que le quiero un montón así que el problema no es que le haya conocido ni que le haya dejado tocarme. El problema es que me ha descubierto una faceta nueva en mí, soy capaz de una infidelidad puesto que he decidido que si vuelvo a tener un encuentro con este chico tendré sexo con él y no será más que simples besos. No se que hacer, ahora estoy triste pero no arrepentida. La relación con mi marido ya estaba fría antes así que ahora no ha empeorado nada. Lo único es que no se si sabré estarme callada y no decir nada o por el contrario diré mas cosas de las que he dicho. Quiero también contar que ya no es solo el que no tenga sexo con mi marido sino que nuestra relación es fría, somos casi como dos compañeros de piso con la única diferencia en que solo tenemos una cama. Él prácticamente pasa de mi, se pasa el día trabajando y cuando estamos en casa se pasa las horas delante del ordenador jugando en red y hablando con gente joven y encima si le digo que estoy sola me dice que no lo entiende, que él siempre ha sido así cosa que no es cierta ya que llevo demasiados años con él. Ahora mismo no se hacia donde va mi vida pero necesito hacer algo con ella. Me ha gustado la experiencia y estaría dispuesta a repetirla pero también me da miedo hacerle daño a mi marido. No se que hacer, necesito que alguien me aconseje. Agradeceré todos vuestros comentarios.
Una Tauro desesperada.