Soy Chilena y vivo en Inglaterra; al comienzo trabajé en un hotel donde conocí a un chico de Europa del Este con el cual comenzamos una rica amistad, para transformarse en una relación más profunda y seria. Ahora llevamos 2 años conviviendo, y tenemos nuevos trabajos. Desde que nos conocimos le comenté mis deseos de casarme o convivir y de tener un bebe. Para ser sincera, me encanta estar con él, tenemos hartas cosas en común, misma religión, pero siempre lo eh encontrado un poco inmaduro o indeciso en sus decisiones.
Ahora yo tengo 38 años, y busqué atención médica para ver la posibilidad de embarazarme, ya que tengo reglas irregulares. Le presenté el plan a mi novio (35 años), que me dio el medico a seguir durante 4 meses para embarazarme; me escuchó respetuosamente en el restaurant como siempre lo hace y habla poco. Lo encontré un poco preocupado al exponerle el tema, pero me dijo que sí, que estaba conmigo en ésto. Pero cuando llegamos a casa, me dijo que no le gusta su trabajo, que planea cambio, y que no se siente financieramente estable como para dar este gran pasó todavía. El problema es que yo no tengo tiempo extra para seguir esperándolo, el medico ya me dio los exámenes. Quizás lo que más me preocupa, es saber si realmente me ama, ya que muchas veces me trae flores, me cocina o se muestra cariñoso. Pero el amor para vivir una vida juntos, no me queda claro; ya que somos de países diferentes, y él no quiere invertir plata en comprar casa en Inglaterra, (precios inalcanzables); ya que él tiene una casa a medio construir en su país, que le tomará mínimo 8 años arreglar. Por otro lado yo ya no quiero aprender otro idioma (su lengua es como la rusa), e irme a la aventura a su país, y correr riesgos innecesarios, cuando ya tenemos ambos trabajo aquí.
Yo pienso proponerle irme a vivir sola por dos meses y darnos un tiempo para los dos, que pensemos, meditemos, veamos si nos proyectamos juntos, o si finalmente, no llegamos a una solución concreta, prefiero sinceramente dejarlo ir y que sea feliz. No lo quiero empujar a ser padre, ni tampoco, deseo que viva una vida conmigo obligado en este país, ya que somos seres libres, y si el me ama, volverá a mí, y si no, aun cuando suene fuerte y difícil lo que tengo que decir: “muchas gracias”. Yo pienso que todo parte por saber que realmente nos amamos, eso es lo más importante en mi concepto de vida. Bebes pueden llegar o no, si Dios lo quiere; pero primeramente debo sentirme segura, y amada. Necesito saber si esto que quiero hacer es una buena decisión.