Sólo léanlo, lo dejo acá si le sirve a alguien:
La historia a continuación es un testimonio de una mujer que me confió su experiencia para que la compartiera con ustedes:
"No me fue fácil reconocer que deseaba engañar a mi esposo. No es que él fuera un mal hombre. Por el contrario, siempre ha sido un gran esposo. Admito que me gané la lotería cuando me dijo que estaba enamorado de mí. Desde ese mismo momento supe que iba a ser feliz. Sin embargo, las cosas no han sido color rosa. Hemos tenido problemas, como todas las parejas, pero siempre hemos sabido encontrar la solución. Pese a eso y a sus múltiples cualidades, sentía que algo hacía falta; supongo que es lo mismo que sienten los hombres que, aunque aman a sus esposas, desean sentirse emocionados de nuevo con el placer de la conquista.
"Algo ocurrió que, al recordarlo, me pone la piel de gallina. Yo solía caminar cada tarde en el parque de la localidad, empecé a conocer personas y con el pretexto de no caminar solos entablamos un grupo. En los momentos de descanso hablábamos cosas personales. En ese grupo había un hombre que estaba pasando por algunos problemas en su relación. En algún momento algo ocurrió entre los dos, que hizo que nos hiciéramos amigos íntimos. Algo había cambiado en mí, empecé a buscar la manera de encontrarme con él y cuando no podía verlo me sentía desesperada. Una tarde llegué a casa y comencé a cuestionarme acerca de esos sentimientos, en realidad ese hombre no me gustaba de manera física, pero me proporcionaba algo de lo que mi relación estaba careciendo. No sabía qué me estaba pasando.
"Después de analizarlo llegué a la conclusión que me sentía sola, me hacía falta esa cuota diaria de charla "tonta", esa que se tiene cuando se está empezando una relación con alguien y que se va desvaneciendo con la seriedad que adquiere el matrimonio con el tiempo. Sentía la apremiante necesidad de esa sensación de ser cortejada; quería sentirme viva, sentirme mujer.
"El punto fue que me hice consiente de que si seguía en esa dirección, iba a terminar por ser infiel, así que tome la mejor decisión de todas: hablé con mi esposo sobre lo que estaba ocurriendo; me sentí avergonzada, pero él lo entendió y realizamos importantes cambios en la relación. Por mi parte, cambié el horario de mis caminatas y el lugar, pero lo más importante es que empecé a salir con mi esposo. En ese momento re descubrí al hombre del que me había enamorado".
¿Tentada a ser infiel?
La tentación de ser infiel no es algo inherente al género masculino; cada día más mujeres pasan por esa situación y, por lo general, se le atribuye a la falta de "estimulación". Dicho de otra manera, por exceso de monotonía. Sé que no es justificación para llegar a la infidelidad, pero la naturaleza humana no tiene límites. Pese a todo, la infidelidad no es algo que no tenga solución, o que no pueda evitarse. Por esa razón comparto contigo algunos métodos a los que puedes recurrir si te ves tentada en ser infiel, de esa manera podrás alejarte de esa situación.
Métodos para evitar la tentación
1. Evita quedar a solas con quien te atrae
El refrán dice: "La ocasión, hace al ladrón", y es real. No propicies encuentros a solas. Aunque se te vaya la vida solo por ver a esa persona de lejos, siempre ten en cuenta a tu compañero, cuánto te ama y lo que hace por ti.
2. Realiza actividades con tu esposo
Pasar tiempo juntos hará que veas de nuevo todas las cosas que hay en él, y que hicieron que te enamoraras. Propicia encuentros románticos sorpresa, invítalo a salir y a hacer ejercicio juntos.
3. No te excuses en los problemas maritales
Es fácil recurrir a esa justificación para dar paso al engaño. Busca junto con él la solución a los conflictos y reserven tiempo para estar a solas, para alejar la rabia o el malestar. Cuando esas emociones ya estén dominadas, intenten un encuentro pacífico y solucionen los malentendidos. Eso sí: jamás se vayan a dormir enojados.
4. Habla con tu esposo
De todo un poco: de lo serio de la relación e incluso sobre tonterías. Recuerda que no solo son pareja, también son los mejores amigos. Además, hazle saber cómo te sientes y escúchalo lo que él tenga que decir al respecto.
Por último, recuerda que el poder de decir "no" y abstenerte de caer en tentación está en ti, úsalo y evita la tentación a toda costa. Sin importar si piensas que tu pareja merece o no la infidelidad, no caigas. Es tu valía como mujer, madre y esposa la que está en juego, nunca lo olvides.