Mini relato: entre sus piernas

Todo empezó una noche en la casa de su tía de 52 años, divorciada y que se cuidaba muy bien, la señora está de muy buen ver. Mi novia, yo y su tía pasamos una velada de lo más divertida. Después de la cena estuvimos charlando, viendo la tele y comentando a los personajes de los programas, un poco de cotilleo entre risas. Su tía nos invitó a unas cervezas, lo cual motivo las muchas risas y algunas visitas al servicio. En una de estas visitas yo fui directo y no me di cuenta, la puerta estaba ligeramente abierta, muy ligeramente, abrí y me encontré a su tía sentada en el baño con las mallas y las braguitas en los tobillos. Lo siento dije y cerré. Al salir ella me susurró no pasa nada, tranquilo, te toca, todo tuyo. En el salón todos juntos estuvimos bien sin ninguna tensión ni nada, de hecho fue algo erótico. Ya cansados su tía insistió en que nos quedáramos a dormir ya que era tarde. Nos proporcionó una habitación. En la habitación mí novia me propuso un juego, ella es muy directa y eso a veces me gusta. A la carta más alta, el que ganara tenía que hacer lo que el otro quisiera y no podría negarse. Me pareció genial. Perdí yo. Entonces ella me dijo que me iba a pedir algo, que si quería podía negarme pero que recordara las reglas del juego. Yo le dije vale, pensando en algo de nuestros juegos… Entonces ella me dijo que quería que fuera a la habitación de su tía. Yo le dije qué? No me lo esperaba y me imaginaba… Lo harás? Me dijo.  No dije nada durante un momento. Dije, ehm, que quieres que haga exactamente… Me dijo estoy muy excitada con esto, he visto como la has mirado, ella es muy guapa, lo sé. Tengo mucha confianza con ella y ella lo sabe todo de mí, todo. Me excita la idea de que entres en la habitación y (como es lo habitual ella es muy directa) la saborees como a mí. Yo iré para avisarla antes. Yo dije qué… que yo… como a ti? En serio… Sí, como a mí. Que se corra en tu boca como yo. No supe que decir durante un momento. Ella dijo vale sino quieres no pasa nada. Vale dijo, si es lo que quieres. Sí dijo ella, estoy excitada, nunca hemos hecho algo así, ni lo haría sino fuera por ella y esta situación. De acuerdo dije. Ahora vengo dijo ella. A los dos minutos volvió y me dijo que ya podía ir.
Entré en su habitación y me acosté a su lado, pude notar que llevaba una camiseta y las braguitas solamente. Me acerqué y le dije… Ella rápidamente colocó su dedo índice en mis labios y me dijo no hacen falta explicaciones, no digas nada. Yo la besé en le cuello y comencé  a acariciar su cuerpo. Me encontraba en sus pechos cuando ella apoyó sus manos sobre mis hombros y muy suavemente y sutilmente presionó ligeramente indicándome que bajara. Así lo hice, apoyé mis dedos en los laterales de su cintura, en el borde de su braguita y comencé a bajarla lentamente. Pude notar su intimidad en el aire, me encontraba muy cerca. Mí boca contactó con su intimidad y ella suspiró profundamente. Mí lengua se abría paso entre sus labios que comenzaban ha estar húmedos. Al cabo de un instante su sexo ya no tenía reparos y se dejaba llevar en mí boca. Estuvimos así durante minutos cuando noté espasmos musculares en su cuerpo y lo intuía, ella respiraba profundamente y entonces colocó sus manos sobre mí cabeza, diciendo así, así ohh no te pares, me corro, entre gemidos entrecortados se vino abajo, su cuerpo ahora flotaba sobre la cama, su sexo se había humedecido completamente en mí boca. Yo seguía muy lentamente saboreando sus labios, entre sus labios, ella no soltaba mi cabeza, podía escuchar un siiiiiii entrecortado como un susurro. A veces notaba como se incorporaba para mirarme mientras yo me encargaba de sexo. Paré cuando ella se quedó a gusto. Lista. Sin decir nada me volví para la habitación de mí novia. Ella me miró con ojos de excitación. Me dijo ven acércate y dime que tal. Yo dije bien. Ella pudo notar el sabor de su tía en mi respiración. Pasó su mano por mi boca y de nuevo su dedo gordo y me dijo, ven ahora házmelo a mí. Yo bajé hasta su cintura…