Mi verdad
En la violencia de género, por desgracia, la única persona condenada es la víctima.
Dejemos de dar tanto bolo a todo esto.tantos anuncios para denunciar al agresores, tanto apoyo mediático hacia estos casos. Y yo me pregunto ¿Para qué? Para que interpongan una orden de alejamiento, por si el agresor se acerca a la victima.lo detienen. Pero si se acerca y agrede o incluso mata a la victima..para que a servido esa orden de alejamiento?? Única y exclusivamente para dejar constancia de los hechos.no lo sé.
Pero los medios continúan motivándote a denunciar la violencia de género pero no cuentan cual va a ser la realidad. Yo por lo menos os contaré mi realidad:
Tengo 24 años, pero los hechos que les voy a contar son de hace ya unos años atrás.
Con 14 años, comencé una relación sentimental con la que entonces era mi pareja (entre comillas, por que con esa edadno sabía ni lo que era una pareja), lo definiré como el comienzo a cavar mi propia tumba. A los pocos meses de comenzar la relación comenzaron los maltratos, todo empezó con un bofetón, el cual perdoné (el mayor error cometido en toda mi vida) y después de ese bofetón, vinieron lentamente innumerables palizas.además del daño psicológico, me anuló como persona totalmente. Aún dentro de ese infierno, comenzamos una convivencia, aún me sigo preguntando porquemiedo? Creer que era amor? Pensar que cambiaría?.... no tengo respuesta, pero a raíz de esa convivencia las palizas se convirtieron en rutina diaria. Puedo recordar como si fuese ayer una noche que en medio de una paliza, cogí un chándal y unas deportivas, y aún en pijama, huí de la vivienda me escondí en el portal, me puse el chándal encima del pijama, del miedo, tuve que orinar en el descansillo de unos de los pisos del portaly cuando vi que no corría peligro me fui a la calle. Estuve dando vueltas por la calle toda la noche, incluso estuve en frente de la policía nacional, pero no tuve el valor de entrar, ni de llamar a nadie.me amenazaba constantemente con hacer daño a mi familia, y yo le creía. Jamás conté nada, aunque mucha gente pudo verme con un ojo morado, del cual existe parte médico. Aún si pongo a recordar, soy capaz de sentir el tremendo dolor de cabeza producido por golpes en el cráneo, tales, que al día siguiente de las palizas no podía ni pasarme un peine por el pelo.
Por suerte, un día me arme de valor y hui de la vivienda. Aunque suene irónico es la realidad, me armé de valor para huir. Intenté no tener contacto con esa persona, el me buscaba por todos los sitiosamenazaba a mi familia (la cual le denunció por esas amenazas). Fui capaz de comenzar mi nueva vida, evitando todo contacto con esa persona. Un año después de la separación continuaba molestándome, en una ocasión que vino a pegarme, mi hermano me defendió, y por hacerlo, recibió una agresión con una botella rota que le causo 19 puntos en una ojera (5milimetros más abajo hubiera acabado con su vida). Fue entonces cuando denuncié todos los hechos.
Le detuvieron 48h e interpusieron una orden de alejamiento. Meses después quebrantó la orden apareciendo en mi domicilio, por suerte no me encontró; lo vieron 2 testigos. Desde entonces, comenzaron unos muy lentos juicios, a los que yo acudía con protección policial y aún así, en las mismas puertas del juzgado tenía que aguantar insultos, amenazas, me arrojaban objetos
Al año me quitaron la orden de protección. 4 Años después sale un juicio por ese quebrantamiento de condena, en el que solicito un biombo para no verle y vuelvo a solicitar una orden de protección. Pues ni biombo ni orden de protección. El juez alega que si ya nos conocemos, no hace falta biombo y que yo siento una antipatía por el individuo por lo que la solicitud de orden no tiene fundamento.
Yo me he tenido que construir mi propia celda, cambio de domicilio en 3 ocasiones, cambio de oficina laboral, cambio de vida.. Y él, en la calle, vivito y coleando, con un expediente interminable de diversas personas que lo han denunciado por lesiones..
También he de añadir, que el trato de la policía y del centro de la mujer, fue estupendo, aunque desgraciadamente para nada.
Esta es mi verdad sobre la justicia.
Ver también
La primera injusticia
la cometiste tú contigo misma durante muchísimos años.
Hasta que ese tipejo no estuvo a punto de mataros a tí y a tu hermano (otra víctima), no te decidiste a denunciar todos los hechos.
Por eso animamos a denunciar desde el principio; porque lo que no se denuncia, sólo existe para la víctima, pero no para la justicia, la policía o el agresor, que pasa página y vuelve a las andadas...
Después de varios años de delito denunciamos, y entonces queremos recuperar todo el tiempo perdido anteriormente... y la justicia tiene sus plazos, exasperantemente lentos a veces, pero la mayoría de las veces necesarios.
Esa dependencia emocional es la que te impedía perjudicar a tu agresor, pero a él no le impedía hacer polvo tu vida...
Trata de hacer habitable y bonita tu celda; poco a poco se convertirá en un hogar cómodo, y a él le seguirán creciendo los barrotes. Ya lo verás.