Conocí a mi prima cuando teníamos aproximadamente 8 y 9 años, ella un año mayor que yo, desde ese momento se me hizo bonita, tenía algo que me atraía mucho, pasamos unas vacaciones increíbles y después de casi 3 semanas tuvimos qué despedirnos. Durante algunos años no volví a saber de ella, pero un día de repente recibimos en casa la noticia de que ella vendría a pasar las fiestas de año nuevo y Navidad con nosotros, pero "lamentablemente" solo podrían venir ella, su hermano y su sobrino por cuestiones económicas.
Se llegó el día y mi mamá y yo fuimos a recogerlos a la central de autobuses, entonces la vi bajar, una chica de 22 años delgada, de busto pequeño, pero con unas nalgas deliciosas que a cualquiera le gustaría probar. Nos miramos y sentí desde ese momento una conexión entre los dos, caminé hacia ella para ayudarla con sus maletas y las de los niños, y me acerqué a saludarla con un beso en la mejilla que resultó en uno de esos besos discretos que se dan en la orilla del labio, de esos que solo te dejan con ganas de más. Los dos quedamos mudos, nos miramos sonrojados y casi de inmediato agachamos las cabezas intentando ocultar nuestra sonrisa por lo sucedido. Nos fuimos a casa.
Al llegar los instalamos en mi habitación ya que la cama es más grande que la del cuarto de huéspedes.
Pasaron los días y ella cada vez se portaba más coqueta e insinuante, se me acercaba por detrás cuando yo estaba desprevenido para mordisquear y lamer mi cuello, orejas, brazos, hombros o espalda, lo que se le antojara más en ese momento. Cada vez que lo hacía un escalofrío recorría mi cuerpo e inevitablemente mi verga comenzaba a ponerse dura, cuando ella notaba esto comenzaba a hacerlo con mayor esfuerzo, pero no podía yo hacer nada al respecto con su hermanito y su sobrino mirándonos.
Como comenté antes era diciembre, por lo que el clima era muy frío y ella no estaba acostumbrada ya que vive en una Costa muy calurosa, así que ella se pasaba gran parte del día con una pijama que consistía en un pants muy ajustado, de rayas horizontales rosas y blancas muy delgadas y uña sudadera negra muy gruesa. El pantalón se le ajustaba resaltando perfectamente esas deliciosas nalgas que cada día se me antojaban más y más.
Después de llevar a cabo las actividades cotidianas vespertinas volvíamos a casa y yo me metía con mi prima y los dos niños a la habitación con la excusa de ver la TV un rato ya que en el cuarto de visitas no hay. Era allí cuando nos tapábamos con cobijas gruesas a causa del frío, encendíamos la TV y los niños entretenidos. Recargadas nuestras espaldas en la cabecera de la cama para poder ver la tele, nos tapábamos hasta arriba de los hombros. Yo tenía muchas ganas de por lo menos meterle uno o dos dedos en su cochito y comencé a acariciar la parte interior de su pierna calientita y suave, la vi cerrar los ojos y lanzar un gemido casi imperceptible, luego abrió sus piernas y colocó la derecha sobre mí, aún boca arriba, lo que prácticamente me autorizaba a continuar. Fui subiendo mi mano a lo largo de su pierna hasta ubicarla justo debajo de su panochita la cual comencé a tocar con el dedo meñique, sobre la pijama tan ajustada que a ella le permitía sentir todo, así seguimos sin importarnos la presencia de los niños, total, no podían ver nada porque estábamos tapados. Continúe. De repente entró mi mamá al cuarto preguntando que si queríamos algo de cenar, saqué rápidamente mi mano de donde la tenía y ella cerró las piernas con un movimiento brusco, ambos respondimos algo agitados que estábamos bien. Me fui a dormir y esa noche quedó así.
Durante varios días yo comencé a jugar el mismo juego que ella (claro que nos hacíamos pendejos, como si nada estuviera pasando) le daba pequeñas mordidas en el cuello y al ver su cara de excitación y los gemidos que suspiraba se me encendía la verga, era entonces cuando yo la colocaba entre sus dos perfectas nalgas y ella gemía con más fuerza y empujaba su culo contra mi pene para poder sentirlo más adentro, recuerdo una vez que le hice esto que les platico frente al espejo, fue completamente excitante.
Un día unos amigos me invitaron a una fiesta y decidí llevarla. Ya en la fiesta algunos le coqueteaban y no voy a mentir, sentí un poco de celos, en fin, se me pasaron los celos, vecinos algunas copas y regresamos a casa, al llegar yo me metí directamente al cuarto de invitados dónde me estaba quedando mientras mi prima siguiera en casa, me acosté, encendí mi lap top y me puse a revisar facebook de pronto escuche pasos bajando por la escaleras, yo sabía que era ella, de repente entro a la habitación y cerró la puerta,me dijo "hola primo, me prestas tu lap para revisar mi face" y yo contesté "si, solo no la desconectes que la batería no está cargada". Aceptó y se metió conmigo en la cama estaba ya ella navegando por internet y entonces yo comencé de nuevo a tocar sus piernas, nuevamente llegué hasta su panochita y la acaricié, esta vez con un poco más de confianza, pues habíamos bebido y éramos un poco las desinhibidos, de nuevo ella comenzó a gemir y mi verga se puso dura como piedra, al tiempo que cerraba su Facebook dijo con un tono muy sensual "aquí ya no hay nada que ver" cerró la computadora y se me lanzo directo a los labios, nos besamos como si nunca antes lo hubiéramos echo, yo apretaba su vagina con mi mano izquierda y ella seguía gimiendo está vez sus gemidos eran ahogados por mi lengua. La tomé por las nalgas y la coloqué de forma que su panochita quedará sobre mi verga, aún con ropa ella comenzó a hacer movimientos como si estuviéramos cogiendo y yo masajes a sus exquisitas nalgas, nos besábamos y así continuamos un buen rato, cuando de repente ella se detuvo y me dijo "qué estamos haciendo? Primo malo" (con tono juguetón) entonces se quitó de encima y se fue a dormir, me hubiera encantado sumergirle el pito claro que sí, pero al parecer la moralidad le ganó y después de ese día ya no accedió a mis insinuaciones, yo creo que se fue muy caliente de mi casa, porque tiempo después de que se fue recibimos la noticia de que había quedado embarazada de su novio, que bueno que no se la metí, si no probablemente sería el padre de mi sobrino jajajajajajaja
